Opinión: OPIN-02 Florencia decide tras 700 años rehabilitar a Dante

De la Redacción de El Litoral y Agencia EFE

Después de 700 años, Florencia se dispone a rehabilitar a uno de sus hijos más famosos, Dante Alighieri, el "Sumo Poeta', al que condenó al exilio en 1302 y que jamás volvió a la ciudad de los Medici, muriendo en 1321 en Rávena.

El primer paso para rehabilitar al gran poeta florentino (1265-1321) lo ha dado la comisión de cultura del Palazzo Vecchio, que presentó una moción firmada por la mayoría de los concejales para que se revoque oficialmente el bando con el que Dante fue expulsado en 1302 por corrupción. En 1311 las autoridades de entonces le propusieron volver, si se arrepentía públicamente de las acusaciones; Dante no regresó y la pena de expulsión fue cambiada por sentencia a la pena capital. El autor de "La Divina Comedia" murió en el exilio en Rávena, en la costa adriática italiana. En su obra expresó el dolor por no poder volver a su ciudad y vivir en lugar lejano.

En verdad, ya los restos -o parte de los restos, mejor dicho- del propio Dante habían tenido la misión de reencontrar al poeta con su patria, Florencia. En 1999, y tal como escribía para la ocasión en nuestras páginas Gustavo Vittori, "el hallazgo de cenizas de Dante Alighieri en la Biblioteca Nacional de Florencia cierra, en parte, el círculo del aciago destino del poeta que, exiliado de esa ciudad en 1302 por razones políticas, nunca más volvió a su tierra.

"El personaje, al que se reconoce la paternidad de la moderna lengua italiana, no vivió en un lecho de rosas. Su tiempo, de forcejeos y luchas continuas entre familias y clanes que disputaban el poder político y los beneficios de la expansión económica, preanunciaba el parto del Estado moderno a través de las formas embrionarias de las ciudades-Estado".

Y a continuación Vittori asentaba una sucinta cronología de "una historia funeraria agitada por pasiones de ultratumba" que es oportuno recordar ahora:

- 132l. Dante es enterrado en la iglesia de San Pietro Maggiore, hoy de San Francisco, en la ciudad de Rávena.

- 1329. Bertrand de Poyet, cardenal legado de esa urbe quiere quemar los huesos bajo el cargo de herejía. No obstante, el intento de venganza retroactiva y fundamentalista no prospera.

- 1483. Bernardo Bembo, podestá veneciano y padre del cardenal del mismo apellido hace adornar el sepulcro con un planchón de mármol esculpido por el afamado Pietro Lombardo.

- 1519. El papa León X, hijo de Lorenzo de Medici, se propone recuperar los restos para llevarlos a Florencia. Sólo encuentra el ataúd vacío porque los frailes de San Francisco los habían escondido.

- 1677. El padre Antonio Santi hace una verificación de los restos y los cambia a una caja con inscripción identificatoria.

- 1692. El sepulcro, con graves deterioros, es sometido a reparaciones por orden del cardenal Domenico Corsi. El recelo de los monjes franciscanos es tal que los trabajos deben realizarse con custodia policial y militar.

- 1780. El cardenal Luigi Gonzaga, para resguardar la losa esculpida por Lombardo, hace construir un templete de estilo neoclásico. El pequeño edificio se ejecuta con proyecto del Arq. Camillo Morigia y el resultado motiva la crítica de los raveneses. Con sorna, lo han motejado "la azucarera". En verdad, poco envase para contener tanto nombre.

- 1810. A causa de las leyes napoleónicas vigentes en la invadida Italia, los frailes se ven obligados a abandonar el convento. Previamente, esconden la caja mortuoria en una puerta tapiada del "cuadrarco de Braccioforte", antiguo oratorio del que hoy quedan poco más que el espacio virtual y unos sarcófagos paleocristianos.

- 1829. En la basílica florentina de Santa Croce, también perteneciente a la orden de San Francisco, se levanta en memoria del gran escritor un cenotafio alegórico. La tumba vacía se erige junto a la de Michelangelo Buonarroti, próxima a la de Nicol— Machiavelli y frente a la de Galileo Galilei, formidable síntesis funeraria del espíritu renacentista.

- 1865. A raíz del sexto centenario del nacimiento de Dante, se hace una nueva inspección de la tumba, acto que certifica el escribano Saturnino Malagola. En esa oportunidad y como parte de pago por la figura que esculpiera para la plaza de Santa Croce, Enrico Pazzi recibe polvo recogido del tapete sobre el que descansaban los huesos de Alighieri.

- 1929. Uno de los seis sobres en los que Pazzi había repartido el polvo óseo -y que años después regalara a Desiderio Chilovi, director de la Biblioteca Nacional de Florencia- es exhibido durante el Congreso Mundial de Bibliotecarios en la sala que tenía el nombre del autor de "La Divina Comedia".

- 1935. La biblioteca de marras es trasladada a su nuevo edificio, erigido sobre el terreno antes ocupado por un cuartel y lindero de la basílica de Santa Croce. En el movimiento de más de 4.000.000 de volúmenes, 7.000.000 de cartas y documentos, 15.000 cartas geográficas y 20.000 manuscritos, el sobre con las cenizas de Dante queda extraviado.

- 1999. Los bibliotecarios Carmela Santalucia y Giuseppe Capecci encuentran sorpresivamente el sobre de 11,5 por 7 centímetros dentro de uno mayor. Las partículas de Alighieri, leves materialidades inertes del genio inmortal, aparecen una vez más para sellar el reencuentro póstumo con el "paese' natal.

"En este punto, al menos en el plano simbólico, las piezas del rompecabezas parecen reunirse en el barrio medioeval de Santa Croce. Como imantadas por una fuerza indescifrable, las cenizas se acercan al cenotafio vacío, quizás para conferirle sentido al homenaje tardío e inconcluso", concluía Vittori en aquella nota publicada el 23 de julio de 1999.

Ahora un cable nos informa que Giovanni Gozzini, asesor de Cultura del ayuntamiento de Florencia, ha dicho a los medios locales que Dante fue una "víctima' del sistema político existente en aquella época, de tramas y de pasiones, y que el concejal Massimo Pieri, uno de los promotores de la iniciativa, ha manifestado que ha llegado el momento de devolver a Dante "la plena ciudadanía, el rango de florentino excelente'.

Además de la rehabilitación, el ayuntamiento de Florencia también estudia conceder el "Florín de oro' al conde Pierasilve Serego Alighieri, descendiente del "Sumo Poeta'.