De la Redacción de El Litoral
La Escuela Especial Nº 2009 "Dr. Bernardo de Monteagudo" dará cierre a las actividades conmemorativas del 70º aniversario de su fundación -cuya fecha fue el pasado 19 de julio-, con un acto en el que se proyectará un video institucional y se presentará la obra teatral "Laurita y el hombre invisible", basada en un cuento elaborado por los propios alumnos, que resultó finalista del certamen literario "Cuentos para un futuro con esperanza". El evento tendrá lugar el próximo miércoles a las 18 en el Centro Cultural Provincial donde, además, se expondrá una muestra de trabajos artísticos realizados por los chicos.
La institución se encuentra emplazada en cercanías del Parque Sur -9 de julio 997-, y recibe a la población escolar proveniente principalmente de los barrios Centenario, Santa Rosa, Chalet, San Lorenzo, Alto Verde, San José del Rincón, La Guardia y Colastiné. Creada en 1938, fue la primera escuela especial para chicos con discapacidades mentales e intelectuales de la ciudad. Actualmente asisten a su sede 65 alumnos del nivel inicial (de 4 y 6 años) y de primaria especial (mayores de 6 hasta los 14 años).
Propuestas tales como las adecuaciones curriculares, abordajes individuales y grupales, programas especiales -habilidades sociales, articulación al interior de la institución y con otras entidades relacionadas con la problemática de la infancia especial-, constituyen una parte central del proyecto institucional. Zulma Borgetto, directora del organismo, explicó a El Litoral que "otro de los servicios educativos de la escuela es el desarrollo de grados radiales de educación especial diseminados en escuelas primarias, con la integración escolar de niños de educación especial en los niveles inicial y primario, tanto en gestión pública como privada".
En el proyecto curricular de la escuela se incluye además la formación académica integral y profesional básica, dirigida a una educación para la identidad y la autonomía. "Algunos de los grados radiales están ubicados en la zona suroeste de Santa Fe, y también en las localidades de la costa, como Alto verde, Rincón y La Guardia", puntualizó.
"A lo largo de su historia la escuela ha vivido muchas transformaciones, de acuerdo a los cambios de paradigmas de la educación especial y a las transformaciones en los modos de intervención educativa", comentó Mariela Gutiérrez, vicedirectora. "La escuela focaliza más en sus posibilidades que en las deficiencias con las que trabaja, y por eso desarrollamos programas que tienden tanto al abordaje pedagógico individual como grupal. Le damos mucha importancia al concepto de autonomía, socialización y comunicación. Sobre estos pilares, desarrollamos las programaciones y hacemos las propuestas curriculares".
Consultada sobre cómo el docente construye el vínculo con los niños que tienen necesidades educativas especiales, Gutiérrez afirmó: "La interacción que construimos con los chicos es muy afectiva. El cariño y la contención constituyen la piedra basal sobre la que se edifica ese vínculo. Ellos toman como un referente fuerte al maestro de las clases habituales, pero se permiten aperturas hacia los demás docentes, de educación física o música, por ejemplo. En ese sentido, el vínculo es abierto y dinámico: se construye con todos los que trabajamos en la escuela ", destacó.
Sobre este tema, Borgetto sostuvo que "ocupa un lugar importante el concepto de vinculación. Toda nuestra estrategia pedagógica supone una articulación en la que intervienen los maestros, los niños que vienen desde estimulación temprana y los chicos que egresan de la escuela primaria hacia la formación laboral. Estas articulaciones contribuyen a que el alumno tome confianza y seguridad, se sienta cómodo y querido".
Identidad y autonomía
Una educación para la identidad y la autonomía es la consigna en base a la cual la Escuela Monteagudo ha trabajado fuertemente en el año de su 70´ aniversario. "Consiste en revalorizar la historia individual y colectiva para la construcción de la identidad institucional; conocer de dónde venimos para ver qué podemos cimentar a partir de lo que somos", explicó la directora. Y Gutiérrez completó: "La idea articulada de identidad, autonomía e integración social de los chicos con discapacidades mentales otorga un sentido profundamente humano al proyecto pedagógico de la escuela".
Durante mucho tiempo, la persona discapacitada padeció el estigma de ser un sujeto segregado de su comunidad. Sin embargo, "en la actualidad se observa un cambio positivo en una percepción social ante la problemática de la discapacidad. De a poco estamos logrando que el niño y el adulto con capacidades diferentes sean reconocidos como miembros activos, que se destaquen sus aportes reales dentro del entorno familiar y el barrio", explicó Gutiérrez. "Uno de los objetivos centrales de la escuela es, precisamente, hacer de nuestros chicos, sujetos de derecho".
Por su parte, la directora de la Escuela Monteagudo destacó "la importante respuesta que dan las instituciones de bien público de la ciudad y, en particular, los medios de comunicación. Gracias a estos canales de difusión podemos expresar nuestro mensaje y prédica institucional. Esto permite crear una nueva conciencia frente a la discapacidad como dimensión problemática que nos interpela a todos, y los más favorecidos son los niños que asisten a nuestra escuela. Se están dando signos prometedores en este cambio de la concepción social sobre el discapacitado".
"Aunque aún hay mucho por hacer, hoy no sólo al minusválido se lo acepta, sino que se le reconocen derechos y se lo integra: hay una apertura hacia una mayor socialización", concluyó la docente.