Salud: SALUD-01
Se conmemoró el día internacional de esta enfermedad
Los solteros serían más proclives a tener Alzheimer
Estudios recientes demostraron que quienes vivieron en pareja durante la mitad de la vida tendrán menor probabilidad de desarrollar deterioro cognitivo. Foto: Archivo El Litoral

Se trata de una enfermedad neurodegenerativa, que se manifiesta como deterioro cognitivo y trastornos conductuales, y se caracteriza por una pérdida progresiva de la memoria y de otras capacidades mentales. Signos de alerta a tener en cuenta y cómo advertir el estrés del cuidador.

El estado civil soltero a la mitad de la vida podría aumentar el riesgo de padecer Alzheimer, según demuestra una nueva evidencia presentada en la Conferencia Internacional sobre Enfermedad de Alzheimer, realizada este año en Chicago.

La investigación sugiere que, a partir de la hipótesis de la estimulación social como factor protector contra la demencia, vivir en pareja podría contribuir a prevenir esta enfermedad. El estudio fue llevado a cabo por un grupo de investigadores suecos en la que evaluaron 1.449 individuos provenientes del estudio sobre factores de riesgo cardiovascular, envejecimiento y demencia, denominado "Cardiovascular Risk Factors. Aging, and Dementia" (Cadie) en la mitad de la vida y nuevamente evaluados en 1998.

En la reevaluación, 139 personas fueron diagnosticadas con alguna forma de deterioro cognitivo: 82 con deterioro cognitivo leve (DCL) y 48 con Alzheimer. Dentro de las categorías de solteros, separados, divorciados o viudos, son los que vivieron en pareja durante la mitad de la vida aquellos con menor probabilidad de desarrollar deterioro cognitivo. Los casados o los que vivieron con otra persona mostraron un 50 % menor de riesgo que los que vivieron solos.

"Sabemos que la interrelación entre pares es un factor protector para la salud de nuestro cerebro y mente, y este trabajo nos aporta nueva evidencia a favor de la importancia de la socialización en la prevención del deterioro cognitivo", aseguró el Dr. Facundo Manes, director del Instituto de Neurología Cognitiva (Ineco) y el Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro.

La investigación también demostró que los pacientes con Enfermedad de Alzheimer en tratamiento con fármacos aprobados para dicha condición -comparados con aquellos pacientes sin medicación apropiada- tienen menor expectativa de vida.

Tomar conciencia

El 21 de septiembre pasado comenzó la primavera, se celebró el día del estudiante y de la sanidad, pero además -desde 1994- la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Asociación Internacional de Alzheimer (ADI) conmemoraron el Día Internacional del Alzheimer.

En todo el mundo, se realizaron acciones para aportar información a la comunidad y favorecer al aumento de toma de conciencia sobre esta enfermedad. Por ello, el Instituto de Neurología Cognitiva (Ineco) y el Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro, dirigidos por el recientemente nombrado presidente del grupo de investigación en Neurología Cognitiva de la Federación Mundial de Neurología, Dr. Facundo Manes, realizaron una jornada con diferentes actividades programadas para personas de 60 a 90 años con deterioro cognitivo leve y moderado sin alteraciones de conducta, para sus familiares y cuidadores.

Las personas tuvieron la posibilidad de realizar sin cargo talleres de computación, de memoria, de musicoterapia, sesiones individuales estimulación cognitiva, como así también aprovechar un espacio de entretenimiento y recreación. De esta forma pudieron participar en diferentes actividades que se incluyen en el abordaje interdisciplinario de la enfermedad de Alzheimer u otras demencias.

Cabe recordar que en Ineco y el Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro se brinda información sobre los diferentes trastornos cognitivos y de la conducta, para aportar al aumento de la toma de conciencia y su entendimiento. También están comprometidos con el aumento de la conciencia sobre esta enfermedad para ayudar a favorecer una mejor calidad de vida del paciente y sus familiares.

Tratamiento farmacológico

Además, un grupo de investigadores del Colegio Médico Baylor en Houston, Estados Unidos, estudió un grupo de 641 pacientes con enfermedad de Alzheimer entre 1989 y 2005 tratados con drogas comercialmente disponibles y aprobadas para esta enfermedad. Se calculó una relación entre el número total de años de medicación dividido por el total de años de síntomas de la enfermedad y se definieron cuatro grupos de pacientes.

El primer grupo con menor porcentaje de exposición a la medicación y el cuarto grupo con mayor tiempo. Los investigadores hallaron una relación inversa y estadísticamente significativa entre el riesgo global de muerte y el uso persistente del fármaco. El grupo con menor persistencia en el tratamiento fue 2.4 veces más proclive a morir comparado con el grupo que hizo mayor uso de la medicación. La "sobrevida media" entre los grupos con la menor y la mayor persistencia en el uso de estos fármacos fue de 3 años y un mes.

"Los fármacos aprobados para el tratamiento de la Enfermedad de Alzheimer colaboran en el tratamiento de los síntomas cognitivos, conductuales, psicológicos y funcionales presentes en esta enfermedad. Este trabajo nos permite conocer de forma más precisa el impacto de este tipo de tratamientos farmacológicos", opinó la Dra Alicia Lischinsky, jefa de Neuropsiquiatría de Ineco y el Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro.

