Educación: EDUC-01
Investigadora santafesina trabaja en un proyecto innovador
Desarrollan método que reconoce las emociones a través del habla
Se trata de un sistema informático que permite determinar qué siente una persona a partir del procesamiento de su registro oral. Si bien el proyecto está en una fase experimental, hubo un reconocimiento positivo del 76 % de las pruebas realizadas sobre tres emociones. Podría tener novedosas aplicaciones en diversos ámbitos de la vida humana.

Luciano Andreychuk[email protected]

"¿Sabés cuántas llamadas recibe el 107 por día? Muchísimas. Pero, ¿cuántas de ellas son realmente emergencias y cuántas bromas pesadas? Los bromistas que llaman a Emergencias Médicas no entienden la gravedad de que la ambulancia no esté disponible para salvar una vida por ir al socorro de un chiste telefónico. Bien, si se implementara el reconocedor automático de emociones, éste evaluaría el estado emocional de la persona que llamó al 107 a través de su voz, logrando diferenciar emergencias de bromas, y optimizando el sistema de urgencias médicas". Con este ejemplo práctico y el entusiasmo de la curiosidad brillando en sus ojos, la joven investigadora María Belén Crolla -de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas (Fich) de la Universidad Nacional del Litoral (UNL)-, explicó una de las tantas aplicaciones en el medio social que tendría su trabajo final de carrera titulado "Reconocimiento automático de emociones a través del habla", el cual fue premiado como uno de los dos mejores trabajos en el último Encuentro de Jóvenes Investigadores de Santa Fe.

"El proyecto forma parte de mi proyecto final de carrera. Nació con la idea de que fuera mi tesis de grado, y terminó siendo un proyecto de investigación", contó Belén a El Litoral. "Hoy en día, con el permanente progreso de las nuevas tecnologías de la información, las formas de interacción hombre-máquina se han convertido en una nueva disciplina dentro del campo de estudio de las tecnologías informáticas. Debido a la tendencia natural de las personas de expresar sus estados emocionales a través de la voz, que una máquina logre reconocer automáticamente el estado emocional del hablante sería muy significativo y permitiría nuevas observaciones en el campo de la investigación ", explicó.

Actualmente hay sistemas informáticos que pueden reconocer "qué dijo" y "quién lo dijo", utilizando técnicas de reconocimiento del habla y de identificación del hablante. "Si a ésto se agregara un sistema de reconocimiento de emociones, se podría saber en qué estado emotivo fue dicho eso que se dijo", detalló la joven investigadora, y aclaró: "Es una investigación que aún está en desarrollo".

Cómo funciona

"Lo que encontré en Internet fue una serie de audios (voces humanas) en alemán de 10 personas diferentes, 5 hombre y 5 mujeres, que expresaban 6 emociones (alegría, ansiedad, susto, cansancio, enojo, tristeza y estado natural). Esto permitió no sólo que tenga muchas emociones para trabajar en las pruebas, sino también que no sea dependiente de un único hablante", explicó.

"A partir de este corpus de voces desarrollamos el reconocedor informático de emociones, que básicamente determina qué emoción expresa cada voz procesada", se explayó Belén. "Este método nos permitió hasta ahora un porcentaje de reconocimiento muy bueno. Inicialmente empezamos las pruebas con tres emociones expresadas en las voces (alegría, enojo y estado natural), después fuimos agregando una y otra emoción al reconocedor con diferentes pruebas".

Los resultados

En base a las pruebas que se realizaron sobre las tres emociones antes mencionadas, hubo un reconocimiento positivo del 76 % sobre todos los casos analizados. "Ese 76 % surge de 3 emociones sobre 535 audios en idioma alemán. Pero, a su vez, realizamos validación cruzada; es decir, hicimos pruebas tomando diferentes fragmentos de esos audios y de forma aleatoria, y así llegamos a unos 900 audios en total por prueba realizada", precisó la investigadora de la Fich.

"Para el caso de 3 emociones se obtuvo un 76% de reconocimiento, mientras que para 7 emociones el porcentaje fue del 86 %", especificó Belén en sus conclusiones.

Para el futuro, la investigadora tiene previsto realizar estas pruebas con una base de datos de voces humanas en español, para ver qué eficiencia tiene el reconocedor procesando nuestro idioma. "Como no hay corpus de audios en español, lo que estoy haciendo es extraer de películas argentinas breves fragmentos orales que expresen tres emociones, para después pasar a siete emociones si la primera fase resulta exitosa", proyectó.

La emoción informatizada

Realidades virtuales, comunicación mediada por ordenadores, inteligencia artificial. Cada vez que las tecnologías informáticas se acercan tanto a la condición humana -simulándola o representándola- aparece el asombro por ese universo desconocido sobre las posibles interacciones entre hombre y máquina. Mientras Hollywood se ha dedicado de expandir los límites de la imaginación -léase "I.A." de Steven Spielberg, o "Simone", de Andrew Nicoll, protagonizada por el genial Al Pacino-, de a poco la ciencia se va encargando de realizar aquello que el cine promete apelando a la fantasía y a presupuestos faraónicos.

Después de conocer la investigación de Belén Crolla, surge espontáneamente una pregunta: ¿Qué pasaría si, un día, la computadora ingresara a la sesión de terapia, se acomodara al lado del diván y empezara a reconocer los estados emocionales del paciente (en base al procesamiento de su registro oral), a elaborar diagnósticos precisos, a proponer los tratamientos más eficaces, más rápido de lo que lo haría el propio terapeuta? ¿Adónde irían a parar las obras de Freud, o los tratados de Lacan sobre el inconsciente?

Más allá de estos interrogantes planteados informalmente al pasar, lo cierto es que las ciencias informáticas se acercan cada vez más al hombre en su condición más profunda, a aquello que lo distingue del resto de los seres vivos: las emociones. Proyectos de investigación como el que ha desarrollado esta joven investigadora de nuestro medio invitan a reflexionar sobre los alcances inconmensurables de la investigación científica y, en particular, de las tantas formas posibles de acercamiento entre informática y el estudio del hombre, entre los bytes y las moléculas, entre pulsiones y lenguajes binarios.

Aplicación

"Pongamos por caso que a una persona le roban el celular en la calle, y llama a su empresa de telefonía para hacer el reclamo. La atiende una máquina que le dice "marque tal número, marque tal otro', y así sucesivamente durante largo rato. Esto fácilmente podría ponerla furiosa. El reconocedor de emociones identificaría ese estado de furia y derivaría la llamada hacia personal humano, para una resolución del caso personalizada, no mediada por una máquina parlante que pone los pelos de puntas a cualquiera (risas)", graficó María Belén. "De esta forma, probablemente la empresa evitaría perder un cliente. Ésta sería una de las tantas aplicaciones que podría tener este método para el reconocimiento de las emociones a través de la voz".