DyN - Télam - El Litoral
La Asamblea de la Universidad de Buenos Aires (UBA) reformó el pasado viernes la tres cuarta parte de su Estatuto, en un clima de tensión y un vallado policial en la puerta del Colegio Nacional de Buenos Aires, donde se realizó la sesión.
Los fantasmas de la última asamblea -en agosto del año pasado-, que terminó en forma abrupta y en medio de un escándalo con insultos y huevos arrojados por estudiantes y trabajadores del Hospital de Clínicas, fueron despejados por la fuerte presencia policial y por la forma en que se votó el proyecto principal.
Con 176 asambleístas sobre 236 posibles, el rector Rubén Hallú, propuso aprobar en general y en forma nominal, sin discusión en la Asamblea, el proyecto de reforma al cuerpo principal del estatuto, lo que generó la reacción de la minoría de los consejeros estudiantiles, que reclamó en forma airada.
El proyecto, que se trabajó por consenso durante el año en comisiones, fue aprobado por 164 votos afirmativos (el 85 % de los asambleístas), 16 negativos y 8 abstenciones, en medio de gritos e insultos de los estudiantes, quienes reclamaban volver a discutirlo en el seno de la Asamblea.
De esta manera, el máximo órgano de la UBA aprobó, luego de cinco décadas de no reunirse, reformas a la carrera docente, a las estructuras académicas, a las funciones de la universidad y a su patrimonio presupuestario. Los cambios prevén reforzar la autonomía universitaria, derechos docentes, concursos periódicos, capacitación gratuita, igualdad de género y reconocimiento de actividades de Extensión.
Entre las innovaciones del nuevo Estatuto de la UBA se destacan "el papel central de la universidad en el desarrollo de conocimientos y resolución de los problemas nacionales", y la garantía de la pluralidad, la igualdad de género, defensa de derechos humanos e inclusión de las personas con discapacidad. También "un salario adecuado" para los docentes, "becas y asistencia médica gratuita" para los estudiantes, y actividades de transferencia tecnológica y de extensión.
Decanos, consejeros superiores, estudiantes no alineados en la Fuba, y dirigentes gremiales de los profesores de la UBA y de los no docentes, coincidieron en la "oportunidad histórica de sesionar y reformar el Estatuto luego de 50 años" y en respuesta a los militantes del Partido Obrero, confirmaron que en marzo próximo "se reanudará la Asamblea para tratar el gobierno universitario".
Este punto resulta vital y genera rispideces porque estipula el grado de representatividad que de ahora en más tendrán los profesores, graduados, estudiantes y no docentes -por primera vez reconocidos como integrantes de la universidad- dentro del Consejo Superior y de los consejos directivos de las 13 facultades.
También quedó para más adelante discutir qué entidad institucional tendrá el Ciclo Básico Común (CBC), aunque se le reconoció un espacio a partir de la distinción de un sistema de ciclos en las carreras.
El copresidente de la Federación Universitaria de Buenos Aires (Fuba), Cristian Henkel, denunció durante la votación que el proyecto significaba "arancelar parte de la universidad y bajar el salario docente", mientras agitaba el texto de la iniciativa frente a Hallú.
El proyecto original de reforma ratifica la gratuidad de los estudios de grado e incentiva a las facultades a establecer un sistema de carreras por ciclos comunes para facilitar la movilidad de estudiantes y docentes entre las unidades académicas.
También establece que los docentes se deberán jubilar a los 65 años, que sus sueldos deberán estar acordes a la jerarquía y responsabilidad del cargo que ocupan y quienes tengan dedicación semiexclusiva deberán realizar también tareas de investigación y extensión universitaria.
En el transcurso del debate del texto en particular, se pusieron de manifiesto las diversas posturas ideológicas de los asambleístas, quienes formularon objeciones al proyecto original aunque no variaron la parte sustancial de la iniciativa.
Los principales cuestionamientos -que serán debatidos en el ámbito del Consejo Superior en el caso de que modifiquen en forma sustancial los artículos- tienen que ver con la edad jubilatoria de los docentes y la definición en el texto del Estatuto sobre si los estudios de posgrado deben o no ser gratuitos.
"Acaban de privatizar la UBA", dictaminó la consejera estudiantil Mariela Solesio al aprobarse el proyecto. La dirigente del PO protagonizó un tenso momento. Tras serle rechazadas dos mociones, le arrebató el micrófono al rector Hallú pero otro consejero se lo sacó y lo devolvió al estrado.