Educación: EDUC-01
Por la reactivación económica y la oferta limitada de egresados
Las empresas necesitan ingenieros y los captan antes de que se reciban
Entre el 95 y el 100 % de los egresados entre 1996 y 2006 de Facultad Regional Santa Fe de la UTN tiene empleo. La demanda de ingenieros continúa en alza y muchas empresas e industrias optan por incorporar jóvenes que aún están estudiando.

Por María Sol Pogliani - [email protected]

La imagen del ingeniero taxista que se utilizó durante muchos años en la Argentina para reflejar la desocupación que afectaba al sector ya no corre más para quienes elijan esta rama de las ciencias duras.

Según cifras de la Facultad Regional Santa Fe de la Universidad Tecnológica Nacional, entre el 95 % y el 100 % de los ingenieros egresados entre 1996 y 2006 está en actividad y pueden darse el lujo de elegir entre distintas propuestas laborales.

La reactivación industrial y económica del país y un número aún reducido de egresados en las carreras tecnológicas en Santa Fe y en el país genera una situación cercana al pleno empleo.

"Existe una demanda sostenida de nuestros egresados. Para cualquier empresa los ingenieros civiles, mecánicos y electricistas se necesitan tanto en la etapa del proyecto como durante la radicación y puesta en marcha de la compañía. Son especialidades necesarias desde el arranque hasta el final. Con otro tipo de requerimientos, los ingenieros industriales y de sistemas también son necesarios", sostuvo José Carrera, secretario de Extensión Universitaria, Cultura y Asuntos Institucionales de la UTN.

El alto requerimiento de profesionales genera una temprana inserción de los estudiantes al mundo laboral y, aunque no hay estadísticas precisas, desde la casa de estudios afirman que "ingresan a partir de tercero, cuando ya empiezan a tomar materias de la especialidad".

De obras e ingenio

Por motivos diferentes, la ingeniería civil y en sistemas viven un momento de auge. En el primer caso, la expansión de la obra pública y privada generó la reactivación del sector y, en el segundo caso, influyó fuertemente la demanda nacional e internacional de software y productos informáticos y la salida de la convertibilidad que volvió convenientes los desarrollos locales.

"El crecimiento sostenido de la construcción en los últimos años ha demandado una cantidad de ingenieros que hoy no podemos satisfacer plenamente. Si a esto le sumamos una matrícula que es relativamente baja Äaunque tuvo un incremento en los últimos añosÄ, la realidad es que no damos abasto", sostuvo Rudy Grether, director del Departamento de Ingeniería Civil de la UTN.

"Tenemos chicos que ya en tercer año están trabajando; no con los mismos niveles de responsabilidad que tiene un profesional pero se van insertando. En el 2007 tuvimos arriba de 20 egresados y absolutamente todos cuando terminaron tenían trabajo", agregó tras comentar que en el boletín electrónico de la facultad todas las semanas aparece alguna empresa solicitando ingenieros civiles.

Grether sostiene que hace seis o siete años "era impensado" que un egresado pudiera elegir Äcomo sucede hoyÄ entre dos o tres posibilidades concretas de trabajo. Antes hubiese parecido "ciencia ficción" imaginar el escenario actual, pero "hoy realmente los chicos se dan el lujo de poder elegir".

"Las empresas vienen desesperadas y te piden a nivel de clamor que le consigas un ingeniero. Hace seis años era el ingeniero recién recibido el que te decía: "Si sabés de algo, avisame'. Hoy es al revés: es la empresa la que te pide el ingeniero y no le puedo dar respuestas. Todos mis egresados de los últimos años están ocupados", remarca Grether.

En el área informática, el sector registró el año pasado un déficit de 2.500 profesionales en el país para abastecer una industria en creciente expansión. "La demanda de ingenieros en sistemas es altísima y no está para nada satisfecha con la cantidad de egresados que estamos produciendo todos los años", afirmó Horacio Leone, director de Departamento de Sistemas de la UTN, tras señalar que hace seis años que tienen una demanda sostenida.

"A nosotros continuamente nos están contactando tanto empresas como la administración pública, fundamentalmente provincial, pidiéndonos pasantes y egresados con determinados perfiles", comentó Leone.

Los puestos a cubrir son en su mayoría en compañías dedicadas a la producción de software, pero también hay instituciones o empresas que solicitan profesionales para el área técnica.

A pesar de que las ofertas de trabajo se multiplican a lo largo del país, los ingenieros informáticos consiguen empleo en Santa Fe. "Hoy el requerimiento es interno e inclusive las empresas de Capital Federal están abriendo sucursales en Santa Fe y Paraná", sostuvo Leone, quien comentó que hay un incremento de entre un 12 y un 15 % de demanda anual de profesionales en informática.

Las empresas argentinas venden mayormente sus productos a Europa, México y Estados Unidos, pero "el mayor tipo de intercambio" está marcado por la "exportación de horas-hombre de desarrollo de software", afirma Leone, tras destacar que hay egresados que trabajan desde Santa Fe para compañías radicadas en el extranjero.

De energía y engranajes

El mercado no está saturado de ingenieros mecánicos y eléctricos. "En Santa Fe siempre tenemos demanda no sólo de graduados sino también de alumnos avanzados. Esto si bien es valedero en cuanto al desarrollo de la práctica profesional, perjudica el ritmo de los estudios, lo que en simultáneo con la edad de los alumnos da lugar a otras complicaciones relacionadas con la vida misma: noviazgos, casamientos, hijos, plantar el árbol, escribir un libro, comprar el auto, y después, terminar la carrera. Carrera que tiene una duración teórica de cinco años y que puede estirarse a nueve o más", afirmó Arnoldo Reutemann, director del Departamento de Ingeniería Mecánica de la UTN, quien detalló que en los últimos 50 años se graduaron en la especialidad cerca de 600 alumnos, a un promedio de 12 por año, para un ingreso de sesenta a ochenta alumnos por cohorte.

