Contactos de importancia para la región

Ingenieros de Invap destacan la capacidad tecnológica local

Dos profesionales de la empresa radicada en Bariloche respondieron a una invitación de la Universidad Tecnológica y conocieron el Cimec. Analizaron las posibilidades de complementación.

Teresa Pandolfo

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Invitados por el decano de la Facultad Regional Santa Fe de la UTN, Ing. Ricardo Scholtus, estuvieron en la ciudad, los Ing. Hugo Brendstrup y Rodolfo Carlevaris, presidente de Invap Ingeniería SA y titular del Area de Ingeniería de Procesos, respectivamente. Visitaron dicha unidad académica y el Centro Internacional de Métodos Computacionales en Ingeniería (Cimec), ubicado en el el Parque Tecnológico Litoral Centro.

El Invap es una empresa del Estado de Río Negro que se dedica al desarrollo de tecnologías de avanzadas en las áreas nuclear, espacial e industrial. Desarrolla sus actividades sin presupuesto oficial ni subsidios por lo cual se solventa de sus contratos en el país y en el exterior. Es la única empresa argentina calificada por la Nasa para la realización de proyectos espaciales. Recientemente, sobresalió en el área nuclear la construcción de un reactor nuclear en Australia, un contrato de 180 millones de dólares. Pero también se destaca por la construcción de satélites, radares y turbinas generadoras para energía eólica, entre otros rubros.

La sola mención de lo expuesto revela la importancia de la presencia de estos dos profesionales del Invap en la ciudad para tomar contacto con parte de la comunidad de profesionales de la tecnología local.

La empresa radicada en Bariloche, Río Negro, nació dentro de la Comisión de Energía Atómica, en el Centro Atómico Bariloche, un grupo de profesionales dedicados a la física aplicada en los años “70.

En la entrevista con El Litoral, el Ing. Brendstrup relata que en los años “72/’73, el Ing. Conrado Barotto -quien piloteaba ese grupos de físicos- tuvo la inquietud de emprender algo con Río Negro e interesó a los funcionarios de la provincia. “Con el proceso que duró en dos o tres años, se logró la creación de Invap donde hacemos desarrollo de tecnologías. Vivimos exclusivamente de nuestros contratos y no recibimos aportes estatales”, subraya.

El directorio tiene miembros que son designados por el gobierno de Río Negro y por la Comisión de Energía Atómica. La Cnea no es accionista de la empresa pero sí tiene participación en el directorio.

En su inicio Invap tenía una actividad que era 100 por ciento nuclear y luego se diversificó hacia otras ramas como al espacial o industrial o equipos médicos.

Tanteando posibilidades de complementación

El Ing, Brendstrup considera que la realizada es una visita postergada a pedido de Scholtus y dice que ahora, “a las capacidades de Santa Fe, las conocemos en forma directa. La idea es buscar proyectos en común y hay un par de temas en los que se podría dar esos desarrollos conjuntos con base tecnológica”.

Considera como “viable” encarar un proyecto relacionado con la generación de energía en escala pequeña y media escala en cuanto a potencia instalada, que son las turbinas hidro-cinéticas (THC), es decir las turbinas de flujo libre que se pueden instalar sin demasiada obra civil y son de bajo impacto. “Creo que hay buenos recursos en la zona por los ríos caudalosos y profundos. Estamos trabajando en este tema y vemos una posibilidad de complementación”, subraya Brendstrup.

En tanto, otros temas inicialmente conversados, guardan relación con la ingeniería de procesos. “Hemos visto acá capacidades muy interesantes en ingeniería y servicios, que podrían ser muy útiles a la hora de complementar nuestra capacidad operativa en momentos pico de trabajo, por cantidad y calidad. Estoy muy sorprendido por la capacidad instalada de Santa Fe”, expresa por su parte el Ing. Carlevaris, profesional cordobés recibido en Ingeniería Química de la UNL.

Relación con la comunidad

Brendstrup señala que los proyectos que maneja Invap “surgen de contratos para resolver determinados problemas” que se presentan en una sociedad.

En el caso de Invap su origen nuclear le ha permitido rápidamente migrar hacia el tema espacial, que es una tecnología con altísimas exigencias de calidad y de confiabilidad. Y esa experiencia -explica- ha permitido resolver situaciones como la de los radares, dice a modo de ejemplo. “Son cosas que tienen que ver con que la población vuele en condiciones seguras y lo hemos desarrollado dentro del país, al igual que los desarrollos realizados en materia de energía eólica. No tenemos un background de haber fabricado grandes aerogeneradores pero el haber manejado disciplinas como mecánica, material compuesto, software, simulación computacional, todas estas cosas, nos aporta las herramientas para diseñar radares y equipos que tienen una aplicación directa en la comunidad.

