MODA

Vestidas para celebrar

Navidad y Año Nuevo se aproximan y, en la copa que alzamos para brindar, se agita la pasión y la belleza. Una vivencia que amerita buen gusto, comodidad y una nueva sensualidad a la hora de elegir qué ponernos. TEXTOS. GEORGINA LACUBE.

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Aunque festejemos en familia o con amigos no hay excusas para dejar de lado, por lo menos esos días de fiesta, esas prendas demasiado informales -como las que usamos para estar en casa- o los zapatos viejos.

Vestirse bien para un festejo es también una forma de homenajear a quien festeja o recibe, por supuesto, conservando el estilo personal y sin perder personalidad.

Los vestidos, como siempre, son la prenda estrella de las fiestas y cada temporada tiene sus favoritos. Esta vez, encabezan la lista las túnicas -tan frescas como cancheras- y los vestidos con frunces, volados, silueta globo, satinados, con encaje y en tonos vibrantes.

“Entre lo comodines para fiestas y reuniones de fin de año no pueden faltar un vestidito negro y otro de algún color sentador. Otra opción puede ser un vestido largo negro liso, sin bordados ni elementos temporales, renovable con accesorios”, aconseja Carolina Aubele, diseñadora y experta en imagen personal.

“Otro aspecto para tener en cuenta a la hora de comprar esta prenda, es considerar lo que solemos hacer en las fiestas. Aquellas mujeres a las que les encanta bailar deben incorporar vestidos que las acompañen en los movimientos; en ese caso, los breteles escurridizos o strapless no son la mejor opción. Cuando vamos de compras, es ideal hacer los movimientos que haremos en las fiestas mientras nos probamos las prendas”.

Opciones para verse atractiva

Una y mil opciones en la colección del diseñador Fabián Zitta, que optó por “piezas” armadas sobre fibras naturales procesadas con diferentes técnicas de texturados: plisados, tableados y volúmenes de nuevas siluetas aportando un marco moderno para el verano. Todo en una paleta de colores variada y estridente: verdes intensos, amarillos opacos, fucsias fuertes se codean con el clásico negro y los tonos piel.

Por su parte, Zulas propone para estas fiestas vestidos etéreos para llevar durante el día o la noche, en colores tierras, cítricos (naranja, amarillo y verde), fucsia y pasteles. También incorpora estampados florales y rayas.

Wanama propone una nueva estética, en la que predomina un estilo romántico, que marca el regreso del corsé y de los estampados florales pintados a mano. La marca toma como fuente de inspiración el espíritu de las leyendas e historias fantásticas de “Las mil y una noches”, que despliega a través de toda su colección la magia y misterio del Oriente.

En cambio, Zito se inclinó por los diseños funcionales y sencillos. Como dijo Cocó Chanel, “la moda tiene dos objetivos: comodidad y amor”, ilustran desde la marca.

Organza, satén, muselina, jersey de seda natural son las texturas de enorme calidad y movimiento elegidas para elegantes vestidos de tendencia greco-romana, enteros, strapless en túnicas, tops escote corazón, aplicaciones de flores de crepe georgette y muselina en lánguidos vestidos y tops.

Una mirada más glam-rock es la de Eufemia, que propone una colección sofisticada y descontracturada. ¿Sus favoritos?: los microvestidos y vestidos strapless con volumen que aportan un toque chic, rebelde y audaz. Todo en coral, verde esmeralda, amarillo, azul y un toque de fucsia, y los infaltables blanco y negro.

“Cuando compramos un vestido, tenemos que pensar en el género y en el corte: tiene que favorecer nuestra silueta y durarnos unos cuatro años -asesora Carolina Aubele-. Hay que buscar, también, que posea clase y muy buena confección. Siempre es una acertada inversión de la que no vamos a arrepentirnos. Y, para adecuarlo a las circunstancias, nada mejor que recurrir a originales accesorios”.

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Entre lo comodines para fiestas y reuniones de fin de año no pueden faltar un vestidito negro y otro de algún color sentador, sugiere la diseñadora Carolina Aubele.

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El comodín

Desde los años 20 se asocia el negro o el little black dress- con Cocó Chanel, la costurera que lo incorporó a la vida mundana, inspirándose en las faldas de su uniforme del orfanato de Aubazine. A veces seductor, otras recatado, osado o modesto, elegante o informal, es uno de los principales caballitos de cualquier batalla. Mujeres tan diferentes como lady Diana Spencer y Elizabeth Hurley lo han utilizado para cambiar su imagen. Diana recurrió a un vestido negro escotado de fiesta cuando hizo su primera aparición en público con el príncipe Carlos. Fue tal el impacto que provocó que luego abundarían los titulares alusivos a su sensualidad.

Por su parte, Hurley se mostró con un Versace con alfileres de gancho que transformó a la tierna muchachita inglesa en un símbolo sexual.

La influyente revista de moda Vogue lo calificó como “el Ford de la moda, el nuevo traje accesible de las mujeres de buen gusto”.

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EN las fotos

1. Dolores Barreiro luce un modelo de la colección de Fabián Zitta.

2. Varios modelos de alta costura, para las más glamorosas.

3. El clásico negro, en este caso en un modelo con volumen.

4. Un modelo bien glam: otra posibilidad para lucir en la cena navideña.

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Toda la frescura y desenfado del verano en este vestido para toda ocasión.