Presenta “Estrella fugaz”
Miguel Ángel Morelli íntimo
Silvia Mugica
En entrevista con El Litoral, Miguel Ángel Morelli relata cómo llega a esta placa discográfica “Estrella fugaz”, la que será presentada en sociedad esta noche en el Quincho de Chiquito. Distendido, con la emoción a flor de piel, el santafesino nacido en Vera, recuerda el camino transitado desde su infancia, pasando por el pueblo de Santa Felicia, en donde vivió en contacto directo con la naturaleza, hasta llegar luego a la ciudad de Santa Fe.
“Mis juegos de infancia eran salir con la gomera, jugar a las bolitas, intercambiar figuritas, todo era a pura destreza e imaginación”. Rememora que cuando leía cuentos, él se iba imaginando cada detalle de la narración, generando las más diversas fantasías, que luego contribuirían a su vocación por la composición. “Tuve una infancia fantástica, me llené de sol, de sonidos, de colores”.
El hombre, en un viaje a los recuerdos, se muestra conmovido, se le ilumina el rostro cuando habla de su niñez: “Canté siempre desde chico; mi mamá cantaba en el coro de la iglesia de Vera, ella es una romántica y soñadora como yo, mi papá tocaba la trompeta; hay en mi sangre una veta cantora, musical, debe ser algo genético. Mucho tiene que ver mi infancia con este destino de cantor”.
Dice haber tenido dos padres amorosos con él: “Si pude soportar todos los golpes que me dio la vida en la madurez fue quizás por esa infancia hermosa; fui muy feliz de chico, eso creo que me permitió tolerar el sufrimiento de grande”.
Es que entre otros grandes golpes que le dio la vida, recibió uno en el medio del proceso de su trabajo discográfico, la pérdida de dos amigos entrañables, integrantes de Los Tucu Tucu. Esa emoción lo llevó a componer una zamba en su memoria. “Fue un golpe muy duro, no me alcanzaba con llorar ni con rezar, lo único que me quedaba por hacer era escribir ese sentimiento, que luego quedó plasmado en la zamba “Los Tucu Tucu’, que agregué al disco como tema número 13”.
La inspiración hecha canción
Otra de las zambas colmadas de un sentido emotivo, es la que da nombre a su material: “Estrella fugaz” habla de esos amores intensos, profundos pero fugaces; ese tema tiene un gran significado para Morelli ya que le gustó especialmente a una persona muy cara a sus sentimientos y que hoy ya no está a su lado.
Se confiesa una persona extraña para componer, la mayoría de las canciones nacieron en bares: “Soy un compositor de boliche, un creador no programado, no un oficinista de la canción. Me dejo sorprender por los impulsos de la creación”.
Considera un acto de responsabilidad sacar un material discográfico, y sostiene: “Soy consciente de cuánto puede servir una canción bien parida con amor y con un mensaje de vida; el hecho artístico, la composición es algo estético pero también ético. Tengo mucho cuidado de no dejar algo que lastime, algo grosero, prosaico, que no esté vinculado a la belleza y a lo ético del mensaje artístico”.
Cuando le preguntamos quiénes son los afectos motivo de su inspiración cotidiana, su motor de vida, dice con luz en sus ojos: “Mi mamá Aurora, mi hija, mi nieta, mis amigos, el mundo que gira y me tira cosas todos los días para que las vea e intente representar lo que otros quieren decir y a lo mejor no pueden. El amor por esto de cantar y hacer canciones hoy por hoy me inspiran”.
Miguel Ángel por Miguel Ángel
Cuando le hicimos la pregunta sobre quién es Miguel Angel Morelli para que nos responda en tercera persona, el santafesino cerró la entrevista con estas palabras: “Es un ser humano que vive, que se alegra con cosas cotidianas como estas charlas, que es feliz y que sufre también los golpes de la vida”. Y agregó: “La felicidad es eso que nos regala la vida cada tanto, sólo hay que saberla ver, ésa es la clave; he sufrido pero también he sido muy feliz, así que no me quejo”.
El clima ameno se sostuvo de principio a fin de la entrevista, como en una charla de amigos en donde las emociones abundan y rejuvenecen el alma ante cada recuerdo.
Cada palabra de Miguel es poesía, cada relato de su vida es como escuchar una de sus composiciones musicales en vivo y en directo sobre el hombre que nuevamente, apuesta fuertemente a su arte y se muestra ante el mundo con su obra, que lo pinta entero, de cuerpo y alma.
Los datos: en 1976 Morelli ganó el Primer Premio como intérprete en el Festival de Cosquín llevando al triunfo “Zamba para olvidar” de Daniel Toro y Fontana y también el Premio Consagración, galardón otorgado en forma simultánea con el anterior, por su doble condición de intérprete y autor.
