La pasión futbolera de un grupo de amigos los llevó a volcar una iniciativa productiva modelo muy cerca de la ciudad de Santa Fe. El establecimiento porcino "La Unión" se destaca por su eficiencia y por el afán de crecimiento, el que promete ser una pronta realidad.
Federico Aguer - [email protected]
En el principio fue el fútbol. Al menos para Raúl Regenhardt, Néstor Zucchiatti, Iván Mieres y Augusto Borlle, la pasión compartida por la cancha forjó una amistad que con el paso del tiempo se transformó en sociedad productiva. Siempre motivados por el deseo de crecer y de emprender algo juntos, se decidieron a invertir en un establecimiento porcino.
"El cerdo ofrece la ventaja de un crecimiento rápido y de transformar prontamente el alimento en carne, por lo que decidimos apostar por esto", le cuenta a Campolitoral Raúl "Pipo" Regenhardt, un prestigioso odontólogo que había experimentado con la hacienda vacuna y que ya es un productor porcino hecho y derecho.
"Claro que para ello tuvimos que adaptar este predio haciendo una gran inversión que incluye las perforaciones de dos pozos de agua con tratamiento de efluentes con todas las normas que demanda el Senasa y la instalación eléctrica completa para que esto pueda empezar a funcionar", agrega.
"Nos juntamos con los amigos, nos asesoramos y comenzamos a charlar, el proyecto nos gustó y aquí estamos. Hace dos años que venimos trabajando, siempre cumpliendo sucesivas etapas, y la idea fue siempre lograr carne de primer nivel, ya que para nosotros la excelencia siempre fue nuestra meta. Para eso, como con cualquier otro producto, necesitábamos de buena tecnología, buenas instalaciones y un gran capital humano para lograrlo", agrega.
Para eso, en "La Unión" apostaron a un fuerte desarrollo comercial y un estricto control veterinario buscando la calidad como premisa. "Queríamos que la gente de Santa Fe pudiera tener acceso a un producto de primera calidad. La carne de cerdo ha cambiado, tiene muy poco colesterol, y nosotros trabajamos para lograr eso. Somos ambiciosos (en el buen sentido) y nuestra idea es seguir creciendo, pero el mercado y la situación del país plantean algunos problemas. Sin embargo estamos decididos a seguir apostando a la calidad. Somos una empresa de Santa Fe que genera trabajo para la gente de la zona y queremos seguir apostando al crecimiento", finaliza.
Hablando de números
Néstor Zucchiatti es el más joven del equipo, un contador público que resaltó la importancia de la amistad que los une como requisito para el éxito comercial. "Empezamos a averiguar los costos, necesitábamos un predio fuera de la zona urbana y decidimos darle forma de SRL. Habíamos iniciado el emprendimiento con un capital de 100.000 dólares, el que se triplicó al completar el ciclo productivo que compone la gestación, maternidad, destete y el engorde. Contamos con 80 madres a a 4.500 dólares cada una. Estamos moviendo por mes unas 45 toneladas de alimento, que implican unos $ 70.000 por mes", expresa.
"Apuntamos a llegar a las 200 madres porque sabemos que podemos hacerlo. Estamos vendiendo unos 120 capones por mes de 110 kg. y eso nos permite operar y cubrir los gastos operativos del establecimiento. Hasta hoy venimos bien, apuntamos a estabilizarnos y a lograr la excelencia en la calidad de la carne", agrega.
La sanidad es clave
Esteban Cati es el médico veterinario responsable del establecimiento. Destacó que la granja cuenta con 80 madres ciclo completo. Después de 16 semanas de gestación pasan a la maternidad en donde paren y están tres semanas más. Los lechones con 21 días de vida pasan al área de destete y reciben una alimentación especial. "Al ser animales chicos hay que formularles un alimento especial. A partir de acá hasta que se van, comen seis tipos de alimentos distintos formulados con los requerimientos para cada animal. Los capones están saliendo a venta a los 160 días con 105 kilos de peso. Las madres reciben al servicio la vacuna de parvovirus y leptospira. Una vez destetados se desparasitan y se les aplica la vacuna de neumonía. A las 12 semanas se los desparasita y luego van a faena. En esta etapa son comunes los problemas respiratorios (sobre todo en invierno), de ahí la necesidad de ambientar climáticamente y la ventilación de los galpones", aclara.
A la vera de la ruta 19, en el establecimiento "La Unión" esperan por la obra que lleve adelante la autovía a Córdoba. Mientras revisan los planos y analizan proyectos, las ideas vuelan, reflejando el entusiasmo de este grupo de amigos que ahora son productores. Están apurados, porque afuera crepita un fuego y laten las brasas sobre las cuales el aroma de un matambrito y unos chorizos de cerdo nos dicen que la entrevista terminó. Ahora, aunque nos separen los colores, no podemos dejar de ponernos a hablar de fútbol.