Señal de ajuste

Infamias del verano

2.jpg

Santiago del Moro en la época en que era conductor de Much Music. Ahora está al frente de “Infama”, un reality de la farándula.

Foto: Archivo El Litoral

Roberto Maurer

[email protected]

Si las personas civilizadas pronosticaron una vida efímera a “Infama”, se equivocaron una vez más: no solamente completó la temporada, sino que inició un período estival de luxe, de duración extendida y con un numeroso panel en el cual participa Adriana Schettini, una periodista en condiciones de procurarnos citas del campo intelectual, incluyendo lacanianos como Germán García.

Por su parte, Santiago del Moro va rehaciendo la imagen de young rebel que lo había consagrado en Much Music, pero que no se decidía a recrear en toda su ferocidad en su primer trabajo para el aire. Ahora no economiza crueldad, malicia y un lenguaje procaz, muy apropiados al rumbo cómico más abierto adoptado por este programa dedicado a espiar a las celebridades, generalmente con su consentimiento.

Los legos no deben confundirlo con el género de chimentos representado por “Intrusos”, cuyos tiempos están más bien cerca de una reunión del episcopado: Rial, Ventura y los suyos prefieren el análisis y la reflexión profundas, en tanto que el ritmo de “Infama” es arrollador y el televidente resulta constantemente atropellado con títulos agresivos como “Te mostramos a Victoria Vanucci en pelotas”, comentarios afilados y móviles vertiginosos desde Mar del Plata, Punta del Este y Carlos Paz.

LOCO, PATÉTICO, DESUBICADO TOTAL

Se transmite en vivo desde Mar del Plata una previa del megadesfile de las escalinatas donde la movilera retiene durante unos segundos a Magalí Montoro, apurada por ir a cambiarse, pero con el tiempo suficiente para entregar un pensamiento nacido de su experiencia, en relación con las exigencias de un público que quiere ver a las modelos cada vez con menos ropa: “Al argentino le gusta la carne, si no se levanta y se va, así que hay que ofrecer algo de culo y teta”. Ante una pregunta del conductor, (“¿cómo es eso? Porque siempre terminan desfilando en bolas”), reveló la existencia de una división entre las modelos, de gran interés para estudiosos de las pasarelas. Al parecer, algo así como divinas y populares, un mundo donde las novatas son obligadas a sacarse más ropa que las consagradas.

A propósito de los desfiles, Giordano fue pulverizado con un back que lo mostraba nervioso (“El lado oscuro del rey de las modelos”, titularon), y que fue aprovechado para denunciar su decadencia. “Loco, patético, desubicado total, éste es el verdadero Giordano” y “rajá, se te pasó el cuarto de hora”, se pudo escuchar, en tanto Adriana Schettini, con su touch culto, recomendaba al modisto la lectura del libro de un autor francés que sostiene la existencia de una simetría entre democracia y desfile de modas, ya que en ambos casos se necesita de la seducción, que sería innecesaria en las dictaduras. ¿Qué tal?

ANTES UN MENOR Y AHORA UN NEGRO

De todos modos, hay notas superficiales, como las fans cuando agarran a Mariano Martínez (“Mariano las calienta”, explican sin necesidad), cuando el actor visita durante una hora un boliche y “cobra entre diez y quince lucas”. Para Mariano Martínez, “es bueno, porque lo habían instalado en la ruta de la efedrina”. O una nota donde se magnifica un “accidente” de Flor Torrente, que se dobló un tobillo en la arena yendo a una fiesta en Punta del Este. O las salidas de Mirtha al teatro o de compras al negocio de Patricia Miccio, o las imágenes de la “gente muy cool” que asistió al casamiento de Sofía Achaval, de la cual formaban parte Carla Peterson y su novio francés “supereducado”. O la temperatura de Graciela Alfano, “que anda como caliente” y que es mostrada con un afro muy apuesto. “Anduvo con uno veinte años menor y ahora con un negro”, se comenta, dando cuenta de la amplitud de los gustos de la vedette.

DE BULTOS Y PAQUETES

Se visitan los teatros antes de la función y recorren los camarines del elenco que encabeza Nito Artaza, con las vibraciones de la transmisión en vivo y la divertida Gladys Florimonte como guía. La actriz, que pasó del San Martín a Jorge Corona, apareció con su personaje de Zulma, la que acostó a Tinelli, y sus chistes teñirían de rubor las mejillas de su ex patrón, Jorge Corona.

Nos introdujo al camarín del bailarín y coreógrafo Flavio Mendoza, que vestía una bata estampada que no se atrevería a usar Fu Man Chu. Ya que lo encontró agachado, exclamó “mirá el culo que tiene” y luego le hizo levantar la bata para que exhibiera sus glúteos brillantes. ¿Cómo se preparan los bailarines para salir a escena? “Siempre les digo a los chicos que como las ropas son apretadas hay que acomodarse el paquete”.

Pero el título central de la jornada puede ser : “Una famosa actriz anda muy caliente y tiene un novio, ¡se está comiendo un stripper!”. No la identifican hasta el final, mientras, a cada rato, muestran imágenes del musculoso beneficiario, que “se habría acostado con varias famosas”, hasta que se revela la identidad de la actriz: Valeria Britos, que ha llegado lejos desde “La Nena”. La describen como “apasionada por los bultos”, en referencia a los atributos del stripper que habían mostrado con tanta insistencia.

Como dice Santiago del Moro, “así son los famosos y por eso son famosos”.

“Infama” es un reality de la farándula y a la vez un homenaje a Darwin, cuyo 200º aniversario en estos días festeja el mundo.