HOMICIDIOS

Marcha por seguridad a la Casa Rosada

DyN

Los restos del entrenador físico Hernán Landolina, asesinado el martes pasado frente a su casa de Lomas del Mirador durante un robo, fueron inhumados ayer en el cementerio del barrio porteño de Flores, mientras sus familiares organizan una marcha a Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada, en reclamo de Justicia.

“Si no nos arremangamos, no vamos a lograr nada. El pueblo tiene que salir a la calle. Hoy yo pido la pena de muerte”, expresó Ana María López, suegra de la víctima, ante consultas de la prensa sobre los reclamos de seguridad.

En tanto, la organización Vecinos en Alerta de Lomas del Mirador (Valomi) realizaba hoy a las 19 un acto en la intersección de la avenida San Martín y Mosconi, partido de La Matanza, en reclamo de “urgentes” medidas de seguridad.

El velatorio de Landolina, quien trabajaba como personal trainer del empresario Guillermo Cóppola, se realizó en una casa funeraria de la calle Eva Perón 250, en Lomas del Mirador, a tres cuadras de su casa.

Desde allí, el cortejo se dirigió hacia el barrio de Flores, en Capital Federal, para sepultar los restos de Landolina, de 42 años. En tanto, familiares y vecinos de la víctima confirmaron que planean participar de una concentración en la Plaza de Mayo el miércoles 18 de marzo a las 18 para reclamar mayor seguridad. La misma contará con la presencia de Juan Carlos Blumberg, el empresario que encabezó cuatro multitudinarias marchas en reclamo de leyes más duras, en el año 2004, luego de que su hijo Axel fue asesinado por una banda que lo tenía secuestrado.

“Fue un asesinato. Ya no tenemos ladrones en la calle, tenemos asesinos. Fue un segundo. Me arruinaron la vida, pero a mis hijos no se la van a arruinar”, dijo la viuda de Landolina.

“Vamos a hacer algo nosotros. La marcha no sé si dará resultado, pero que nos vean quizá sirva”, sostuvieron los familiares de Landolina.

Landolina, padre de dos hijos de 3 y 11 años, fue asesinado el último martes a las 22, cuando llegaba a su casa de la calle Irala 2460 a bordo de su camioneta Ford EcoSport color azul, y fue interceptado por al menos dos delincuentes armados.

El profesor de educación física fue baleado por los delincuentes, que escaparon con la camioneta y en la fuga le pasaron el vehículo por arriba.

La camioneta fue encontrada horas más tarde en inmediaciones del complejo de monoblocks Cardenal Samoré, en el barrio porteño de Villa Lugano, por donde los investigadores sospechan que se habrían escondido los asesinos que hasta esta noche permanecían prófugos.