El estrés del cuidador

El cuidador de una persona con Alzheimer dedica mucho de su tiempo y su energía a cuidarla, y probablemente experimenta momentos de estrés, algunas veces severo. Pero generalmente, los cuidadores no reconocen sus propias necesidades, no hacen nada para sí mismos, o simplemente no saben cuándo pedir ayuda.

Por estas razones, al cuidador de una persona con una enfermedad grave se lo llama la segunda víctima de la enfermedad o víctima escondida. A continuación se mencionan los indicadores de estés experimentados por ellos, que -frecuente o simultáneamente- pueden llevar a serios problemas de salud.

- Negación de la enfermedad y sus efectos en la persona que ha sido diagnosticada.

- Enojo hacia la persona enferma u otros, porque no existan actualmente tratamientos efectivos o porque la gente no entiende lo que está pasando.

- Aislamiento social de los amigos y de las actividades que una vez le dieron placer.

- Ansiedad, miedo de enfrentar otro día más, y de lo que el futuro le depara.

- Depresión que comienza a quebrar su espíritu y disminuye su capacidad para enfrentar los problemas.

- Agotamiento: se le hace prácticamente imposible completar las tareas diarias.

- Insomnio causado por una lista interminable de preocupaciones.

- Irritabilidad que lo lleva a cambios de humor y que desencadena respuestas o conductas negativas.

- Falta de concentración y se le hace difícil realizar las tareas diarias.

- Problemas de salud que empiezan a evidenciarse, tanto mentales como físicos.

Diez señales de alarma

La enfermedad de Alzheimer no es sólo la pérdida de memoria; las personas también experimentan un declive en las habilidades cognitivas, tales como el pensamiento y la comprensión, y aparecen ciertos cambios en la conducta.

Para ayudar a determinar si usted tiene alguno de estos síntomas, la Asociación de Alzheimer ha desarrollado una lista de señales de alarma que incluyen los síntomas más comunes de esta enfermedad, algunos de los cuales también se aplican a otras demencias. Si usted tiene algunos de estos síntomas, debería consultar a un médico para realizarse una evaluación más exhaustiva:

1- Pérdida de memoria que afecta la capacidad de trabajar. Es normal olvidarse ocasionalmente de una cita, una fecha de entrega, el nombre de un colega, pero olvidos frecuentes o confusiones inexplicables en casa o en el trabajo pueden señalar que algo está funcionando mal.

2- Dificultad al realizar tareas familiares. Las personas ocupadas pueden distraerse de tanto en tanto. Por ejemplo, usted puede dejar algo en el horno demasiado tiempo u olvidarse de servir algo que había preparado. La persona con enfermedad de Alzheimer puede preparar una comida y no sólo olvidarse de servirla sino también de que la ha preparado.

3- Problemas con el lenguaje. Todos tenemos -a veces- problemas en encontrar la palabra correcta, pero la persona con Alzheimer se olvida de palabras simples o sustituye las palabras de forma inapropiada, haciendo que sus oraciones sean difíciles de entender.

4- Desorientación de tiempo y espacio. Es normal olvidarse momentáneamente del día de la semana o de lo que necesitaba del supermercado. Pero la persona con enfermedad de Alzheimer puede perderse en su propia cuadra, sin saber donde está, cómo llegó a ese lugar o cómo volver a casa.

5- Juicio pobre o disminuido. Elegir no llevar un pulóver o campera un día frío es un error frecuente. Una persona con Alzheimer, sin embargo, puede vestirse inapropiadamente de una forma más notable, yendo a hacer las compras en bata o poniéndose muchas blusas en un día caluroso.

6- Problemas con el pensamiento abstracto. Hacer un balance puede ser un gran desafío para muchas personas, pero para una persona con Alzheimer reconocer los números o hacer un simple cálculo puede ser imposible.

7- Guardar cosas en lugares equivocados. A todos nos pasa de tiempo en tiempo, que dejamos unas llaves o la billetera en el lugar incorrecto. Sin embargo, una persona con Alzheimer pueden poner estos y otros ítems en lugares inapropiados- como la plancha en el freezer o un reloj de muñeca en la azucarera- sin poder acordarse de cómo llegaron las cosas a ese lugar.

8- Cambios en el humor y en la conducta. Todos experimentamos una amplia gama de emociones- es parte de ser humano. La persona con enfermedad de Alzheimer tiende a tener cambios muy rápidos de humor, sin razón aparente.

9- Cambios en la personalidad. La personalidad de las personas puede cambiar un poco cuando son mayores. Pero una persona con Alzheimer puede cambiar dramáticamente, de repente o en un período de tiempo. Alguien que es generalmente fácil de llevar, se convierte en alguien siempre enojado, desconfiado o temeroso.

10- Pérdida de iniciativa. Es normal cansarse de las tareas del hogar, del trabajo o las obligaciones sociales, pero la mayoría de las personas retienen o eventualmente recuperan su interés. La persona con Alzheimer puede mantenerse desinteresada en muchas o todas de sus actividades diarias.

Prensa Fundación Favaloro/El Litoral