Escenarios & Sociedad: SOCI-03
Fotografía
Muestra en homenaje al 40º aniversario del Mayo Francés
Del 2 al 30 de mayo podrá verse la muestra "Olvidarse de todo lo aprendido era comenzar a soñar", en la Sala Federico Aymá del Foro Cultural de la UNL, 9 de Julio 2150.

A partir del 2 de mayo, y durante todo este mes, el Archivo Histórico de la Secretaría de Cultura de la Universidad Nacional del Litoral, la Alianza Francesa y la Federación Universitaria del Litoral presentan la muestra de fotos y afiches de época, en homenaje al 40º aniversario del Mayo Francés, titulada: "Olvidarse de todo lo aprendido era comenzar a soñar".

"Hay algo que ha surgido de ustedes que asombra, que trastorna, que reniega de todo lo que ha hecho de nuestra sociedad lo que ella es. Se trata de lo que yo llamaría la expansión del campo de lo posible. No renuncien a eso". Las palabras de Jean Paul Sartre rememoran el espíritu que, hace 40 años, latía en los jóvenes de la Francia de De Gaulle. El espíritu crítico y el deseo de reforma se manifestaron con estruendo, primero, en amplios debates, y luego, en verdaderas insurrecciones que prometieron devolver la antigua creatividad a la universidad y a la cultura francesa.

Así, el 22 de marzo, ocho estudiantes de Nanterre, luego denominados "los ocho de Nanterre"- entre ellos el dirigente del movimiento del Mayo Francés, Daniel Cohn Bendit- protestan a raíz de la detención de varios estudiantes miembros de un comité de solidaridad con Vietnam, acusados de atentados con explosivos. En respuesta, los estudiantes ocupan la universidad. La manifestación, la imposibilidad de salidas laborales a todos los nuevos licenciados y la represión por parte de la policía a las protestas estudiantiles encendieron la chispa.

Como consecuencia, a principios de mayo los cursos fueron suspendidos en Nanterre; la policía hizo evacuar La Sorbona, tomada en su momento por los estudiantes, quienes armaron barricadas en el Barrio Latino, destruyeron patrulleros y arrojaron bombas molotov. El 4 de mayo, las universidades de Nanterre y La Sorbona son cerradas. En los próximos días, todas las facultades parisinas entraron en huelga.

SÍMBOLO Y EJEMPLO

La represión despierta la solidaridad. Los estudiantes de bachilleratos se suman a la movilización y también los trabajadores, cuya situación en el sector industrial no era mucho mejor. Las huelgas y los despidos en las fábricas eran casi diarios y la situación laboral de un gran número de trabajadores era precaria. Y se comienzan a ocupar las fábricas, adueñándose de ellas y reclamando derechos laborales.

A la huelga general de los estudiantes se sumaron los sindicatos, la televisión francesa, el transporte público, la industria textil, el sector carbonífero y los trabajadores de gas y electricidad. Luego se vivirían algunas semanas calientes, revolucionarias y sangrientas.

El movimiento colocó en marcha -o al menos esa fue su intención- una nueva reforma universitaria postulando soluciones para los problemas fundamentales de la universidad moderna. Y en general, buscó transformar la sociedad eliminando toda forma de autoritarismo desde los exámenes universitarios hasta la presidencia de la República. Gracias al apoyo de todos los trabajadores, parecía que el sueño revolucionario tomaba vuelo, pero éste duraría poco.

La falta de coordinación de ideas y tácticas en la etapa crucial del proceso y un gobierno lo suficientemente estructurado que no dudó en defenderse con todo lo que tenía a su alcance, provocó el fracaso del movimiento. Para junio todo culminaría con el llamado a elecciones.

Finalmente, se puede decir que aquellos acontecimientos inauguraron la era del poder estudiantil, en el sentido que nunca antes la juventud apareció como un factor político y social de tal importancia. La rebelión sorprendió a sus contemporáneos, no sólo por ser llevada a cabo por un grupo hasta entonces mudo, sino porque se produjo en un mundo que llevaba dos décadas de crecimiento sostenido y aparente bienestar.

Hoy el movimiento del mayo francés se ha convertido en un símbolo, en un ejemplo y en una lección de lo que se puede lograr, de ser realistas pidiendo lo imposible, de cómo hacer las cosas y de cómo no hacerlas y en un ícono de la utopía.

DE LA REDACCIÓN DE EL LITORAL