Recuerdan medidas de prevención que pueden tomarse

Alerta ante el peligro de

contaminación con plomo

Una investigación realizada en el Hospital de Niños de La Plata detectó niños con contenido de plomo en la sangre, superiores al límite tóxico, pero que no presentan síntomas. Con el tiempo, esto puede causarles problemas de aprendizaje.

Alerta ante el peligro de  contaminación con plomo

Los alimentos ricos en hierro, calcio y proteínas (como la carne, el hígado, el pollo, entre otros) son saludables y disminuyen la absorción de plomo.

Foto: Archivo El Litoral

 

Dra. Irene A. Maier

Divulgación Científica

Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires (CIC).

Investigadores del Instituto de Desarrollo e Investigaciones Pediátricas Hospital de Niños de La Plata (Idip) alertan a la población sobre los peligros de la contaminación con plomo, un metal sumamente tóxico que daña prácticamente a todos los órganos y -principalmente- a los sistemas nerviosos central y periférico, los riñones y la sangre. En los niños, la contaminación puede causar también disminución del coeficiente de inteligencia y trastornos de aprendizaje.

Estudios realizados en el Idip detectaron que chicos sin síntomas perceptibles de intoxicación por plomo tenían concentraciones de ese metal pesado en sangre, superiores a 10 microgramos por decilitro, el valor máximo aceptable establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los más contaminados eran aquellos que vivían en condiciones de pobreza.

“Los niños son especialmente susceptibles a los efectos nocivos del plomo porque lo absorben con mayor facilidad y lo eliminan menos que los adultos. Como su organismo se encuentra en desarrollo, aun bajas dosis del metal en sangre pueden disminuir el crecimiento y dañar el sistema nervioso. La mayoría de los intoxicados no presentan síntomas o éstos pueden confundirse con los de otras enfermedades, como por ejemplo dolor de estómago, pérdida de apetito, hiperactividad o irritabilidad. El único diagnóstico certero es un análisis de sangre”, subraya el Dr. Horacio González, director del Idip, un centro asociado a la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires (CIC).

Las fuentes de contaminación provienen de las industrias (fábricas de baterías, de pinturas, fundiciones de metales, etc.) pero también se encuentran en el hogar: suelos contaminados, tuberías de agua de plomo, vajillas de cerámica vidriada o pinturas que contienen este metal, etc. Los niños pequeños tienen mayores posibilidades de ingerirlo porque gatean y tienden a llevarse a la boca las manos y también objetos que pueden estar contaminados.

Anemia y problemas de aprendizaje

Una primera investigación, realizada en 2006 por integrantes del Idip con 94 chicos menores de 5 años que no mostraban síntomas de intoxicación por plomo, asistidos en el Hospital de Niños de La Plata, determinó que el 10,6% tenía concentraciones de plomo superiores a 10 microgramos por decilitro de sangre.

Asimismo, el 28,3% presentaba anemia (concentración de hierro en sangre inferior a la normal) y el 34,6% tenía disminuidas sus reservas orgánicas de hierro. Entre éstos últimos había un 26,1% con altas concentraciones de plomo en sangre, mientras que sólo el 5,8% de los chicos con reservas de hierro normales superaba el límite tóxico.

Al investigar las condiciones socioambientales de los niños, se halló que los más contaminados eran aquéllos cuyas familias realizaban dentro de las viviendas tareas tales como acopio de metales, desarme de baterías o fundición de cables. También había altos niveles de plomo dentro del grupo con antecedentes de enfermarse frecuentemente y en el de ingresos familiares inferiores al límite de indigencia.

Cabe advertir que una baja concentración de hierro y altos niveles de plomo en la sangre perjudican el desarrollo neurológico de los niños y pueden originar disminución del coeficiente de inteligencia. Por ello, los investigadores del Idip realizaron un estudio posterior, en el que determinaron los niveles de plomo en la sangre de 40 chicos de entre 5 y 13 años, asistidos por trastornos globales de aprendizaje en el Servicio de Psicopatología y Salud Mental del Hospital de Niños. Los compararon con los valores correspondientes a 56 niños de edades y características socioculturales similares, a los que se realizaron controles de salud.

Encontraron que en ambos grupos había niños con concentraciones de plomo tóxicas, pero el porcentaje era más del doble en el grupo con dificultades de aprendizaje (22,2%) que el hallado en el grupo de control (10,7%), lo que mostraría el efecto nocivo del plomo sobre el desarrollo intelectual.

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ADEMÁS

A continuación se ofrecen algunas recomendaciones para reducir el riesgo de contaminación con plomo:

- La comida: alimentos ricos en hierro, calcio y proteínas (como la carne, el hígado, el pollo, el pescado, la espinaca, las lentejas, la leche, el yogur, entre otros), además de ser saludables, disminuyen la absorción de plomo.

- La limpieza: si el polvo de la casa puede estar contaminado conviene quitarlo con trapos húmedos. Es muy importante que los niños se laven las manos antes de cada comida y de acostarse a dormir. Se aconseja lavar frecuentemente los chupetes y los juguetes que puedan llevarse a la boca y evitar que tengan contacto con elementos que contengan plomo.

- El agua de consumo: aunque sea potable, puede contaminarse si pasa por cañerías de plomo. Para eliminar residuos metálicos, al comenzar la jornada hay que hacer correr el agua fría por varios minutos antes de usarla para beber o cocinar, y nunca debe ingerirse la del sistema de agua caliente.

- El hogar: si los adultos están expuestos al plomo deben evitar contaminar su casa y vehículos (por ejemplo, no usar en ellos los zapatos ni la ropa de trabajo y lavar ésta última separadamente). Tampoco deben realizarse actividades con plomo dentro de la vivienda, como soldaduras, fundición de cables, desarme de baterías, elaboración de plomadas para pescar, etc.

Cómo reducir el riesgo

Si los adultos están expuestos al plomo (por ejemplo, los que trabajan en soldaduras) deben evitar contaminar su casa y vehículos. Foto: Archivo El Litoral-Amancio Alem

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