En comparación con los mismos meses de 2008
Cayó un 45 % la construcción en los primeros cinco meses del año
Según los legajos ingresados en la Dirección de Edificaciones Privadas de la Municipalidad, la superficie construida nueva este año en la ciudad disminuyó a casi la mitad. Los empresarios sienten la menor actividad pero ven con optimismo el futuro.
Lía Masjoan
Los datos de la Dirección de Edificaciones Privadas de la Municipalidad muestran una merma importante de la actividad de la construcción en nuestra ciudad. Al comparar la superficie nueva construida entre los meses de enero y mayo de 2008 con los de este año, se observa una disminución del 45 %.
Los empresarios del rubro palpan este número en la quietud de palas, mezcladoras y albañiles. Y aducen la “importante” contracción de la actividad privada a dos factores: la crisis del campo, y como consecuencia de esto, la incertidumbre y cambio
de expectativas en el público comprador.
Entre enero y mayo de 2008 el total de superficie nueva construida en la ciudad fue de 99.800,375 metros cuadrados. Este año, durante los mismos meses, descendió a 55.257,175 metros cuadrados.
Los legajos ingresados a la Dirección comprenden además de las nuevas construcciones, la superficie regularizada y la demolida. En el mismo período hubo 106 presentaciones menos: disminuyeron de 521 en los cinco meses de 2008 a 415 en 2009. Respecto a las zonas de la ciudad con mayor actividad constructiva, en 2008 fueron los barrios Candioti Norte, Mariano Comas, Sargento Cabral, Colastiné, la costanera y los ubicados al norte de Salvador del Carril, entre General Paz y Aristóbulo del Valle. Este año (de enero a mayo) el mayor ritmo se dio también en esas zonas.
En tanto, los permisos para construir edificios bajó de 13 a 10 y la mayoría, en ambos períodos, se ubican en el macrocentro y en Candioti Sur y Norte.
Entre cal y arena
Los números del registro municipal coinciden con la menor actividad que tienen las empresas que se dedican a la construcción en el sector privado, nucleadas en la filial local de la Cámara Argentina de la Construcción.
Tras cinco años de gran crecimiento, las principales firmas que transforman la ciudad aseguran que la merma es “real y muy importante”.
En JB Construcciones - Edificios Latinos notan la caída en la disminución de obras en ejecución: “No se empiezan proyectos nuevos en la misma cantidad que los que se culminan”, dijo su titular, Javier Bruno. Y atribuye la caída a dos factores bien definidos. Por un lado, “la crisis que se produjo por el problema de la retenciones con el sector agropecuario y su enorme repercusión en las economías de los pueblos y ciudades del interior de la provincia, que eran en buena parte de donde provenían nuestros clientes”.
El otro factor, consecuencia del primero, es “el cambio de expectativas en el público comprador. Al haberse enrarecido la economía mucha gente que antes canalizaba sus ahorros en ladrillo prefirió quedarse líquido (en su mayoría en dólares) para ver qué pasa primero con la crisis del campo, luego con la crisis internacional y más tarde con las elecciones legislativas”.
En igual sentido se manifestó Mario De Monte, gerente de Capitel SA.: “La marcada disminución en la actividad privada se debe a la incertidumbre que generó la crisis y la baja en la actividad económica por la caída de la producción agropecuaria en nuestra región”.
Daniel Arditti, de CAM SA. sumó otros aspectos: “La crisis financiera mundial, que poco a poco comenzó a tener fuertes incidencias en nuestro mercado interno; y la inmensa desconfianza del inversor tradicional a las políticas económicas de nuestro país, junto a un contexto inflacionario con una divisa en constante ascenso. Esto generó además que muchos se refugien en el dólar, dejando de lado todo tipo de decisión en términos de inversión, aferrándose a los ahorros y esperando un panorama no sólo más alentador, sino con reglas más claras”.
Para el vicepresidente de Cocyar SA., Adrián Dip, “la importante merma se debe a la falta de confianza en los inversores. Plata hay pero están esperando para invertirla debido a la inseguridad política y económica que estamos pasando”.
Optimismo
A pesar del panorama actual, la mayoría de los empresarios mira con optimismo el futuro. “Creo que en algún momento el mal humor general va a cambiar y la gente va a volver al ladrillo como reserva de valor de su inversión y sobre todo como seguridad jurídica de sus ahorros”, dijo esperanzado Javier Bruno.
Daniel Arditti, por su parte, se mostró optimista respecto a la recuperación del sector. “Aquellas personas que tuvieron la posibilidad de invertir en inmuebles conocen perfectamente las ventajas que ofrece el ladrillo en términos de resguardo del capital, y quienes podían y postergaron sus decisiones hoy están más que arrepentidos, ya que los valores de las propiedades en contexto inflacionario siguieron aumentando, aún expresadas en dólares, provocándoles una depreciación muy importante en sus ahorros”.
Con este argumento, sostiene que “a la brevedad, cuando amaine un poco la crisis y la gente se saque la duda de que los inmuebles no van a bajar de precios, volverá a invertir en ladrillos”.
Por eso la empresa sigue con sus proyectos en ejecución al ritmo previsto, mientras analiza comenzar un nuevo emprendimiento inmobiliario a fines de julio. De este modo, “cuando el cliente salga a comprar tendremos mercadería para venderle ya que nuestro producto demora de 18 a 24 meses su fabricación y tenemos que comenzarlo con tiempo”.
Por último, Adrián Dip de Cocyar, estimó que “esta crisis se mantendrá hasta fin de año pero luego vienen los meses de enero, febrero y marzo que no se toman decisiones importantes. Por lo tanto hasta abril de 2010 esto seguirá así. Después de tocar fondo sólo quedar mejorar”.