Aportes superadores frente a una problemática educativa
El desafío de enseñar en
contextos de diversidad
Investigadoras trabajan sobre las representaciones sociales sobre “lo diferente” en las aulas universitarias de la UNL. Advierten que hay poca planificación docente en la generación de estrategias pedagógicas para los alumnos con algún tipo de discapacidad.
De la redacción de El Litoral
“Hay escasa previsión y organización para la accesibilidad de alumnos con discapacidad de parte de los docentes universitarios”. “Existe una estrategia unificadora de enseñanza, que no contempla a quienes tiene necesidades educativas especiales”. “Los alumnos con discapacidad tratan de seguir el ritmo de los otros, y así “pierden’ parte de los contenidos de la clase, cayendo en la autoexclusión”. A éstas y otras conclusiones arribó un grupo de investigadoras que trabaja desde hace varios años en el proyecto “Las estrategias de enseñanza de los docentes de la UNL en contextos de diversidad”. El trabajo busca problematizar el tema, generar aportes que ayuden a pensar cómo enseñan los docentes universitarios frente a clases adonde asisten alumnos con alguna discapacidad y necesidades educativas especiales (NEE). De esta manera, se aborda una cuestión que, aunque permaneció soslayado durante muchas décadas, hoy tiene una actualidad innegable en las realidades educativas.
“Dentro del amplio concepto de diversidad, la discapacidad es lo que se hace más visible en las aulas”, explicaron a El Litoral Marta Corti (directora del proyecto), Marta Giuggia de Stratta (codirectora) y Sandra Westman, coordinadora de la carrera de Terapia Ocupacional. Todas integrantes de este proyecto de investigación -CAI+D- de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas de la UNL, el cual, según adelantaron, será concluido y presentado en julio próximo.
Abordaje
El trabajo tiene una fuerte impronta interdisciplinaria. Se sitúa en el punto donde intersectan la teoría pedagógica con la terapia ocupacional. Y propone un abordaje cualitativo-interpretativo sobre entrevistas personales y rescates de historias biográficas a alumnos con alguna discapacidad de la universidad, docentes y secretarios académicos.
“Comenzamos reflexionando sobre si realmente estos alumnos, que están en la universidad dentro de la categoría de discapacidad, eran “visibles’ en sus respectivos contextos áulicos. Ello nos llevó a observar que dentro del espectro académico hay NEE que no se evidencian, que son soslayadas, y que aparecen como reales dificultades”, afirmó Corti. “Así problematizamos las estrategias de enseñanza de los docentes, esto es, cómo se enseña en la universidad, que recursos pedagógicos aplican los docentes dentro de contextos de diversidad”, amplió Giuggia.
Conclusiones y aportes
Las autoras concluyen -en base a las observaciones nacidas del registro de entrevistas- que “en pocas ocasiones, las estrategias de accesibilidad han estado organizadas desde las distintas unidades académicas. Los alumnos perciben la “sorpresa’ de los docentes ante la presencia de personas con necesidades educativas especiales (NEE) en el aula. Frente a esto hay distintas reacciones que dan lugar a la negación, el enojo y hasta la sobreprotección”.
También afirman que “los alumnos que presentan NEE muchas veces -por vergüenza o para evitar la reacción del docente- intentan infructuosamente adaptarse al ritmo de los otros, por lo que “pierden’ parte de los contenidos de la clase, generando situaciones de autoexclusión”.
Para las investigadoras, los alumnos notan que “no hay una planificación de la clase para la diversidad. Se priorizan los contenidos a enseñar y no las condiciones en las que este proceso tendrá lugar (ambiente, recursos técnicos, características del grupo). Hay una estrategia de enseñanza que es prioritaria de la educación superior y es la “clase magistral’. Esta modalidad es dirigida a la masividad y no tiene en cuenta que algunos de los asistentes al aula podrían quedar afuera de la propuesta pedagógica. Reclaman la necesidad no sólo de adaptar las estrategias para el dictado de clases, sino también evaluar las estrategias que se utilizarán en los exámenes, ya que esta situación genera una tensión particular en el alumno”.
Por otro lado, coinciden en que, dentro del claustro académico, “hay una concepción de universalidad, de pensamiento único: desde este punto de vista, es única la estrategia (pedagógica), es única la planificación y hay un único perfil del alumno. No hay lugar para la diversidad, ni siquiera esto es un planteo posible dentro de la función docente”. “Son pocos los docentes que hacen de la autorreflexión de su rol una práctica instalada”, concluye el trabajo.
“No culpabilizamos a nadie, lo que proponemos es empezar a pensar en serio la problemática. Este trabajo dará insumos para un diagnóstico de situación sobre cómo se enseña frente a la diversidad, que déficits hay que revertir”, concluyeron las investigadoras.
ADEMÁS
“Nos encontramos con que, ya dentro de la universidad, muchos alumnos con discapacidad seguían con metodologías de enseñanza propias de la secundaria. Los procesos de integración escolar en la primaria y la escuela media de los últimos 15 años se continuaron en el nivel universitario”, expresaron Giuggia y Corti. “De todas maneras, ahora la universidad está teniendo un programa, UNL Accesible, que se encarga de responder a las demandas de las personas con discapacidades, por ejemplo, ofreciendo apuntes impresos en Braille, etc. Esto implica un incipiente cambio”.
“Hacer que el docente se pregunte si hay alguna persona con discapacidad dentro de su aula, ya implica una “incomodidad’ saludable con respecto al acto del enseñar. A nuestro juicio, sería un avance que un profesor se empiece a preguntar: “Mi clase magistral, mi clase en el aula, ¿es accesible para todos?’ Creo que esto es ya una movilización interna que puede ser parte de una solución para más adelante”, apuntó Westman.
Revisar prácticas pedagógicas
Giuggia, Westman y Corti, las investigadoras del proyecto que aborda las estrategias de enseñanza en contextos de diversidad.
Foto: Amancio Alem
