aires: AIRES-04
Contanos tu aventura
Un surubicito de....í84 kilos!

Esta historia es una de tantas que vivíamos a diario los fines de semana con la familia después de trabajar toda la semana. Los sábados al mediodía mi señora tenía todo preparado y apenas yo llegaba, cargábamos la camioneta y nos dirigíamos a la casa quinta que tenemos en Rincón, "Villa Guadalupe", pegada al camping de UTA.

Todos los Domingos nos visitaba un matrimonio amigo, Cacho Monjo y su señora. Yo lo esperaba con la canoa enganchada en la camioneta porque nos gusta mucho comer pescado fresco y en una hora ya juntábamos de sobra. Pero algunos días eran especiales, como éste que paso a contarles...

Fue enero del año 1980. Como les decía, mi compinche de las aventuras de pesca, "Cacho", y quien relata esta historia, salimos temprano rumbo al lugar preferido y que nunca nos fallaba: los Canales de Rincón.

Largamos la canoa y nos turnamos para remar hasta llegar a la boca de la laguna del pescado, allí calamos una maya que habíamos tejido juntos de unos 30 metros de largo y 10 dedos, nos arrimamos a la costa y mientras tomamos mates conversamos de las cosas de la semana laboral, hacíamos tiempo, cada media hora o 45 minutos le pegábamos una recorrida. Y en una de esas, del lado de la costa, no la podíamos levantar. Así que nos corrimos para el medio: pensamos que un tronco la había enganchado. Pero al empezar a recoger comenzó a tirar para abajo y nos dimos cuenta que era un pescado grande. La sorpresa fue mayor cuando vimos aparecer este surubí que le mando en la foto y que pesó 84 kg.

Fue realmente el más grande que sacamos. Aunque también les cuento que era normal sacar surubíes de entre 20 o 30 kg. Para decir verdad, los de menos de 15 los tirábamos al agua y medio que me les río hoy cuando me dicen que fueron a pescar y sacaron un surubí de 7 u 8 kg... A nosotros nos daba lástima ese peso, íno eran ni cachorritos!

Yo ya estoy pisando los ochenta. Ya casi no voy más a pescar, pero realmente me da bronca lo que han hecho con nuestros ríos. Anécdotas como éstas eran comunes para esta zona y ahora no salen ni amarillitos.

"Tato" Barbotti