Opinión: OPIN-03 Chagall y el espíritu religioso

Elena Moreno (EFE)

La fascinación por la Biblia y por las tradiciones cristianas y judías que sintió el pintor modernista Marc Chagall quedan reflejadas en una exposición que presenta el Museo de Arte Bíblico de Nueva York. "Ningún otro pintor modernista combinó de manera tan espectacular y rica las tradiciones del hasidismo judío, con la ortodoxia oriental y la tradición católica occidental", indicó la institución para presentar esta exposición que se ha titulado "La Biblia de Chagall: Cuentos místicos" y que estará abierta al público hasta el 18 de enero de 2009.

La muestra examina esa fascinación por el mundo bíblico de Chagall (1887-1985), de origen ruso y el mayor de nueve hermanos de una familia judía de Bielorrusia, a través de un centenar de bocetos, litografías y algunas de sus pinturas más famosas relativas a esa temática.

En ellas se mezclan las representaciones de héroes bíblicos, profetas o escenas de la crucifixión, y una de ellas, la titulada "Quai de Tournelle" (1962), se exhibe por primera vez en Estados Unidos.

"Sabemos que Chagall fue un hombre profundamente sensible a sus raíces culturales y a su patria adoptiva, que fue Francia, y que también fue un hombre muy religioso", explicó el director de exposiciones, Paul Tabor. El pintor de origen ruso, subrayó, "demostró una gran sensibilidad hacia las diferentes tradiciones religiosas durante su vida, desde el judaísmo que aprendió en casa, al cristianismo ortodoxo de Rusia, donde nació, y al cristianismo occidental que encontró en Francia y más adelante en Estados Unidos".

"Creemos que Chagall no había sido tratado con seriedad en una exposición en Nueva York desde hace 20 ó 25 años, así que era el momento idóneo para revaluar su trabajo a través del cuerpo de su obra dedicada a la temática religiosa", subrayó Tabor. Además, explicó que el artista que adoptó la nacionalidad francesa y durante unos años, los de la Segunda Guerra Mundial, vivió en los Estados Unidos, "se acercó a esa temática no sólo a través del Antiguo Testamento, sino que, sorprendentemente, incluye muchos aspectos del Nuevo".

"Chagall fue un pensador espiritual que nunca fue sectario", subrayó el experto sobre la obra de un artista que en sus pinturas reflejó los elementos simbólicos de esas tres tradiciones religiosas.

Para la directora ejecutiva, Ena Heller, la muestra revela "las primeras raíces del vocabulario visual y la rica complejidad y originalidad" de Chagall, una artista que fue testigo de la Revolución Rusa, así como de las dos guerras mundiales, del holocausto judío y del establecimiento del Estado de Israel.

En la exposición se pueden ver también las doce litografías originales que el artista diseñó en 1962 para las ventanas de la sinagoga del Hadassah-Hebrew University Medical Center israelí, y que están todas autografiadas por Chagall y por el impresor Charles Sorlier. Esas litografías se reflejaron luego en los cristales de los ventanales de esa sinagoga como dedicatoria a las doce tribus de Israel, incorporando en ellas los símbolos judíos.

Para Tabor, sus imágenes de la crucifixión "pueden ser vistas como la culminación del sufrimiento y del exilio de sus primeras ilustraciones. Esos símbolos cristianos y judíos se yuxtaponen con alusiones a eventos horribles de la época, y son, quizás, la expresión de sus sentimientos más profundos".