La continuidad del interuniones
CRAI SE AFIANZA DESDE EL ÉXITO
Con algunos pasajes de buen juego y actuaciones individuales desequilibrantes, logró imponerse a Universitario de Santa Fe. Continúa invicto y por no haber conseguido bonus, quedó a un punto del único líder.
Matías Dalla Fontana inicia la ofensiva desde la base de un scrum, pese al esfuerzo de Nicolás Milo y con el apoyo de Silvio Vicens. En derredor, Emiliano Dalla Fontana (de espaldas), Nicolás Salteño y Nicolás Orgnani.
Foto: Pablo Aguirre
César Miño
En la agradable tarde de la víspera se cumplieron los encuentros correspondientes a la tercera jornada del certamen de Primera División del Regional del Litoral 2009, organizado en forma conjunta por las Uniones Santafesina, Rosarina y Enterriana.
En ese ámbito, vale comenzar con la victoria que CRAI alcanzó ante el Club Universitario de Santa Fe por 30 a 13, luego de un desarrollo en el que quedaron expuestos las virtudes y los defectos de ambos protagonistas.
De parte del vencedor, puede aseverarse ante todo que jugó un muy buen primer tiempo, en el que tras acomodarse a las exigencias de su rival de turno, poseyó la capacidad necesaria como para prevalecer colectivamente en el contenido de los cuarenta minutos iniciales, entregando una imagen de solidez y orden que justificaron plenamente el 16 a 3 a su favor en el parcial.
En ese contexto, surge como elemento individual destacable, la figura de Jorge Qüesta (h.), quien se desenvolvió en la importantísima función de apertura con suma corrección y eficacia, pese a que recién está dando sus primeros pasos en la división superior.
El complemento
En el segundo tiempo crecieron los méritos del anfitrión, sustentados en la inclaudicable actitud de sus forwards, la solvente conducción del apertura Mariano Bianchi y la plausible sensación de no bajar nunca los brazos.
Como contrapartida, CRAI desnudó no pocos inconvenientes en la consolidación de la buena cantidad de pelotas obtenidas, lo que obviamente conspiró contra sus apetencias ofensivas, manteniendo viva la ilusión de su enjundioso adversario.
De ese modo, en medio de la evidente merma en la calidad del juego, buena parte de la solución irrumpió a partir de las virtudes enarboladas por Ignacio Alejandro Haeffelli, quien descolló durante todo el desarrollo, pero en especial en los momentos clave del complemento.
Por ejemplo, cuando cerca de la media hora, en base a su natural convicción, presionó a los backs adversarios provocando el nacimiento del ensayo que finalmente apoyaría su compañero Pablo Brusa (quien jugó en gran forma), que sin lugar a dudas sirvió para llevar la tranquilidad a su equipo de que el contenido se direccionaría hacia un éxito inexorable.
Y como si ello fuese poco, tras el descuento que premió la meritoria actuación del local, llegó la segunda conquista del capitán visitante, merced a una acción impregnada de contundencia y precisión, emulando en cierta manera a la primera que el mismo había conseguido en la etapa inicial.
Conclusiones
Sin olvidar que estamos en presencia de los movimientos iniciales de una competición que será lo suficientemente extensa como para perfeccionar los funcionamientos, surgen elementos que merecen puntualizarse con especial atención.
Por ejemplo, que CRAI insinúa ante todo, que sabe muy bien cuál es el juego que debe practicar, y también que posee los actores acordes a esa propuesta de rugby integral, dinámico y efectivo. Otro elemento a favor es que se lo nota sereno en los momentos en los que asoman impericias o pasa por situaciones incómodas, como en los 10 minutos finales de ayer, donde debió jugar con un hombre menos, debido al sin bin correctamente aplicado a Emiliano Dalla Fontana, quien tuvo una tarde poco feliz.
En el caso de Universitario, está claro que no sólo puede esgrimir el poderío de su pack de forwards (que ayer mostró algunas deficiencias); sino también la evidente mejoría expuesta en el desenvolvimiento estructural de un equipo que posee argumentos dentro y fuera de la cancha como para seguir mejorando.