Desde la semana pasada no se dictan clases
Grave situación edilicia
en la escuela Ballarini
Había colapsado el sistema eléctrico el lunes. Los pabellones sanitarios no funcionan y los alumnos deben ir a baños químicos ubicados en el patio de entrada del establecimiento. Hay ventanas rotas, filtraciones en el techo y el cielorraso se viene abajo.
De la redacción de El Litoral
Ubicada en Hipólito Vieytes al 5300 -al norte de la ciudad-, la Escuela Nº 312 “Camila C. de Ballarini” está pasando por un momento crítico que ha afectado la normal continuidad de las clases: el lunes colapsó el sistema eléctrico y el edificio se quedó sin luz, el martes fue feriado y desde el miércoles no se dictan clases, las cuales se reanudarán mañana.
Pero eso no es todo: El Litoral realizó una recorrida esta mañana por el establecimiento -antiguo y de grandes dimensiones-, y pudo comprobar que los pabellones sanitarios no funcionan, por problemas en los desagües cloacales. Esto llevó a adoptar una medida de emergencia “atípica”: se instalaron baños químicos en el patio de entrada de la escuela. Desde la esquina se pueden ver las ocho casillas sanitarias, y cuesta creerlo. En algunos sectores, las filtraciones del techo están tirando abajo el cielorraso. Los ventanales rotos y la mampostería dañada completan el preocupante panorama, de una escuela a la que asisten más de 500 alumnos.
Según pudo saberse, el problema eléctrico pudo ser solucionado parcialmente, desde el viernes último: sólo un sector del establecimiento tiene luz (el comedor), por lo cual desde mañana se dictarán clases en horarios reducidos, para el turno mañana de 9 a 12, y para el turno tarde, de 13 a 16 horas. Fuentes del Ministerio confirmaron que se trabajará para resolver este problema, en el transcurso de esta semana (ver aparte).
Preocupación
Esta mañana, la escuela estuvo convulsionada: afuera, en la entrada, alrededor de 20 padres se encontraban reunidos por la preocupación compartida sobre la situación que padece el establecimiento; adentro, en el salón de actos, estaban en reunión informativa los integrantes del plantel docente. No se veían guardapolvos blancos, y sólo se percibía bronca y preocupación.
Otro problema serio -ya competencia del municipio- se da sobre la calle: “La boca de tormenta que está en la esquina se tapa; entonces cuando llueve se inunda todo, hasta la vereda, y los chicos no pueden llegar a la escuela”, afirmaron otros padres. “Todo esto es muy grave y estamos exigiendo soluciones, tuvimos muchos interinatos de directoras, y la escuela cayó en el abandono. Además, no estamos en el centro de la ciudad, seamos realistas: estamos en la periferia de la ciudad, y es una desventaja”, se quejaron.
Escuela en emergencia
Valentín Vera es profesor de Educación Física y delegado gremial de la escuela. Explicó a El Litoral que “el colapso en una caja eléctrica generó todo el problema, en un sector del edificio escolar donde funciona una oficina prestada a Defensoría del Pueblo. Hasta ahora, el Ministerio de Educación solucionó el problema transitoriamente”, dijo. “La emergencia es la electricidad: hay mucho miedo de que alguien se electrocute. Pero también tenemos graves deficiencias edilicias, que demandan obras urgentes si se quiere mantener en pie a la escuela”, advirtió.
“Trataremos de tomar esta semana para acomodarnos e informar a los padres sobre la situación y ver qué hacemos con la escuela. La decisión tomada es dictar clases en horarios reducidos por esta semana, desde mañana”, señaló el delegado.




