Los choferes están preocupados por las falencias técnicas

Los colectivos que circulan por la

ciudad muestran un claro deterioro

Por estas horas el Departamento Ejecutivo Municipal define una estrategia para garantizar un mayor control del transporte, más allá de que se licite el servicio.

De la redacción de EL Litoral

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El sistema de transporte público de pasajeros por colectivos ha evidenciado este verano el grado de mayor decadencia de los últimos años. Las 21 unidades cero kilómetros que los empresarios incorporaron en julio del año pasado ya no recorren las calles de la ciudad. A cambio se ven unidades muy viejas, que según los choferes tendrían serias falencias técnicas.

No sólo fueron reemplazados los coches más modernos, también otros más antiguos pero que estaban en mejores condiciones que los que componen la flota actual.

En el marco de precariedad que rige el servicio hoy, y mientras se aguarda que el Concejo Municipal trate el mensaje del Ejecutivo para un nuevo llamado a licitación -incierto debido a la actual crisis económica-, las autoridades reconocen el problema: “Desde fines del año pasado se observaron modelos cada vez más viejos”, afirmó el intendente Mario Barletta. Por estas horas, el DEM analiza “una estrategia que permita al gobierno de la ciudad tomar definitivamente el control que se necesita para garantizar la prestación del servicio”, agregó. (Ver aparte)

En tanto, el secretario de Gobierno, José Corral, aseguró que las unidades que circulan hoy “fueron dadas de alta por el municipio por lo que tienen la revisión técnica vehicular y el seguro al día”.

Los empresarios, en cambio, se resguardaron en el silencio y no hicieron ningún tipo de declaración, a pesar de los insistentes llamados de El Litoral. El argumento que dieron al municipio, respecto de por qué no están las nuevas unidades en la calle, es que “no pudieron pagar los créditos y tuvieron que devolverlas”.

Desde el anonimato, choferes de distintas líneas relataron las penurias que padecen a diario al conducir colectivos “en pésimo estado”.

Desde adentro

Las quejas de usuarios por los colectivos a los que deben subirse son muchas. Dicen que son “muy viejos, ruidosos y no se distinguen fácilmente”. Los choferes, quienes tampoco están contentos por los coches en los que deben circular ocho horas diarias, son los primeros en recibir los reclamos. “La gente se queja y se la agarra con nosotros, pero no tenemos nada que ver”, refirió un chofer.

En la recorrida realizada por El Litoral, los trabajadores se mostraron muy preocupados por las condiciones de los colectivos que deben conducir. Aseguran que “son un peligro y se quedan en la calle”. “Hay coches que son de 1991, que se nota que no tienen ningún tipo de mantenimiento y que fueron colocados a circular así como llegaron a la ciudad. Tienen mala dirección, tienen las cajas rotas... entre otros problemas. Por otro lado, nos inquieta mucho saber qué puede llegar a pasarnos a nosotros si por alguna falla de estos coches llegase a ocurrir un accidente”, manifestó otro trabajador a El Litoral.

Por último, es de destacar que todos los choferes consultados se mostraron disconformes y preocupados por el reemplazo de unidades e instaron a los usuarios a realizar sus reclamos en la Municipalidad.

“Los nuevos están en otras provincias”

Mientras que los empresarios y funcionarios municipales manifiestan que el reemplazo de las nuevas unidades en el transporte público de pasajeros por otras en pésimo estado tiene que ver con la imposibilidad de pagar el crédito que los primeros asumieron para mejorar la calidad del servicio, desde la UTA, el gremio que nuclea a los choferes, manifiestan que “los nuevos colectivos están circulando en otras provincias” y no es cierto el justificativo que dieron a nivel empresarial y también municipal. Miguel Arce, el vocero del sindicato, fue quien accedió a una entrevista con El Litoral.

—¿En la UTA tienen idea a qué obedece el cambio de unidades?

—Sí, a que se llevaron los coches nuevos a otros lados. La realidad es esa. Si te habrás fijado, siete meses atrás, más del 50% del parque automotor de colectivos era 0 Km. Se llevaron los coches a San Luis, a Córdoba, a Chaco, a Tucumán... y han traído estas chatarras que se quedan en la calle, se rompen. Son un desastre.

—¿Cuál es la procedencia de los coches que están circulando ahora?

