Recuperan el retablo, el púlpito y una puerta lateral

Completan obras de restauración en la Catedral Metropolitana

En esta segunda etapa se continuarán los trabajos que se encararon con anterioridad para resolver graves problemas de humedades, pero se hace hincapié en lo estético.

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El restaurador Mauro Fornari tiene a su cargo las obras en el púlpito y el retablo.

Foto: Néstor Gallegos

Mariana Rivera

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Tras varias obras de reparación integrales en el edificio de la Catedral Metropolitana, que básicamente apuntaban a resolver humedades ascendentes y descendentes, a mediados de diciembre comenzaron a realizarse otros trabajos de restauración en su interior.

En este caso, las intervenciones se están concretando en el retablo, ubicado a espaldas del altar; el púlpito, situado en la nave central, y en una de las puertas laterales de la iglesia, que le da salida a calle San Jerónimo.

El padre Gustavo Appendino, sacerdote de esa parroquia, acompañó a El Litoral durante una recorrida por el edificio y explicó las obras que se están realizando, “después de haber hecho el trabajo más grueso de pintura, recambio de techos y otros arreglos, ahora con una inversión cercana a los 200.000 pesos”.

Tras precisar que el púlpito “es el lugar desde donde antiguamente se hacía la prédica”, el sacerdote reseñó que “tiene una belleza noble y simple. Antiguamente, pertenecía a la Catedral de Buenos Aires; fue donado a esta iglesia, y por eso tiene una importancia especial”.

Las tareas de restauración están a cargo del santafesino Mauro Fornari, quien “está haciendo los trabajos en su taller y no tanto en la obra, ya que hay faltantes y cosas que tiene que limpiar y reponer. Esta misma persona también va a tener a su cargo los trabajos de limpieza y restauración del retablo, que es la parte posterior del altar y la sede episcopal”.

Al respecto, advirtió que “esto es lo que más llama la atención de quienes entran a la iglesia por el cortinado que lo tapa. Va a ser limpiado y restaurado en su totalidad y, en algunos sectores, también remodelado, en función de embellecerlo todavía más. Es el lugar donde está ubicada la llamada cruz indígena y, a su lado, las dos grandes imágenes de San Pedro y San Pablo. No se la aprecia debidamente porque no hay un contraste de colores adecuado; la remodelación apuntará a esto”.

Otras intervenciones

Esta segunda etapa de obras en la Catedral Metropolitana incluirá el pulido del piso del edificio y el cambio en un sector del presbiterio, además de la corrección y del mejoramiento de la iluminación del altar mayor y de los laterales, así como la recuperación de los jardines ubicados al norte de la iglesia, siguiendo el estilo de los que están sobre el lateral este.

Otra intervención importante es la restauración de una de las cuatro grandes puertas de madera de la iglesia, sobre San Jerónimo. En este sentido, el padre Appendino explicó que “estaba vencida y era un trabajo difícil de lograr sin que corriera el riesgo la estructura de la puerta. La idea era conservarla y restaurarla; por eso el trabajo fue más fino y demandó tiempo, para no perder el encanto de esa puerta vieja”.

Cabe recordar que ambas intervenciones para recuperar el edificio de la Catedral Metropolitana se concretaron con fondos de la Dirección Nacional de Arquitectura. “Estamos agradecidos tanto por la manera en que la Dirección de Arquitectura cumplió con la parte gruesa del trabajo como por la disponibilidad que han tenido y la puntualidad para hacer los aportes y poder seguir con la obra. Santa Fe merece estas obras y las estaba necesitando”, indicó.

Por último y en relación con los plazos de la obra, el sacerdote aclaró que éstos “son siempre estimativos. Con la primera parte, nos pasó que los tiempos fueron superados ampliamente porque se van descubriendo nuevas necesidades. La intención de esta segunda etapa es que no mucho tiempo después de la celebración de la Pascua esté la obra terminada, en torno a la mitad del año”.

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EL DATO

Lo que no se hace

A días de haber concluido los primeros trabajos de recuperación del edificio de la Catedral Metropolitana, que incluyó la pintura interior y exterior, aparecieron grafitis pintados sobre la pared que da a calle San Jerónimo. Se trata de una demostración más de que no sabemos cuidar lo nuestro y lo peor es que esto ocurrió en varias oportunidades desde aquel primer escrito.

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La puerta lateral está siendo recuperada porque por su peso se había desnivelado.

Foto: Néstor Gallegos

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ADEMÁS

Las bodas en Santo Domingo

Las obras de restauración de la Catedral Metropolitana no interfieren en las actividades diarias de la iglesia. El padre Appendino aseguró que “a la Navidad la recibimos en las condiciones en que está el edificio, al igual que las demás celebraciones diarias. El único replanteo que hubo ha sido con los casamientos, tal como hicimos en la primera etapa de obras. Si bien las celebraciones matrimoniales se hacen en la iglesia parroquial, con motivo de esta situación, los padres dominicos nos permitieron hacer ahí los casamientos, únicamente durante las obras”.

Por otra parte, el sacerdote destacó que “la restauración de la Catedral, la Iglesia de los Milagros y de Guadalupe, la recuperación como patrimonio histórico de la casa de Sor Josefa Díaz y Clucellas muestran el interés por parte de la Iglesia, las autoridades gubernamentales y los organismos a favor de la cultura para recuperar edificios y monumentos paradigmáticos para la sociedad santafesina, no sólo para los cristianos. Eso es un buen síntoma de querer conservar la ciudad”.