De la redacción de El Litoral
Días atrás El Litoral dio cuenta del crecimiento de la desocupación en el segundo trimestre del año, en el Gran Santa Fe. Del 9,4% se pasó al 12,6% según los datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos. Estos tres puntos de referencia significan 7.000 puestos laborales. En la actualidad, más de 51.000 personas buscan un trabajo o se encuentran subocupados.
Fuera del conflicto del gobierno con el campo, ¿qué es lo que ocurrió para un cambio tan drástico en los guarismos?
La pregunta no es de sencilla respuesta. La subsecretaria de Trabajo, Alicia Ciciliani, consignó que todavía no contaba con un informe específico pero opinó que la medición reveló un aumento de gente que busca trabajo, mayor en número de los puestos que generó económicamente el Gran Santa Fe.
"La medición indica que no hubo destrucción de empleo sino más gente que lo busca. Esto es claro cuando hay deterioro del salario real. Entonces, los integrantes del grupo familiar buscan otro ingreso y sabemos que hay dificultades para los jóvenes y las mujeres. No hay caída de la Tasa de Actividad", precisó. Como se informó oportunamente, ésta es de 43,8%
"Contrariamente con lo ocurrido en el Gran Santa Fe, el Gran Rosario generó más parejamente empleo que el buscado", sostuvo la funcionaria.
Sin embargo, nadie llega a explicar los motivos de la diferencia (más de tres puntos) de porcentaje de un trimestre respecto de otro.
Hay que señalar, además, que punto más o punto menos, la percepción de la gente es que en esta ciudad faltan fuentes de empleo. Un informe elaborado por la Universidad Nacional del Litoral el año pasado, indica que en las zonas más vulnerables de la ciudad como Alto Verde, Noroeste y Sudeste reveló que la tasa de "No trabajo" se ubica entre el 35 y 45% . Dentro de la metodología que utiliza este estudio, dicha categoría incluye a todas las personas que no trabajan y están buscando empleo.
Desde el cese de la actividad portuaria en la zona y el cierre de la Fiat en Sauce Viejo en los años "70, el Gran Santa Fe no ha encontrado una matriz económica que reemplazara la actividad productiva en la zona.
El Litoral consultó la opinión del Lic. Hugo Arrillaga, profesor de la cátedra de Economía Laboral en la Facultad de Ciencias Económicas e investigador de la UNL.
El catedrático sostiene que la principal dificultad para responder sobre las causas o características de esta expansión de la desocupación, está dada en que "los datos estadísticos dejaron de ser públicos". Desde hace más de un año nos enteramos sólo de algunos guarismos y por partes de prensa, en los cuales se puede creer o no, dado que ha dejado de ser pública la información estadística que nos hubiera posibilitado analizar las causas de estos procesos.
"Desde principios del año pasado no tenemos la información disponible para saber qué está pasando; en dónde hay que centrar la atención en esta cuestión. Esto es muy serio", remarcó.
"No contar con esta información impide definir políticas en orden a su solución", dice Arrillaga en una clara alusión a la consecuencia de los cambios introducidos en el Indec que cerró el acceso a las bases de datos.
La entrevista, entonces, giró sobre las dificultades para la inserción en el campo laboral. Por un lado las empresas indican
que la oferta laboral no cuenta con la capacitación por ellas requerida. Arrillaga reconoce el problema pero aclara de inmediato que "ésta es una cuestión estructural que viene de años".
"La mayoría de la población no llega a concluir sus estudios secundarios, los cuales son el mínimo umbral de formación requerido por el mercado", más aún siendo conscientes de las debilidades que detenta dicho trayecto educativo. Es el límite inferior "de una suerte de nuevo analfabetismo", lo cual implica que tenemos medio país capacitado sólo para trabajo primordialmente físico.
"Ahora, esto es lo que hemos construido como país fundamentalmente en los últimos 20 años, y en algún modo todos somos responsables de ello: el Estado, los actores públicos (estatales y no estatales), pero también los actores económicos.
"En otros países, tal como Brasil -continúa- a todos estos actores les preocupa y se ocupan en la formación de sus recursos humanos. Los centros de formación mantienen una notable cercanía y relación con las empresas, y una vinculación muy directa con el campo científico- tecnológico".
Arrillaga sostiene que "la degradación de este capital humano va de la mano de lo que fueron los procesos de concentración de riqueza y falta de equidad que sufrimos. Estamos entre los países más injustos", asevera. "Tenemos una performance de inequidad propia de Latinoamérica, el continente más injusto. Como sociedad toleramos que se nos vendiera como mensaje que lo ocurrido era consecuencia de los procesos de la posmodernidad, cuando en realidad es porque en los países latinoamericanos se distribuye entre los asalariados sólo el 25 por ciento del total de la riqueza que se produce.
"La inequidad distributiva no es una consecuencia inexorable de un modelo de producción (a escala global) sino deriva de un particular modelo de acumulación de riqueza. Somos una sociedad que produce pobreza y exclusión. Convivimos en los últimos años con una situación de pobreza que alcanzaba al 50 por ciento del país, pero estábamos contentos con el 1 a 1. Así se perdieron dos generaciones, de lo cual todos somos responsables.
"Revertir esa situación es un desafío y un compromiso social, por lo cual el gobierno nacional no debe ocultar información que nos resulta indispensable. Esto -reitero- es una cuestión muy seria".
Santa Fe es considerada una provincia generadora de riqueza y de una magnitud considerable de recursos fiscales, pero el correlato de ello es que a su presupuesto sólo le aporta el 30/35% de sus necesidades. Los demás son fondos provenientes de la coparticipación federal, cada vez más magros y a destiempo. "Con esa situación fiscal estamos incapacitados para ejecutar políticas propias que den solución a estos problemas", sostiene.
Conocedor del paño, remarca que Santa Fe presenta desde hace años un problema estructural en materia de empleo. "Después de la crisis de los "70, Santa Fe no encontró un rumbo para procurar un proyecto económico. No supimos construir el espacio de consenso adecuado y, además, tenemos instituciones muy debilitadas".
"No hemos sido -entonces- capaces de construir un espacio o proyecto de desarrollo inclusivo en lo social y además exhibimos una fuerte crisis de liderazgo", aseveró, para volver a poner el acento en lo que significa esta falta de información. "En el caso que nos ocupa estos tres puntos de diferencia en el nivel de desempleo implican la pérdida de 7.000 puestos de trabajo, de los cuales no sabemos su origen".
Luego Arrillaga marca otra diferencia al hablar del carácter estructural del problema en el Gran Santa Fe. "En general percibimos que la recuperación del empleo se da a partir de una actividad de baja sustentabilidad como es la construcción, que se reactiva y desaparece en muy poco tiempo, es una actividad altamente vulnerable. Un proceso de recuperación más firme debe darse sobre la base de un mercado laboral más diversificado, que tenga que ver con la producción de servicios y de bienes industriales", puntualiza.
Pero a su vez reconoce que "desde el ámbito local no se pueden dejar de generar políticas proactivas aduciendo, falta de información o de recursos económicos".