“En la Argentina -continúa- hay que resolver cuestiones como la matriz energética, con la ampliación del parque generador y nuestro background permite que lo hagamos. Explica que tiene un efecto multiplicador muy grande trabajar en las áreas nuclear y espacial en el aporte a soluciones otros problemas con tecnología propia.

Exportación de tecnología

Al abordar el tema de la exportación de tecnología por parte de la Argentina, Carlevaris relata que en el rubro nuclear, en el segmento de reactores de investigación y de producción para uso medicinal, “Invap hoy es una marca en el mundo; las licitaciones internacionales nos tienen como oferente necesario. En tanto, el proyecto de Australia (reactor nuclear) demostró en los hechos prácticos nuestras capacidades. Hoy estamos en una posición interesante como actores relevantes en esta escena de reactivación de la energía nuclear”. Agrega que cuentan con clientes en Estados Unidos, Australia y en Europa.

En cuanto a la industria espacial sostienen que presenta un atraso respecto de la nuclear, pero hasta ahora “el cliente o comitente para estos proyectos sigue siendo la Comisión de Energía Atómica que es quien encomienda a Invap, por ejemplo, el diseño de un satélite”.

Aluden, además, a un contrato recientemente ganado en Brasil para un suministro de “la computadora de control de un satélite”, hecho que califican como muy importante. Han tenido otros contratos menores en ese país, pero éste es el primero de magnitud, del orden de 20 millones de dólares en el terreno espacial”.

En cuanto a equipos médicos, sostienen que llevan años en el país suministrando equipos de cobaltoterapia, “un simulador que permite diseñar el tratamiento para hacerlo lo más eficiente y con el menor daño colateral” y refieren a la exportación de 18 equipos a Venezuela, una entrega que concluyó hace menos de un año.

Invap ha concretado contratos en Egipto, Australia, Estados Unidos, Venezuela. Brasil y subcontratos con varios países europeos. “Es muy intensa la actividad internacional”, señalan los profesionales.

Ingenieros de Invap destacan  la capacidad tecnológica local

Los Ing. Jorge Brendstrup y Rodolfo Carlevaris en la sede del decanato de la UTN cuentan la experiencia de la empresa en materia de ingeniería nuclear, espacial e industrial.

Foto: Luis Cetraro

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ADEMÁS

Ante esta consulta periodística sostienen que ello ha tenido mucho que ver con el uso inteligente del poder de compra del Estado y explican que “alguien en la Argentina, en un momento, decidió que en lugar de importar, de comprar afuera, procurar su desarrollo dentro del país”.

Brendstrup relata que a fines de la década del “70, se había decidido construir un reactor nuclear de baja potencia para investigación, producción y desarrollo de la enseñanza de la física y de la ingeniería nuclear, y en lugar de comprarlo se definió, con cierta dosis de coraje, hacerlo en el país. “La Conea tenía algo de experiencia y se podía ejecutar. Ese primer reactor es el que dio el pie para que salieran otros contratos de exportación a Argelia, Egipto... El de Venezuela es la exportación más reciente, y el de mayor complejidad es en Australia, el reactor más moderno del mundo en este momento”.

“Si ese poder de compra del Estado se aplica bien, uno termina construyendo un equipo, una facilidad, un sistema que tiene la misma prestación que el que se hubiera comprado a Estados Unidos pero que queda todo acá adentro, gastando más o

menos lo mismo. Quedó el know-how para luego poder exportar tecnología de alta complejidad”.

“Con los radares también ocurrió lo mismo: en lugar de comprarlos -la importación hubiera incluso resultado

más cara- se los hizo en el país. Es decir, hubo un uso inteligente del poder de compra del Estado, lo que

ha posibilitado Invap”, indican los profesionales.

¿Por qué el éxito de la empresa?

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EL DATO

Turbinas hidrocinéticas

También llamadas turbinas de flujo libre, generan electricidad a partir de la energía cinética presente en la corriente de los ríos, en lugar de la energía potencial que captan las turbinas hasta ahora más difundidas, las cuales requieren una gran inversión inicial en obra civil.