—Son coches de empresas que han caducado en Buenos Aires. No sabemos si los compraron o son alquilados, pero sí que son un desastre: tienen rotas las cajas, andan con dos o tres cambios... Son coches viejos que deberían tener un control municipal. Es la Municipalidad la que tiene que fijarse si mecánicamente están bien, si tienen seguro y los papeles al día. Pero qué pasa, estas unidades se rompen en la calle y las puteadas las reciben los choferes. La realidad es esta: trajeron coches de otro lado, los nuestros que eran nuevos los desparramaron a los lugares que te dije. Es un problema a nivel municipal, que es el que regula o debería regular el sistema.

—¿Pueden ser que sean año 2001?

—Son coches viejos, no sé exactamente los modelos pero sí que son coches nada que ver a los que hace siete meses atrás andaban y se presentaron en la Municipalidad. De los nuevos deben quedar muy pocos, porque se los llevaron a todos.

—A ustedes ¿qué motivos les dijeron los empresarios de por qué se los llevaron?

—Con nosotros no hablan los empresarios.

—¿Cómo saben entonces que están en otras provincias?

—Se sabe, todo el mundo sabe que los últimos 75 coches se los llevaron a San Luis.

—Pregunto esto porque los empresarios dicen que los tuvieron que devolver porque no pueden pagar el crédito que sacaron para comprarlos.

—No, no es así. No manejo los números de los empresarios, pero no es así porque hemos recibido llamados desde San Luis diciéndonos que los coches están allá. Es sencillo: se los llevan porque se presentan a licitación, como hicieron en Chaco, Tucumán, ahora Santiago, San Luis, Carlos Paz, entre otros lugares, y la ganan. El sistema precario que existe acá se los permite porque la Municipalidad no tiene la herramienta legal para impedirlo y está condicionada. De todas maneras, el municipio algún control tiene que hacer. No es cuestión que lleguen colectivos y los pongan a trabajar sin pasar por una revisión técnica. Son coches que tienen un montón de kilómetros encima, muy viejos. Los que tienen que dar la cara son los funcionarios de la Municipalidad, porque los empresarios qué van a decir si en las condiciones de precariedad en la que están son empresas fantasmas y pueden hacer lo que quieran.

Los colectivos que circulan por la ciudad muestran un claro deterioro

La flota actual está integrada por 230 coches. Este verano aparecieron unidades muy viejas y deterioradas.

Foto: Amancio Alem

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El municipio quiere tomar el control

El intendente Mario Barletta reconoció que “las quejas de los vecinos son totalmente legítimas” y reconoció que “desde fines del año pasado y, fundamentalmente, los primeros meses del verano se observó modelos cada vez más viejos. Esto generó mucho malestar en toda la ciudadanía y desde el Gobierno de la ciudad estamos permanentemente llevando adelante instancias, que son las herramientas que tenemos a mano, para lograr que las empresas vuelvan al cumplimiento de lo que han acordado”.

Sin embargo, adelantó que “tenemos expectativas de que en la próxima semana, o a lo sumo en dos semanas, volveríamos al sistema que teníamos en noviembre en la ciudad de Santa Fe”. Al respecto voceros de prensa informaron a El Litoral que desde mediados de este mes la antigüedad promedio de los 230 coches será de 2004, cuando en enero era 2001.

Barletta reflexionó que esta situación de precariedad “es una demostración más de las debilidades del propio Estado, para tener una relación más adecuada con los prestatarios de este tipo de servicios esenciales para la ciudadanía. Por ello, el año pasado enviamos el pliego para realizar la correspondiente licitación, y en este momento estamos trabajando en una alternativa -más allá de la aprobación o no por parte del Concejo, de la posibilidad o no de que esa licitación se pueda llevar a cabo por la situación económica-, estamos preparando una estrategia que permita al Gobierno de la ciudad tomar definitivamente el control que se necesita para garantizar la prestación del servicio”.

No se pagan las multas

Respecto de los controles y multas que realiza el Ejecutivo local, Barletta aseguró que “estamos aplicando las multas correspondientes y no se pagan, y las herramientas que tenemos para lograr que esas multas se paguen no tienen la eficiencia que deberían tener. Por lo tanto, nosotros estamos apuntando a un sistema a partir del cual el municipio pueda contar con la información exacta de cuántas tarjetas se venden, cuántos boletos se cortan en cada línea. Con esos datos, vamos a poder mejorar el sistema de control y va a mejorar el cumplimiento de cada línea”.