Los reos que estuvieron encerrados en la prisión del palacio Steri de Palermo, entre 1605 y 1782, expresaron sus padecimientos con dibujos y poesías que se conservan en sus muros y que ahora integran una muestra que puede ser visitada por el público. La restauración del palacio demandó cuatro años de trabajo y seis millones de euros, que desembolsó la Unión Europea.