Escenarios & Sociedad: SOCI-01
"Los crímenes de Oxford"
Juego de espejos y verdades aparentes
Los actores John Hurt, Leonor Watling y Elijah Wood, durante la presentación en Madrid de la película "Los crímenes de Oxford", de Álex de la Iglesia. Foto: Agencia EFE

Laura Osti

El irreverente director español Álex de la Iglesia ("Acción mutante", "El día de la bestia", "Perdita Durango", "La comunidad", "Crimen ferpecto", y otras) llevó a la pantalla una novela del argentino Guillermo Martínez, "Crímenes imperceptibles".

Bajo el título "Los crímenes de Oxford", la historia refiere a las insólitas experiencias de un estudiante de matemática extranjero en la prestigiosa universidad británica.

Martin llega a Oxford con la intención de que un ilustre profesor, Arthur Seldom, dirija su tesis doctoral. Pero Seldom no es una figurita fácil. Siendo una leyenda del mundo académico por su inteligencia superior y prácticamente inaccesible, es capaz de provocar en sus alumnos y admiradores sentimientos muy contradictorios que van de la admiración al odio.

Martin busca alojamiento, curiosamente, en la casa de familiares de Seldom: una anciana cuñada del matemático y su hija, Beth, quien sospecha que el joven acudió a ellas para que le facilitaran un contacto con su tío.

Una atmósfera de fría violencia y opresión se respira en esa casona. Y el clima se confirma a los pocos días, cuando la anfitriona, la Sra. Eagleton, aparece muerta con evidentes signos de haber sido asesinada.

Por esas raras coincidencias del destino, Martin y Seldom descubren el cuerpo simultáneamente al encontrarse por casualidad en la puerta de la casa: uno de visita y el otro, regresando de clases.

A partir de entonces, comienzan a sucederse acontecimientos extraños. Seldom, cuya perspicacia nadie se atreve a poner en duda, instala de inmediato la hipótesis de un crimen perpetrado por un supuesto asesino serial que hace eso para llamar la atención del matemático, quien es especialista en series lógicas. Se trataría de un desafío intelectual macabro, por celos, envidia o venganza.

Con esa hipótesis convence a Martin, un joven seducido tanto por el pensamiento lógico matemático cuanto por el ilustre profesor, y ambos logran persuadir también al inspector de policía que tiene a su cargo la investigación del asesinato de la Sra. Eagleton. Así, todos se movilizan en procura de descubrir al misterioso asesino que seguramente matará de nuevo, siguiendo una serie lógica misteriosa que habrá que develar.

El relato incluye algunos personajes secundarios un tanto estrafalarios, como otro estudiante discípulo de Seldom, decepcionado y rencoroso, que se ha vuelto medio loco tratando de desafiar al maestro; un colega del académico que agoniza en un hospital por una enfermedad terminal y el padre de una niña enferma que necesita un trasplante. Mientras que para romper un poco el clima denso, fronterizo y bastante bizarro, aparece la fresca y sensual Lorna, una enfermera que conquista a Martin y que también conoce a Seldom. Lorna viene a representar algo así como la realidad, la vida concreta, mientras que maestro y discípulo se mueven en un mundo predominantemente mental, de conjeturas y especulaciones, que los tiene atrapados, como poseídos.

Intriga sostenida

El filme sostiene la intriga hasta último momento, en que se develará todo el misterio de las extrañas muertes que se van sucediendo casi vertiginosamente, como respondiendo a una serie lógica que solamente Seldom parece capaz de descifrar.

Pero, tal como se plantea desde un comienzo, durante una clase teórica del profesor a la que asiste Martin y donde se ven por primera vez, el gran tema sobre el que ronda todo el relato es la cuestión de si el mundo está regido por leyes matemáticas o esas leyes están solamente en el cerebro humano, que tiene el poder de interpretar la realidad como mejor le parezca y siempre encontrar la manera de corroborarlo.

El asunto pasa a ser de una complejidad filosófica, puesta de manifiesto a través de hechos supuestamente criminales, que interpelan también al espinoso asunto de la responsabilidad y la culpa.

Sin llegar a ser una gran película y a pesar de transmitir muy poca emoción, es un planteo interesante y diferente, que entretiene y también invita a pensar

Los crímenes de Oxford

Ídem. España, Reino Unido y Francia, 2008. Dirección: Álex de la Iglesia. Género: Thriller. Guión: Álex de la Iglesia y Jorge Guerricaechevarría; basado en la novela de Guillermo Martínez. Interpretación: Elijah Wood, John Hurt, Leonor Watling, Julie Cox, Anna Massey, Alex Cox, Dominique Pinon, Jim Carter. Producción: Gerardo Herrero, Mariela Besuievsky, Álvaro Augustin, Kevin Loader, Frank Ribiere y Verane Frediani. Música: Roque Baños. Fotografía: Kiko de la Rica. Montaje: Alejandro Lázaro. Diseño de producción: Cristina Casali. Vestuario: Francisco Delgado. Duración: 110 min. Se exhibe en el América.

Calificación: BUENA