Un albañil -ex pareja de la mujer- está detenido
Pista pasional en el caso de la mujer degollada

El crimen ocurrió en una humilde vivienda del barrio Reyes, en la ciudad de San Justo, y el presunto autor del hecho fue detenido por la policía cuando intentaba escapar a pie por la zona rural aledaña a esa población.
Foto: Carlos Yesciani
Los investigadores que tienen a su cargo el caso de la mujer que fue encontrada degollada dan por seguro que el móvil del hecho es pasional.
La hipótesis encuentra fundamento en un amplio escenario de violencia doméstica que incluye numerosas denuncias por maltrato, amenazas y agresiones, en sucesos cuyos documentos obran tanto en sede policial como judicial.
Malvina Soledad Fernández, como se llamaba la muchacha asesinada, estuvo algunos años en pareja con Daniel Darío Díaz, un albañil de 31 años. Juntos tuvieron un nene que actualmente tiene 4 años, pero ya no vivían juntos porque las escenas de violencia doméstica eran recurrentes. Según fuentes de la Unidad Regional XVI, con sede en la ciudad cabecera de San Justo, el hombre había sido sancionado hace pocos meses con una exclusión de hogar que le impuso un juzgado de familia de Santa Fe. La causa se había iniciado precisamente por las permanentes agresiones sufridas por Malvina, hechos que ayer terminaron con el peor de los finales posibles.
La llamada
El crimen de Malvina se produjo poco después de las 3 de ayer en la vivienda de 1º de Mayo 1577, en la zona oeste de San Justo. Agentes de la seccional 2ª de esa ciudad tomaron conocimiento del episodio por una llamada telefónica realizada por un vecino de la pareja.
Cuando los uniformados llegaron al lugar se encontraron con Malvina tirada, ya sin vida, en el patio trasero de la vivienda y en medio de un enorme charco de sangre. Tenía un profundo corte que le recorría casi todo el cuello. “Faltaban 20 centímetros para que la degollaran completamente”, manifestó un vocero de la investigación.
Desencuentros
Malvina Fernández, además del hijo que había tenido con Díaz, era madre de otro nene de 9 años de un matrimonio anterior. El obrero también tiene hijos de una pareja previa. “Los dos eran oriundos de San Justo. Cada uno tenía su matrimonio con hijos hasta que se separaron y se fueron a vivir juntos a un pueblo cercano que se llama Pilar. Allí estuvieron un tiempo, nació el nene, pero también comenzaron los problemas entre ellos. La tensión fue tal que un juzgado de Familia de Santa Fe lo sancionó a Díaz con una exclusión de hogar”, comentó un investigador de la Unidad Regional XVI.
Lo cierto fue que ambos recompusieron la relación, vendieron todo lo que tenían en Pilar y volvieron a San Justo para instalarse en una casa a medio construir que pertenecía a Díaz, quien en base a su oficio la fue terminando de a poco, según indicaron los pesquisas.
Así estuvieron hasta que hace unos cuatro meses, cuando optaron nuevamente por tomar distancia por las constantes peleas que se daban entre ellos y que muchas veces pasaban de la violencia verbal a la física. Cuando se produjo la tragedia, Fernández estaba junto a sus hijos y a su hermano menor. De acuerdo con lo que pudo reconstruir la policía, Díaz llegó para llevarse al más pequeño consigo, pero la mujer aparentemente no le quiso abrir la puerta.
A las patadas
Entonces el hombre rompió la abertura de una patada e ingresó a la casa. Ante ese marco, y para evitar una desgracia mayor, el hermanito de Malvina decidió llevarse a los dos pequeños a la casa de unos vecinos para después regresar y tratar de defender a la mujer.
Cuando el chico volvió a la vivienda ya era tarde y se encontró con el peor cuadro. Los gritos de la pareja dieron paso a los golpes que fueron minando la fuerza de Malvina, hasta que en un momento el albañil tomó de los pelos a su ex mujer, la arrastró hasta el patio trasero de la casa y allí prácticamente la degolló con un cuchillo de mango de madera y una hoja de 26 centímetros de longitud. Tras esa acción, el homicida huyó a la carrera del lugar mientras el hermano de la joven salía a buscar, desesperado, ayuda.




