En la UNiveRsidad nacional de rosario
Investigan la incidencia del alcohol entre universitarios
El estudio abordó la relación entre el uso de bebidas alcohólicas y el rendimiento académico en estudiantes del área salud. El 72 % de los alumnos encuestados afirmó beber vino y cerveza.
La ingesta de alcohol entre los estudiantes puede afectar notoriamente el rendimiento académico, sostiene la investigación realizada en la UNR.
Foto: Archivo El Litoral
De la redacción de El Litoral
Investigadoras de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) realizaron una investigación sobre las consecuencias del consumo de bebidas alcohólicas en el rendimiento académico de estudiantes pertenecientes a las carreras de Licenciatura en Enfermería, Fonoaudiología y Medicina de la UNR, y de Licenciatura en Enfermería, Obstetricia y Educación para la Salud de la Universidad de Santiago del Estero (USE).
El estudio, denominado “Consumo de bebidas alcohólicas y su relación con el desempeño académico de estudiantes universitarios del área salud”, se basa en el supuesto de que el consumo puede aumentar la probabilidad de que los estudiantes hagan un uso problemático del alcohol, lo que podría llegar a interferir en su actividad. “Durante el período de formación académica, el abuso podría retrasar su egreso o precipitar el abandono de la carrera”, se afirmó en el estudio.
Los resultados
El 72 % de los estudiantes encuestados en la investigación afirmó consumir bebidas alcohólicas, y el 28 % declaró no hacerlo. Entre las bebidas preferidas están la cerveza (54 %) y el vino (52 %).
De los estudiantes que consumían bebidas alcohólicas se encontró que el 93 % realizaba consumo de bajo riesgo o abstinente; el 3 %, un consumo de riesgo; otro 3 %, un consumo nocivo o perjudicial, y un 0,82 %, un uso dependiente. “Llama la atención que sólo el 9 % haya declarado consumir mezclas, teniendo en cuenta los datos aportados por diferentes investigaciones en torno al uso de bebidas energizantes en jóvenes”, expresó la psicóloga Alejandra Ballerini.
En los casos de ingesta nociva se detectó un bajo desempeño en las carreras. En algunos casos, durante las cursadas aparecían como principales problemáticas la falta de atención, ausencia y tardanzas; algunos alumnos se quedaban dormidos en las aulas.
El grupo de estudiantes que realizaba un consumo de riesgo cursó en el último año entre 1 a 7 materias, pero regularizaron y aprobaron en promedio 3. En tanto, los que realizaban un consumo perjudicial o nocivo cursaron entre 1 a 5 materias, en promedio regularizaron la mitad de las asignaturas cursadas, rindieron todas las regularizadas pero sólo aprobaron la cuarta parte. Y en cuanto a los estudiantes con probable dependencia a las bebidas alcohólicas, cursaron dos asignaturas, rindieron sólo una y no aprobaron ninguna. “Las consecuencias de un consumo de riesgo nocivo o dependiente pueden extenderse a no realizar las actividades que les insume cada materia, faltar a clase, mostrar bajo rendimiento en los exámenes finales e, incluso, desaprobarlos”, expresan las investigadoras.
Uso y abuso
“Hay que diferenciar entre uso, abuso y dependencia”, explicó la directora de la investigación, Marta Ballistreri. La palabra “uso” se refiere a cualquier ingesta de alcohol. Si es de bajo riesgo, significa que respeta las orientaciones médicas y legales y no termina en problemas. El término “abuso” se refiere a cualquier nivel de riesgo, desde aquel con consecuencias peligrosas, tanto para el que lo usa como para los que lo rodean, hasta el uso perjudicial o nocivo que resulta en daño físico mental para la salud de la persona, así como consecuencias a nivel social (daños a otras personas, lesiones, peleas, grescas).
La dependencia alcohólica conlleva un deseo muy fuerte a consumir la bebida, asociado a dificultades en controlar su uso, a pesar de las consecuencias negativas; asignar prioridad al acto de beber sobre otras actividades y obligaciones, aumento de la tolerancia al alcohol y presencia de abstinencia fisiológica cuando el uso del alcohol es interrumpido.
