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Desafíos y necesidades en un complemento innovador
Empresa incubada en el PTLC desarrolla prótesis biomédicas
Es un emprendimiento que se encuentra en la etapa de incubación en el Parque Tecnológico del Litoral Centro de nuestra ciudad. Los proyectos de la empresa siempre comenzaron como desafíos tecnológicos de los emprendedores y necesidades de la gente para mejorar su calidad de vida. El ingeniero Milner Flecha y la bioingeniera Luciana Joliat cuentan cómo surge la pujante empresa Bioparx.

Prensa PTLC/El Litoral

Bioparx es una compañía argentina fundada por la iniciativa de dos empresas entrerrianas. Es una sociedad que se especializa en aplicaciones en ciencias de la vida, como productos médicos de alta calidad que mejoran la salud y extienden la vida y desde hace dos años se encuentran incubados en el Parque Tecnológico del Litoral Centro.

"Nosotros estábamos buscando un lugar donde instalarnos. Conocimos la Incubadora y nos dimos cuenta que son unas instalaciones excelentes, buen lugar, todos los servicios que necesitamos, estamos rodeados de gente que está en procesos tecnológico de software y electrónica que pueden ser útiles para el proyecto. De hecho, consultamos permanentemente con gente que está realizando doctorados en el Parque" explicó el fundador y presidente de Bioparx, Ing. Milner Flecha.

La empresa lleva a cabo en la actualidad tres proyectos en la Incubadora de Empresas: marcapasos cardíaco implantable; prótesis mioeléctrica de miembro superior y una prótesis intervertebral. El proyecto inicial fue el desarrollo del marcapasos cardíaco, "la idea de fabricar un marcapasos surge porque es un desafío tecnológico interesante. Nos pareció en un principio que hay personal calificado en la zona que podía afrontar perfectamente el proyecto", aseguró Flecha.

A medida que avanzaron en el desarrollo de la idea, fueron surgiendo otros productos que podían realizar con la experiencia adquirida. "En el caso de la prótesis mioeléctrica de miembro superior, llegó a la empresa un señor que vive en Paraná que se enteró que estábamos trabajando en el proyecto de marcapasos. Tiene una nena con discapacidad y su médico le indicó una prótesis que solucione su problema. En ese momento no queríamos perder de vista nuestro objetivo pero pensamos que si somos una empresa de tecnología, estamos para eso. Además el hombre nos planteó que el precio del producto importado es tan alto que no se puede pagar, de ahí que se tomó el proyecto sin una visión comercial y en un año, año y medio el producto ya está funcionando", comentó Flecha.

El brazo es un producto netamente argentino "salvo el motor, todas las piezas están hechas en argentina, los electrodos, el uso del titanio, aluminio, fibra de carbón, incluso el guante cosmético. Digo todo el país porque algunas cosas se hicieron en Buenos Aires, pero la mayoría en Paraná y Santa Fe, es por ello que los costos son sumamente bajos", agregó orgulloso Flecha.

Más cerca ymás barato

El producto es comparable al que realizan en Europa, con la ventaja de tener el personal trabajando en el país para poder hacer los trabajos a medida. "Otra ventaja es el servicio técnico. Las cosas importadas se las llevan y demoran dos meses en traerlas, nuestro proyecto es nacional, es decir que todo lo que sea mantenimiento lo hacemos acá", completó Luciana Joliat, encargada del proyecto.

El brazo tiene una parte mecánica, que realiza el movimiento de pinza (abre y cierra), y una parte electrónica que detecta las señales eléctricas. El prototipo tiene dos sensores que captan pulsos eléctricos producidos por los músculos propios del paciente, éstos son enviados a un motor que realiza una contracción que permite abrir y cerrar la mano. "Lo que tiene de ventajoso esta prótesis, en comparación a otras comerciales, es que cuando se activa para cerrar, la mano cierra y queda en esa posición hasta que vuelve a sensar para abrir. Las comerciales no tienen eso, cierra la mano y automáticamente vuelve a abrir" añadió Luciana.

Los tres proyectos están en etapa de resolución. En el caso del brazo sólo falta ponerlo en funcionamiento, ya que desde el punto de vista legal no tiene muchas exigencias. "No se trata de incorporar en el cuerpo de alguien, no es peligroso, no puede provocar daños al cuerpo. Este proyecto no requiere de una intervención quirúrgica", aseguró Flecha.

El implante óseo está en desarrollo y período de prueba. Todos los procesos requieren autorización de Anmat (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica).

"El marcapasos esta en una etapa de resolución, el generador de pulsos se está probando. Falta un aparato que permite la programación del dispositivo de una manera externa" aclaró el presidente de la empresa. Los emprendedores se encuentran con muchos problemas aduaneros, los cuales no les permite continuar con los proyectos "hace tres meses tenemos en la aduana un aparato que permite programar el marcapasos y no lo podemos sacar", protestó Milner Flecha.

Para completar con esta etapa del proyecto "hay que poner el marcapasos en una carcaza de titanio y empezar a probarlo primero en animales y luego en personas. Creemos que antes de fin de año va a estar listo" agregó Flecha.

Los directivos esperan para febrero de 2009 tener planificada la planta de producción del marcapasos con las características del edificio, propuestas por Anmat, definidas (dimensiones, especificaciones edilicias estrictas). Además, evalúan la posibilidad de radicar su planta de producción en el Parque Tecnológico como una etapa más del proceso que ofrece el equipo de gestión.