Deportes: DEPO-02
Venía de dar un "batacazo" y perdió de local con los tucumanos
Unión es el equipo de las mil caras...
En el arranque del complemento se comió tres goles en apenas nueve minutos. Perdía 3-0, se puso 2-3 y pudo conseguir la hazaña del empate. Quiroz dijo que falta mentalidad y sobra irregularidad.

Darío Pignata[email protected]

El Brasil "70 de Pelé, la Holanda del "74 y Argentina con Maradona en el "86. Ninguno de esos tres equipos que hicieron historia en el fútbol mundial hubieran soportado el peso de hacerse tres goles en nueve minutos como le pasó increíblemente ayer a Unión frente a Atlético Tucumán en Santa Fe. Entre los 7 y los 16 minutos del complemento, después de un aceptable primer tiempo donde le faltó puntería para embocar alguna, Unión se suicidó en defensa como pocas se vio en los últimos tiempos.

Así, no hay equipo que aguante. Y eso que a este Unión lo que más le sobra es lo que reclama desubicadamente parte de su gente: "huevos" para ir a vender cara la derrota. Si ayer no hubiera tenido recursos hormonales y vergüenza en el corazón, seguramente se hubiera comido una goleada histórica en Santa Fe. Cuatro, cinco o seis, el conteo estaba abierto para que pasara cualquier cosa en el 15 de Abril.

Es cierto que el mayor desacierto fue atrás, con errores de cálculos, escalonamiento y con toma de decisiones pésimas. Pero también hay que decir que en el mediocampo Unión va pero no vuelve. Encima ayer, De la Fuente faltó a la cita y los volantes no pararon a nadie, quedando la zona totalmente liberada para el oficio de Sarría y compañía. En conclusión, no hubo equivalencias.

En ese contexto, sólo el enorme amor propio de un equipo cacheteado de local pudo lograr el descuento y quedar al borde de la hazaña con el 2-3. No empató por esas cosas que tiene el fútbol, en la misma medida que el "Turco" Assef tapó dos veces y Leo Gutiérrez la tiró a López y Planes entrando solo para clavar el cuarto.

Las mil caras de Unión

En las fechas que se llevan jugadas y de la mano de Quiroz, Unión fue aprobando algunas materias para empezar a recibirse de equipo en serio. Encontró rápidamente en este interesante Claudio Guerra Ä8 goles en diez partidosÄ el reemplazante de la "Chancha" Zárate, para que la estructura futbolística rojiblanca no se resintiera demasiado ante los 20 goles que se fueron con varios kilos de más al Botafogo de Brasil a principio de temporada.

Además, empezó a desempolvar viejos fantasmas. Ejemplo: se dio cuenta que podía cuando encadenó cuatro victorias consecutivas, algo que hacía años Äocho, para ser más exactosÄ no conseguía en el profesionalismo de AFA. El "batacazo" del lunes en Rafaela rompió otro mito, ya que no le había ganado nunca a Atlético en el Monumental.

Sin embargo, como lo dijo claramente el mismo Quiroz, este equipo tiene materias importantes pendientes para recibirse de candidato: concentración y mentalidad. No hace falta explicar el primer concepto cuando un mismo jugador hace los tres goles en nueve minutos.

Pero sí es interesante lo segundo. Porque primero "Teté" se preocupó en divorciar la palabra "mentalidad" de la ya gastada "actitud", tan de moda en esto del fútbol. "No, no, son dos cosas distintas. La actitud pasa por correr, meter y no esconderse, algo que este equipo hace siempre. Pero la mentalidad es otra cosa: pasa por ser fuertes a la hora de volcar a favor una situación dividida". Al toque, sin vueltas, el responsable técnico-táctico dijo que "la irregularidad es el peor enemigo de este equipo".

El tema es que Unión descubra la receta a tiempo. Porque hay cuestiones que, verdaderamente, pasan mucho más por la cabeza que por los pies de los jugadores. Sólo así se entiende que un equipo que baila a Chacarita que está arriba, pierda sin atenuantes a la otra semana con Almagro que está último.

Ahí se refleja, resume y explica la famosa palabrita Ä"irregularidad"Ä que usó Quiroz para definir al peor enemigo de este equipo. Porque cuando más lo agrandan las circunstancias para pegar el gran salto, más lo achica el miedo escénico por conseguirlo.

