Medio Ambiente: MED-01
Retornó al país en 2005
Un físico argentino estudia el cambio climático
 Uno de los inconvenientes actuales para pronosticar el clima es el desconocimiento de los parámetros relacionados con los movimientos de pequeña escala. Foto: Agencia EFE

El Dr. Manuel Pulido, de la Universidad Nacional del Nordeste (Unne), investigador del Conicet, trabajará con siete expertos internacionales en el Programa Mundial de Investigación en Clima. Mediante nuevas técnicas, el equipo pretende hallar mejores estimaciones sobre los cambios que se producen en la atmósfera.

El Dr. Pulido, docente en el Departamento de Física de la Facultad de Ciencias Exactas, Naturales y Agrimensura de la Unne -con sede en la capital correntina- y científico del Conicet, es uno de los ocho expertos mundiales considerados "clave" que trabajarán en un proyecto de investigación internacional. Referente del Grupo de Investigaciones en Ciencias Atmosféricas de esa unidad académica, es el único hispanoamericano del equipo que intentará conseguir mejores estimaciones sobre el cambio climático en el planeta. Cuando finalizó su beca de investigación en el Departamento de Meteorología de la Universidad de Reading (Gran Bretaña), volvió al país como parte del Programa Raíces (del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva), hace no más de tres años. Pulido fue convocado para el proyecto debido a su conocimiento sobre una técnica que, en Meteorología y Oceanografía, se denomina "asimilación de datos", producto de su trabajo realizado en colaboración con el investigador inglés John Thuburn durante los últimos años. El estudio en el que participará el científico argentino forma parte del Programa Mundial de Investigación en Clima (WCRP, por sus siglas en inglés), que tiene como objetivo la obtención de mejores estimaciones sobre cómo está cambiando el clima, y predecir, a través de simulaciones numéricas de modelos, la evolución de este cambio hacia el futuro.

Modelos de clima

Uno de los mayores inconvenientes que tienen los modelos climáticos actuales para pronosticar el clima en los posibles escenarios futuros es el desconocimiento de los parámetros (datos necesarios para valorar una situación) relacionados con los movimientos de pequeña escala, conocidos también como "efectos de subgrilla". Los modelos climáticos son modelos numéricos computacionales que simulan la dinámica y los procesos físicos atmosféricos, de tal manera que nos permiten predecir cómo serán la temperatura y el clima en general en el futuro, el cual dependerá de la cantidad de gases con efecto invernadero que se liberen. Estos modelos requieren de supercomputadoras debido a que es necesario simular muchos años del clima global -son capaces de simular desde 1970 hasta cómo será el clima en todo el mundo en el año 2100-. Sin embargo, los modelos de clima no pueden predecirse con muy alta resolución: hay que simular todo el globo terráqueo, sin conocer los parámetros ni saber cuántos son. Hasta ahora, esos parámetros se plantean de manera aproximada. Pero, ¿de qué tipos de parámetros estamos hablando? "Se llaman efectos de subgrillas. Son los efectos que las ondas de pequeña escala, la turbulencia, ejercen sobre el clima. Al tener un efecto notable, al no incluirlo dentro del modelo, el clima no es real. De ahí que haya que introducirlo de alguna manera", explicó Pulido. Y prosiguió: "El problema es que no se conoce cómo son esos parámetros porque se dan a muy pequeña escala. En principio, se trabajó de manera subjetiva: cada grupo de investigación colocaba un valor en los parámetros y, si el clima daba de acuerdo con lo observado, continuaba en ese orden. Empero, si queremos mejorar las predicciones climáticas tenemos que ahondar en el conocimiento de esos parámetros", anticipó el investigador. Este proyecto internacional planea la determinación de estos parámetros a través de la utilización de una serie de novedosas técnicas.

Técnicas y plazos

Los investigadores convocados son pioneros en algunas de las siguientes tres técnicas de estimación de parámetros:

- Observacional. Consiste en mediciones a través de satélites especiales con muy alta resolución. En esta técnica participan investigadores de Alemania, Australia y Estados Unidos. Con las mediciones aportadas por los satélites y radiosondeos se obtienen las características de la pequeña escala de la atmósfera.

- Simulación de muy alta resolución. En este caso, los expertos son los japoneses, quienes, valiéndose de computadoras de alta resolución para tiempos cortos, determinan la pequeña escala.

- Planteo de un problema inverso o asimilación de datos. Conociendo observaciones de baja resolución y el modelo climático, se trata de estimar los parámetros óptimos. Los especialistas en esta técnica son los canadienses y Pulido, de la Argentina.

La iniciativa internacional prevé la utilización de las tres técnicas mencionadas para conseguir una óptima estimación de los parámetros. Se buscará una complementación de la información a partir de las fortalezas y debilidades de cada una de ellas. El Dr. Pulido se incorpora al proyecto como especialista en la técnica del planteo de un problema inverso. El físico aclara que, si bien la técnica viene siendo desarrollada desde hace tres o cuatro años, no está preparada para la estimación de parámetros. Y añade: "Para adaptarla a este tipo de estudios nos hace falta desarrollar el problema inverso que involucra a las parametrizaciones. Precisamente, se denomina problema inverso porque cambiamos los distintos parámetros y buscamos que la predicción del modelo dé exactamente la observación. De esta manera, nos permite determinar los parámetros óptimos".

El equipo

Además de Pulido, los siete investigadores extranjeros convocados para el proyecto son: Joan Alexander -NWRA/CoRA/EE.UU. (Coordinadora); Steve Eckermann -Naval Research Lab/EE.UU.; Manfred Ern -Forschungzentrum Jülich; Alemania; Marv Geller -SUNY-Stony Brook/EE.UU.; Saroja Polavarapu -Environment; Canadá; Kaoru Sato -University of Tokyo; Japón; Bob Vincent -University of Adelaide; Australia. El proyecto tendrá un plazo de realización de tres años. En ese lapso se organizarán dos reuniones científicas por año donde se presentarán resultados y se analizarán actividades.

Por: Juan Monzón Gramajo (Unne - Agencia CyTA - Instituto Leloir). Fuente: Argenpress. Seleccionó y adaptó: Lic. Enrique A. Rabe (ÁCS/Conicet Santa Fe).

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