Lo que comenzó como una expresión transgresora allá por 1982, cuando Gabriel García Márquez recibió el premio Nobel vestido de lino blanco, actualmente se ha convertido en norma, especialmente en América Latina. Hoy, con la asunción de Fernando Lugo en Paraguay, esa moda ganará un nuevo aportante. Hasta Álvaro Uribe, tan conservador él, se permite ciertas licencias.