Ayer, sin ir más lejos, llegaba inflado por una histórica victoria en Rafaela donde nunca había ganado. Encima, enfrente, estaba Atlético Tucumán con un desborde de aquéllos: llegaba con cinco fechas sin alegrías, venía de perder con la CAI, Rivoira metiendo cinco cambios con "borratina" a pesos pesados ÄLujambio, Erroz, AsconzábalÄ y el karma de no haber ganado nunca en la historia en Santa Fe. En la cancha, los roles se cambiaron violentamente: el agrandado fue Atlético y el presionado resultó Unión.

Sombras pero sin gozos

A pesar del sol que derretía en Santa Fe, Unión se llenó de sombras atrás. Hoy, el fútbol moderno ofrece muchos más 1-0 apretados que el 3-2 de ayer con los tucumanos. Es por ello que es fundamental poder fijar los cimientos abajo primero que nada. Porque los partidos no se abren siempre como para jugarlos palo y palo, apostando a que la estrategia sea "hacer más goles que el otro".

Hasta acá, otra faceta de las mil caras de Unión se da en la tabla, pero no a la hora de analizar los 20 puntos que lo tienen a cinco del puntero y ubicado noveno en la acumulada. El casillero de los goles es todo un síntoma de este Unión de Quiroz. Porque en la columna de los goles a favor aparece con 19 gritos entre los tres equipos más goleadores de la temporada (los otros dos son Talleres de Córdoba y Defensa); además de lo ya dicho de Claudio Guerra: segundo goleador del campeonato junto a Toledo de Chacarita y a un grito de "Jota" Morales que tiene nueve para Quilmes.

Claro que el panorama cambia diametralmente cuando uno busca los goles recibidos: 17 en 13 partidos, siendo una de las cinco defensas más vulneradas. Por algo ya cambió dos veces de arquero y de sistemas tácticos para defender. Hoy, con volantes que saben cómo ir para generar situaciones y un tándem de ataque (Guerra-Pereyra) respetable, el misterio de Unión pasa por saber cómo defender para hacerse protagonista en serio del campeonato.

Y así como el equipo presenta mil caras, el técnico hubiera terminado ayer con la misma cantidad de delanteros si los hubiera tenido a mano en el 15 de Abril. Tan desequilibrado estratégicamente como su propio equipo, Quiroz terminó con Guerra, Pereyra, Márquez, Arrúa y Weiner, todos delanteros, buscando desesperadamente el empate.

Esta vez no le alcanzó, aunque los tucumanos sacaron varias pelotas de la misma línea y Rosales se comió dos pelotas claras en la "18" para cerrar el placard con el 3-3.

La bolilla ofensiva y la vergüenza deportiva están aprobadas. En las materias que "se lleva", Unión debe prepararse para rendir "mentalidad y concentración" como dijo Quiroz. Unión necesita mentalidad para ponerse de una vez por todas el traje de candidato y concentración para evitar el holocausto futbolístico de ayer donde se suicidó con tres goles recibidos en nueve minutos.

UNION2ATLETICO TUCUMAN3

Unión: Luis Assef; Alejandro Pérez, Lucas Alesandria, Renzo Gonzalo Vera y Walter Yacob; Martín Zapata, Fernando De la Fuente, Jorge Torres; Paulo Rosales; César Pereyra y Claudio Guerra.

DT: Fernando Quiroz.

Atlético Tucumán: Lucas Ischuk; César Montiglio, Diego Reynoso, Javier Páez y Nicolás De Matei; Aléxis Castro, Martín Granero y Bustos; Claudio Sarría; Luis Rodríguez y Leopoldo Gutiérrez.

DT: Héctor Rivoira.

Goles en el segundo tiempo: 7', 13' y 16' Luis Rodríguez (AT); 18' Claudio Guerra (U); 26' Paulo Rosales (U), de tiro penal.

Cambios en el segundo tiempo: 9' Fernando Márquez por De la Fuente (U); 14' Verón por Nicolás Castro (AT); 32' Sebastián Longo por Sarría (AT); 34' Matías Arrúa por Yacob (U); 43' Germán Weiner por Alesandria (U) y 44' Juan Pablo Pereyra por Rodríguez (AT).

Cancha: Unión.