La dimensión humana de las

historias con extraterrestres

Mora Cordeu

(Télam)

A contramano de una corriente que no titubea en subestimar a los lectores al abordar el tema de los extraterrestres, el periodista Alejandro Agostinelli encara en “Invasores” la historia de la ufología en la Argentina, con una información muy detallada sobre hechos, protagonistas y testigos de este tipo de experiencias.

“Las experiencias son verdaderas para aquellas personas que te lo cuentan, te hablan de una realidad indiscutible desde su lugar de testigo o de protagonista”, dispara Agostinelli al ser entrevistado. El autor pasó de la credulidad al escepticismo y descubrió finalmente que “el periodismo permite aventurarse en geografías y personajes increíbles sin necesidad de novelar la falta de información. La realidad es una constelación de fragmentos, de deseos, semiverdades, ilusiones, expectativas, emociones; está atravesada por muchas voces y puede ser contada de maneras distintas. Lo fascinante de la experiencia humana es que permite reconstruir historias como las que cuento”, analiza el autor de este libro publicado por Sudamericana, interesado en rescatar la dimensión humana de estos relatos.

Mientras presenta los trece casos elegidos, el autor enumera datos sobre la ufología en la Argentina, el rol del espiritismo ligado a la prehistoria de los extraterrestres, las conexiones establecidas con grupos de otros países y la reactualización de muchos relatos rescatados con el paso del tiempo.

¿Para qué novelar? “Ésa es una vieja discusión, hay periodistas que no creen sobre lo que escriben y tienen la tendencia a fantasear sobre estos temas. “Se trata de una estupidez -dicen-; la gente quiere que le cuenten historias de marcianos y no la vamos a defraudar’. Hay como una subestimación del género que siempre me irritó mucho”, considera Agostinelli.

“Cualquier tema puede ser abordado con respeto, y se pueden aplicar las técnicas de investigación habituales en el periodismo -apunta-. Con este libro quise mostrar que se puede hacer algo entretenido, instructivo y revelador sin necesidad de “rizar el rizo’, es decir, hacer más fantástica la realidad de lo que es”.

En la Argentina, el comienzo de estas historias pasaron “de una manera desapercibida en los medios de comunicación”, como fue la famosa versión del “Martín Fierro” traducido al varkulets (idioma extraterrestre utilizado por el trotamundos polaco Eustaquio Zagorski (1904-1981).

“En esa época yo tenía quince años y había formado un grupo de ufología, y él me mandó una carta a la que no le di bola; dije: “Éste es un loco’. Quién me iba a decir que 30 años después -evoca- me iba a dar cuenta de que había perdido la oportunidad de conocer a alguien increíble y a los personajes que lo circundaban.

“Ya en la década del ‘70 hubo una euforia mundial con el tema de los platos voladores y aquí los medios incorporaron este tipo de información -menciona Agostinelli-. En el diario La Razón no había un día en que no apareciera una noticia, lo mismo Crónica o Pipo Mancera en su programa “Sábados Circulares’.

“Francisco García (que se decía marciano por parte de madre) anunció que iba a aterrizar una flotilla de platos voladores en Chascomús el 20 de agosto de 1973. Y dos jóvenes periodistas de Teleshow (Canal 13), Víctor Sueiro y José de Zer, lo invitaron a contar lo que iba a pasar ante miles de telespectadores”, recuerda el periodista y precisa que el propio Sueiro lo interesó en esta historia.

Sin embargo, con la muerte de Sueiro en 2007, Agostinelli no pudo tener el tape y tuvo que reconstruir el programa con distintas personas porque no quedó ningún registro. En Chascomús hubo una multitud que aguardó la llegada de los platos voladores, pero no acudieron a la cita y el periodista comenta que “varios estuvieron a punto de tirar a la laguna al cabecilla de la convocatoria y a los periodistas presentes, entre ellos, Sueiro”.

De los casos más conocidos, nombrados por Agostinelli, figuran el matrimonio Vidal y su teletransportación de Argentina a México; los hermanos Duclout, los primeros contactados argentinos; Silvia Pérez Simondii, directora del Museo Ovni de Victoria, y Martha Green (seudónimo de Martha Rodríguez) que en su libro “Ozonis” revela que tuvo un hijo con Enis, un científico extraterrestre.

Tampoco faltan casos más recientes como las vacas mutiladas a fines de 2001 o el extraño suceso protagonizado por Raúl Dorado, un chacarero de Jacinto Aráuz (La Pampa), que denunció que un plato volador le llevó su celular.

En la Argentina, el comienzo de estas historias pasaron de una manera desapercibida en los medios de comunicación, como fue la famosa versión del “Martín Fierro” traducido al varkulets (idioma extraterrestre utilizado por el trotamundo polaco Eustaquio Zagorski).

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El periodista Alejandro Agostinelli prestó un “oído serio” a quienes dan testimonio de alguna experiencia con extraterrestres en su libro “Invasores”.

Foto:Archivo El Litoral

En Chascomús hubo una multitud que aguardó la llegada de los platos voladores pero no acudieron a la cita y el periodista comenta que “varios estuvieron a punto de tirar a la laguna al cabecilla de la convocatoria y a los periodistas presentes, entre ellos Sueiro”.