Nosotros: NOS-02
Pablo Gigliotti: Músico
"GipStick me da libertad". Integró los grupos de rock La Línea, Destroyer, Beer y Samshara. Hoy fusiona ese bagaje musical a través del stick, instrumento con el que crea "tracks, sensaciones vivas que se puedan atravesar sin esperar un estribillo ni una cadencia armónica". textos de Florencia Arri

Lúdico.

"Mi acercamiento al violín fue por sorteo, porque al entrar en la Orquesta Sinfónica Infantil se decidía por azar si aprendías instrumentos de viento o de cuerdas, y a mí me asignaron el violín. Me gustaba jugar a ser músico, los viajes que hacíamos con la orquesta y lo lindo de ensayar en un formato sinfónico. Para un chico de siete años es algo maravilloso. Estaba el juego, el estímulo de los profesores y los viajes con los que conocí muchas provincias, y el acercamiento a la música popular y la clásica. No sé si de otro modo hubiese conocido la faceta lúdica de la música, porque los conservatorios preparan muy bueno intérpretes, pero la libertad de poder jugar con los sonidos es fundamental para después poder expresarse con voz propia".

Rock.

"También por juego me acerqué al bajo y más tarde, al surgir la necesidad de un bajista, tomé el rol... Así estuve en los grupos La Línea -que para mí fue el "Virus' de Santa Fe-, en la mejor banda glam de Santa Fe que fue Destroyer y en el grupo Beer, que hoy ya cumple 20 años. Después me alejé un poco y fui buscando grupos con otros sonidos, con mezclas de funk, punk y sonidos más industriales. También estuve en Samshara, con fuertes influencias grounge, y con este grupo terminamos de masterizar y casi editar un disco en Buenos Aires. Fue doce años atrás, y lo masterizamos en los estudios El Pie de Mario Brewer. Aquello coincidió con la oportunidad de mudarme a Buenos Aires y así empezamos la búsqueda de hacer crecer una banda en Capital, pero tras ocho meses de ir y venir, el sueño se cayó".

GipStick.

"En Buenos Aires empecé a integrar bandas, me probé en Massacre y en otras, pero la química era diferente a Santa Fe, donde un grupo es más una comunión, una forma de trabajar más cercana y pasional, más tribu que sólo ensayos. Así fue como me crucé con el stick, un instrumento de cuerdas donde la ejecución parte del efecto de taping, que es pisar las cuerdas en determinadas partes y con ambas manos, de manera independiente, y jugar con una parte de bases o bajos y de guitarras o melodías. Es un instrumento bastante autosuficiente, porque es un armónico de gran amplitud. De allí nació GipStick, un proyecto en el que genero entidades sonoras sin jugar con un formato de canción y sin plantear formas ritmoarmónicas clásicas. Busco desmembrar todo eso y crear sensaciones vivas que se puedan atravesar sin esperar un estribillo ni una cadencia armónica, sino sensaciones donde uno se pueda desconectar mediante el sólo estímulo de la música. Son tracks, porque no son canciones. En GipStick no existe el fondo plano de la canción ni un principio ni fin, sino una especialidad que a veces te deja o no meterte en el sonido de acuerdo a los prejuicios, a la impronta que genere o a cómo esté predispuesto quien escucha".

Fusiones.

"Creo que inconcientemente prendí una licuadora con todo el bagaje musical que traía para abordar el stick. Este instrumento me enfrentó a asumir una posición de composición, de escultor de esa idea en la que estaba acostumbrado a trabajar más orgánicamente con otros personajes. Así me enfrento a esta situación que tranquilamente puede ser solista o no. Retomé lo lúdico de la música, lo que me permitió romper por técnicas preestablecidas de cómo se usa el instrumento, de cómo se compone. Todo ese tiempo que estuve jugando con el rock, con el grounge, con el punk, desdibujó toda la información como músico, como intérprete de música clásica... Yo era meramente un violinista, tenía las nociones básicas de la música, pero no el know how de cómo el oficio del compositor racionalmente te enfrenta a ciertos estímulos, a saber a qué sensaciones se puede provocar al cuerpo, a una persona, al SER mismo. Antes no manejaba nunca cómo generar, como hacer para que la persona sienta un vacío o se sienta plena".

Sonidos libres.

"El planteo del GipStick es hacer presentaciones en vivo y jugar con lo audiovisual. La propuesta es proponer algo despojado a nivel escénico y disparar secuencias. Eso va con un back audiovisual, compaginado de acuerdo a lo que uno quiere generar. Lo presentamos en Buenos Aires, en el circuito under, y nos fue muy bien en San Telmo. También en Porto Alegre, Brasil, donde el año pasado se hizo una video instalación y hubo artistas plásticos que generaron un espacio en el que -más allá del recorrido visual- había lugares donde se pasaba la música Gip y la gente se disponía a dibujar, a escribir, según las sensaciones que la música le generaba. Gip también tiene un soporte, no necesita estar en vivo. De ahí que se han hecho ambientaciones afuera, en Berlin (Alemania), donde a través de internet apareció gente que se dispuso a difundir el material. La distribución de Gip es gratuita. Uno trata de generar que la gente vaya más por ese lado, no tanto por la repetición, la edición de fórmulas ritmoarmónicas o formatos, o estilos; que no estén tan atados a lo que el mercado maneja. Por eso, a través del sitio se puede llegar a un link donde se pueden bajar todos los temas gratis, ya que más allá de las idas y venidas y de la lucha con el soporte, Gip me da una libertad tremenda al generarlo y eso es lo que quiero compartir también: concebir nuevas sensaciones, mini proyectos que pueden generar otra espacialidad".

Personal

Pablo Gigliotti nació en Santa Fe, el 3 de junio del 1969.

Dos espacios creativos. A los 7 años ingresó a Orquesta Sinfónica de Niños de la Provincia, donde aprendió a tocar el violín. A los 15 dejó la orquesta y continuó su formación intuitivamente, de manera autodidacta. >

Hoy, además de tocar el stick, "tengo una vida paralela: como a través de un trabajo de diseño industrial que también es creativo. Me recibí en el Industrial y empecé tecnología pero me embalé con el trabajo. Por un tiempo fui dibujante, proyectista, y hacía trabajos de electromecánica. Hoy soy diseñador industrial de plantas alimenticias, pero me dedico al stick tanto como puedo".>