Destacado por la crítica porteña

Gabo Ferro: canciones extremas

El polifacético artista estará esta semana en la sala Juan José Saer del Foro Cultural Universitario, reiniciando los Jueves de Música.

Ignacio Andrés Amarillo

[email protected]

El músico, compositor, poeta e historiador Gabo Ferro será el encargado de reabrir los Jueves de Música del Foro Cultural de la UNL (9 de Julio 2150), a partir de las 21. El costo de las entradas será de 20 pesos generales y 15 para estudiantes, jubilados y socios de cooperadoras UNL.

En la previa del show, el artista dialogó con El Litoral sobre su actualidad y sus diferentes proyectos.

—¿Qué vas a mostrar en el show del Foro?

—Una selección de los cuatro discos de estudio editados hasta ahora, y probablemente toque algunas canciones nuevas del disco que va a salir en septiembre de este año. Muchas canciones; vamos a tratar de hacer una selección, si no va a ser un concierto muy largo, nos van a tener que echar, me parece.

—Contanos algo de tu disco y libro junto a Ral Veroni y Flopa.

—Solemos tocar juntos, somos amigos. Apareció Veroni, un amigo que conocemos hace muchos años, que se había ido a vivir a Escocia; ahí desarrolló su trabajo, es artista plástico. En uno de los encuentros que tuvimos así informales salió la propuesta: “Vamos a hacerlo”. Tenía como un color propio: no armar los clásicos dúos o tríos de músicos, tenía un buen chiste que se conformara un trío de dos músicos con un artista plástico, para conformar una obra que tuviera un “tráfico” entre las dos artes.

De ahí salió este trabajo que se llama “Nada para el destino”, que editó Asunto Impreso: son 12 imágenes de Ral, varias canciones y algunos pasajes musicales para acompañar algunas de las imágenes.

—Editás mucho... incluyendo varios piratas por fuera de los discos “oficiales”.

—Es como un chiste: piratearme a mí mismo... Circulan muchas cosas a partir de estas cuestiones de las redes sociales (no tanto el Facebook, pero sí el YouTube y otras). Y en general, circula con calidad mala o regular. Hay cosas que están ahí, y uno considera que están buenas. Entonces lo que hago es lo mismo que cuando armo mis propios discos: los mando a fabricar, hago una tirada grande; pero a diferencia de los discos “formales” (que sí los reedito) a éstos cuando se agota no los reedito más. De este último, que es un DVD + CD, lo que hice fue hacer una tirada de 2.000, cuento los sitios donde más o menos pienso que voy a ir y veo cuántos llevo a cada uno. Y cuando se agota para ese lugar no hay más. Tienen una edición más cuidada, el mejor audio que podamos darle, la mejor edición; frente a tanta data que anda circulando por Internet, o discos piratas de otra gente.

Caída y renacimiento

—En los ‘90 estuviste tocando géneros más extremos...

—No sé si más extremos; tímbricamente asustaba un poco más, pero creo que esto es más extremo que aquello (risas). La banda se llamaba Porco.

—Hubo un parate y renacimiento musical. ¿Qué pasó en esos años “blancos”?

—Lo que pasó fue que abandoné la música, pensé que no tenía nada que hacer en ese campo. Justamente porque pensaba que para moverte dentro de la música y hacer música tenías que vivir con los pantalones bajos... y no es mi estilo. Me fui a hacer una carrera; la disfruté mucho, y la sigo disfrutando, porque sigo escribiendo... Hice un grado en historia, después una maestría en investigación histórica y después un doctorado en historia.

De la tesis de maestría salió mi libro (sobre la cuestión de la barbarie y la civilización en la época de Rosas, a través de tres metáforas muy usadas: la sangre, lo monstruoso y lo vampírico), que se editó el año pasado, que obtuvo la Mención Honorífica del Fondo Nacional de las Artes.

Fue una cuestión de “esto no es para mí” y me fui. Pasaron ciertas cosas en el 2004 que me llevaron a pedir una guitarra prestada, porque había regalado o vendido todo, regalado los discos; y eso me llevó a lo que fue el primer disco. Tuvieron que insistir mucho para hacerlo, pero simplemente porque no quería lastimarme más, no porque supusiera que las canciones fueran buenas, malas o regulares; sino simplemente porque dijo: yo no quiero volver a pasar por eso. Y eso lo sigo viviendo hasta el día de hoy: todo lo que hago lo hago porque quiero y porque me da placer y alegría. Por eso, me mantengo paralelo a lo que es la parte más carnicera de la industria cultural.

—¿Qué se viene?

—Un libro nuevo (sobre la cuestión de la degeneración en la formación de la Nación argentina), y entro a grabar el disco de este año. Más allá de eso tocar mucho, por suerte hay muchos conciertos y ciclos: me gusta armar diferentes propuestas sobre las mismas canciones o sobre otras.

Gabo Ferro: canciones extremas

Luego de sus años al frente de la banda hardcore Porco, Gabo se dedicó a su formación académica como historiador, antes de renacer como cantautor acústico.

Foto: Gentileza producción

2.jpg

Contemporáneamente

—Venís con varios trabajos en los límites de la música popular. Estás trabajando en el estreno de “Four Walls”, una obra del compositor contemporáneo John Cage.

—Fue idea de Haydée Schvartz, que estrenó la misma “európera” para John Cage, y que trabajó cerca de él mientras vivió en Estados Unidos. Me hizo la propuesta de hacer este trabajo. La produce el Teatro Colón, y para mí es un aprendizaje enorme trabajar al lado de Haydée y de la gente de danza del teatro. Para mi sorpresa, es una obra que está atravesada por mi personaje, nos llevó muchísimo ensayo, todos los días durante dos meses. Por la emergencia sanitaria se tuvo que posponer hasta los primeros días de septiembre, que se va a estrenar... espero.

—¿Qué fue lo que más te costó?

—Primero que interpreto a un enfermo terminal; y por si eso fuera poco, tiene muchísimos deseos: todos los que te imagines, pero sobre todo el de seguir vivo. Pero sabe que se muere, entonces va a recurrir a cierta cosa para seguir viviendo. Lo único que tiene para realizar esta operación es al enfermero que lo atiende.

Si todo esto fuera poco, el aria que canto (sin el piano) es realmente muy dramática, y potenciada por la situación que sucede inmediatamente antes. Es una obra que a mí realmente me marca, hay una cosa coyuntural en mi propio camino, antes y después de este John Cage.