La obra, dirigida por Mariano Dufour, propone deconstruir la estructura narrativa de los cuentos para dar lugar al extrañamiento, a lo distinto.
Durante todos los sábados de agosto, a partir de las 22. en El Taller Casa de Arte, 1´ de Mayo 2924, se presenta la obra "Proyecto Caperuza", con dramaturgia y dirección de Mariano Dufour. La puesta, que cuenta con las actuaciones de Mariana Giordano, María José Percara y Varinia Zelko, parte desde tres personajes de cuentos infantiles, de quienes luego sólo quedarán fragmentos.
"Ella B. (la de los enanos)", "Ella C. (la hermanastra espantosamente dulce)" y "la Caperuza" son personajes de cuentos para niños. Éstos son un buen disparador de lecturas. El espectador inmediatamente comienza a hacer relaciones porque algo conocido encuentra, pero con ciertos elementos que extrañan aquella imagen de "lo mismo", adelantan los hacedores.
"La obra comienza de manera sutil, insinuante. Los tres personajes y los elementos que se manipulan en escena entran en relación. Empiezan a contar una historia intentando definir el sentido de la misma, pero con resultados truncos, descabellados. De esta manera, se deconstruye la estructura narrativa de los cuentos (la unidad tiempo, espacio) apareciendo el "extrañamiento' como procedimiento crucial que da cuenta de lo "siniestro'.
" "Ellas' intentan guardar en la memoria una pequeña parte de su existencia. Allí se ponen en juego los valores que subyacen en los textos infantiles. Lo que los cuentos (nos) prometen o lo que (nos) prometemos, ya que de esa forma también (re)construimos nuestra existencia, la memoria, narrativamente. Siempre en la tensión entre lo singular y lo colectivo.
Más adelante, Ella C, sentadita en una silla transformándose en una caja de madera o mostrando su propia caja de madera, su matriz, soñando ser la mujer ideal, la obra comienza progresivamente a devenir en escenas de mucho más dinamismo, violencia y también humor".
ENERGÍAS
"La sala es un pequeño rectángulo que permite acomodar a los espectadores en dos laterales, por lo tanto la obra se abre hacia dos frentes. La cercanía del público les da vertiginosidad a los momentos más dramáticos. El público se vuelve parte de ese universo de ficción, es interpelado por los cuerpos de la escena. La energía se concentra en el íntimo espacio en donde se desarrolla la puesta.
"La obra se sostiene, básicamente, desde la energía de los personajes, aunque también influye la dinámica de las escenas, los elementos que se manipulan y la música. La apuesta está en la capacidad de las intérpretes de transmitir lo que viven en ese espacio que puede ser un bosque, un palacio, una casa o ningún lugar. Las actrices no apelan a la construcción de un cierto psicologismo, si no, más bien, a transitar por estados. En dicha construcción de estados, el cuerpo será el eje de experimentación. El cuerpo como materialidad significante (dramaturgia del cuerpo) y no reproductor de significados demandados por el texto literario (el cuento) que lo sometan a su sentido.
"La obra fue estrenada en agosto de 2007 con un elenco diferente. Por lo tanto, quien la haya visto se encontrará con otra mirada interpretativa y una puesta renovada".
DE LA REDACCIÓN DE EL LITORAL