El profesional asegura que no tienen "ningún graduado sin trabajo, a no ser por voluntad propia" y que la demanda zonal proviene hoy de la metalmecánica y termomecánica.

Los graduados de la carrera de Mecánica también marcaron su impronta emprendedora en la región. "Varias empresas propiedad de nuestros graduados tienen continuidad a través de sus hijos Ätambién recibidos en la especialidad. Es el caso de Asema, hoy instalada en Monte Vera, y Agrimet, en Esperanza", ejemplificó Reutemann tras comentar que el último egresado de la carrera tiene hoy la oportunidad de formar parte del equipo de trabajo que realizará el seguimiento de la construcción de los acueductos de la provincia.

La demanda de ingenieros eléctricos proviene fundamentalmente del sector energético, pero también de empresas con fuerte consumo de energía o contenido tecnológico. "En general, el egresado dispone de un mercado que lo toma muy rápidamente y que a menudo no espera que el estudiante se gradúe. Esto se refleja en los alumnos pasantes en distintas empresas", afirmó el Ing. Raúl Regalini, director del departamento de Electrotecnia de la UTN.

A pesar de que los profesionales son requeridos en Santa Fe, el número de ingresantes disminuyó en el último año. "Creemos que está ligado a un panorama energético que está en crisis y que en lugar de mostrarse como necesitado de profesionales, se muestra como vacío de políticas que permitan visualizar al sector como atrayente. Sabemos que el sector requiere buenos profesionales y en esa tarea estamos", sostuvo.

Carrera nueva y demandada

La carrera de Ingeniería Industrial de la Facultad Regional Santa Fe de la UTN se creó en 1998 y hoy tiene 55 egresados. "Todos están trabajando", afirmó Eduardo Donnet, director del departamento, al ser consultado por el nivel de ocupación de los profesionales de la UTN.

"Hay un 15 por ciento de los graduados que están haciendo doctorados, la mayoría de ellos, casi un 95 %, está trabajando en empresas privadas, y sólo el 5 % está empleado en organizaciones públicas", precisó.

Empresas metalúrgicas, autopartistas y de la construcción Äpor mencionar algunos rubrosÄ recepcionan a los egresados la UTN. Las oportunidades laborales que encuentran los ingenieros industriales en la región son buenas y no están obligados a trasladarse lejos de la ciudad en busca de empleo. "La mayoría está trabajando en un radio de 100 kilómetros", comentó Donnet.

Oferta es lo que sobra para los profesionales de esta rama de la ingeniería. "Debe haber 10 ó 12 pedidos de empresas en carpeta y están empezando a llevarse los chicos que están estudiando", afirmó.

Los ingenieros industriales de la UTN Santa Fe nunca tuvieron problemas para conseguir trabajo, porque coincidió el egreso de los primeros profesionales, en 2004, con la etapa de reactivación industrial del país. Donnet estima que "en los próximos años va a seguir la demanda básicamente, porque hay muchos chicos que se están recibiendo y están tapando huecos de falta de técnicos de la escuela media", afirmó, tras comentar que por el perfil de las empresas de la región, los profesionales que llevan entre tres y cuatro años empleados pueden aspirar a cargos gerenciales.

La demanda no cubierta es una derivación de la política implementada en la década de los '90. "En los últimos años, hemos caído permanentemente con el ingreso porque los chicos, en el contexto de un país que se desindustrializaba, no estudiaban ingeniería porque sabían que tenían muy pocas oportunidades laborales", sostuvo, tras aclarar que este año se notó un repunte en la cifra de inscriptos.

Donnet ve auspicioso el modelo de industrialización actual, los programas de mejora para las escuelas técnicas y de tutorías en el nivel universitario que permiten avanzar "en un camino distinto al de los '90".

Egresados

El número de inscriptos en las carreras de las ciencias sociales supera con creces al de las ciencias duras y la cifra de egresados, también. Mientras en 2007 en la Universidad Nacional del Litoral se graduaron 172 contadores y 236 abogados, la Facultad Regional Santa Fe de la UTN tuvo 133 egresados, de las seis ingenierías, cinco tecnicaturas y de la carrera de analista universitario en sistemas.

Reflotar el interés por la ingeniería

Aunque el ingreso a las carreras de ingeniería repuntó en el último año, entre 2000 y 2005 hubo un descenso cercano al 12 %. Según Raúl Regalini, la reforma de los ciclos educativos, la destrucción de la escuela técnica, la desaparición de los centros de formación profesional, la explosión de las carreras humanísticas y la desindustrialización progresiva de los noventa, que "desalentaron las vocaciones tecnológicas", explican el poco interés que concita el estudio de las ingenierías en la Argentina. "Hubo un período de destrucción de capital humano con formación tecnológica que se debe reconstruir", afirmó.

Si bien no se puede obligar a nadie a estudiar algo que no le gusta, sí se puede "despertar la pasión por el hacer y por la innovación. Entre las escuelas, las universidades, las empresas y el gobierno hay que buscar sistemas que recuperen el interés por la tecnología en los jóvenes", sostuvo.

Al número de inscriptos en las carreras de ingeniería, que lejos está de ganarle la partida a las ciencias sociales, se suman más años de estudio. Algo que preocupa a las autoridades de la UTN. "Todas tienen 5 años, pero en la práctica los chicos en general le ponen 7 años", comentó Carrera.

Uno de los motivos que incide en que no se cumplan con los plazos estipulados en el plan de estudios es la temprana inserción en el mundo laboral, que obliga a los alumnos a estudiar en los tiempos libres que les deja el trabajo.