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Después de un año de trabajo
Vargas Llosa busca en Congo datos para su próxima novela
El protagonista de "El sueño del celta" es un irlandés que alguna vez estuvo en ese país africano, conoció a Joseph Conrad, también viajó a la Amazonia peruana y murió ahorcado por los ingleses. El autor estuvo en Londres, donde brindó una conferencia en el King's College, del que fue profesor en la década del "60.

Joaquín Rábago (EFE)

El escritor peruano Mario Vargas Llosa vuela la próxima semana al Congo para documentarse en el terreno sobre la novela que prepara actualmente y que lleva el título provisional de "El sueño del celta".

Su protagonista es Roger Casement, "un irlandés que fue la primera persona que conoció el novelista Joseph Conrad al llegar a ese país africano y que estuvo también en la Amazonía peruana y murió ahorcado como traidor al imperio británico", explica el escritor en declaraciones a EFE.

"Le ahorcaron porque estaba abasteciendo con armas alemanas para el Easter Rising (Alzamiento de Pascua: 1916) de los independentistas irlandeses", agrega el novelista, que dice llevar trabajando un año en esa obra "de gran aliento".

Vargas Llosa estuvo en Londres para pronunciar una conferencia en el King's College, del que fue profesor en los años sesenta, época que dice recordar con nostalgia: "Eran años en que Londres era un imán para los jóvenes por su revolución en la música y el atuendo".

En ese centro, el autor de "La ciudad y los perros", entre otras grandes novelas, habló de la manera en que "la ficción y la historia han estado íntimamente confundidas en América Latina".

"Ello tuvo efectos muy positivos desde un punto de vista estético, aunque catastróficos desde el de la política, donde el realismo es preferible a la ficción", indica.

Vargas Llosa señala de modo general que en América Latina "la ficción atraviesa un buen momento" hasta el punto de que "es difícil seguir la actualidad dado el gran número de jóvenes narradores, poetas y ensayistas" que hay.

"Además se han multiplicado las editoriales en el continente, y no sólo se trata ya de subsidiarias de editoriales españolas. Ha habido un progreso considerable", señala el novelista.

"Cuando yo era joven -recuerda-, encontrar a un editor era dificilísimo, pero hoy un joven con talento lo encuentra fácilmente y no tiene que pasar el calvario de hace treinta o cuarenta años".

"Además -agrega- ha crecido el público lector, y hay cada vez más ferias de libros, desde la de Guadalajara, la más grande del mundo, que no tiene un aspecto sólo comercial, sino una gran actividad cultural y literaria, con semanarios y conferencias, hasta la de Cartagena de Indias (Colombia), Buenos Aires o Perú, no sólo en Lima sino también en Trujillo".

Vargas Llosa se refiere también en términos elogiosos al crecimiento del español en Estados Unidos, "que es ya el segundo país hispanohablante por el número de habitantes y se calcula que en veinte años puede superar incluso a México".

"Todo ello tiene un efecto cultural enorme. El español es una cultura muy viva y pujante en Estados Unidos. La inmigración hispana no renuncia a su cultura y en muchos casos la asume frente a la anglosajona", explica Vargas Llosa, según el cual en el caso de los hispanos "no ha funcionado el melting-pot".

Preguntado por el fenómeno de Internet, Vargas Llosa afirma que no ha funcionado de momento la literatura en la red: "El público se aferra al papel y me alegro. Yo no podría leer una novela, y mucho menos un poema, en Internet".

Pero si llega a imponerse alguna vez, "será una literatura que se escriba de otra manera. Como las cartas que se escriben en Internet son distintas de las tradicionales", dice el novelista, quien no cree, sin embargo, a diferencia del crítico y teórico Georg Steiner, que vaya a acabarse la buena literatura.

"Puede verse arrinconada por los best-sellers, pero no va a desaparecer aunque termine siendo una literatura de catacumba, de minorías", dice Vargas Llosa, quien recuerda que "siempre fue muy poca gente la que leía".

Preguntado por el fenómeno de los blogs, el novelista explica que hay en él "luces y sombras": Por un lado han permitido la participación del público en la comunicación, lo que es muy positivo, pero los blogs "se prestan a manipulación y confusión" y no hay "control o vigilancia que puedan evitarlo".

Vargas Llosa se muestra, por otro lado, en desacuerdo con las recientes y polémicas declaraciones del secretario de la Academia Sueca, Horace Engdhal, según el cual Estados Unidos es demasiado insular, lo que se refleja en su literatura.

"Hay escritores norteamericanos que pasan las fronteras y tienen, por ejemplo, en España un gran público. Basta mencionar a Paul Auster, que tiene muchos lectores y ha influido en los jóvenes escritores", señala el novelista peruano, quien reconoce que no hay actualmente una generación como la de Faulkner, Dos Passos o Scott Fitzgerald, pero eso "no ocurre sólo en Estados Unidos", dice.

Algunos datos

Jorge Mario Pedro Vargas Llosa nació en Arequipa el 28 de marzo de 1936. Es uno de los más importantes novelistas y ensayistas de Latinoamericanos, así como uno de los principales autores de su generación.

Vargas Llosa trepó a la fama en la década de 1960 con novelas como "La ciudad y los perros" (1963), "La casa verde" (1965), y la monumental "Conversación en La Catedral" (1969). Aún continúa escribiendo prolíficamente en un serie de géneros, incluyendo crítica literaria y periodismo. Entre sus obras de ficción se cuentan comedias, novelas policiacas, novelas históricas y políticas. Varias de ellas, como "Pantaleón y las visitadoras" (1973) y "La tía Julia y el escribidor" (1977), han sido adaptadas y llevadas al cine.

Muchas de las obras de Vargas Llosa están influidas por la percepción que tiene el escritor de la sociedad peruana y por sus propias experiencias como peruano. Sin embargo, de forma creciente ha expandido su repertorio y tratado temas que son de otras partes del mundo.

Al igual que otros autores latinoamericanos, Vargas Llosa ha sido políticamente activo a lo largo de su carrera. Fue candidato a la presidencia del Perú en 1990 por el partido de centro-derecha Frente Democrático (Fredemo).