Entrevista a Jorge Lapeña, presidente del Instituto Argentino de la Energía

“Volver atrás con los aumentos de luz

y gas nos deja un problema irresuelto”

Así se refirió a la decisión del gobierno de suspender los incrementos de los servicios por dos bimestres. Caracterizó la crisis estructural del sector energético y remarcó la necesidad de una política clara y estratégica.

De la redacción de El Litoral

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La presencia de Jorge Lapeña en nuestra ciudad estaba confirmada desde hace tiempo. Vino a Santa Fe, invitado por la UNL, para disertar sobre “Reflexiones para un modelo de desarrollo en el sector energético”, en el marco del ciclo de debates “Hacia un desarrollo sustentable”.

Casualidad o no, horas antes de esta entrevista, el ministro Julio de Vido anunció que el gobierno daba marcha atrás con los tarifazos ante la queja de usuarios y disposiciones judiciales. Gracias a 400 millones de pesos que pagará la Nación, los exorbitantes aumentos quedarán sin efecto hasta septiembre.

En este marco, Lapeña, ex secretario de Energía de la Nación, dialogó sobre esta decisión, la crisis estructural que vive el sector energético y la falta de una política a largo plazo.

Crisis estructural

— ¿Cuál es la situación del sector energético en nuestro país?

— El sector está en crisis estructural: en decadencia productiva, desajustado económicamente y con problemas legales, institucionales y políticos. La parte más importante está conformada por los hidrocarburos: el petróleo y el gas representan el 90% de lo que consumimos. Desde 1998 venimos produciendo cada vez menos y vamos a continuar produciendo menos. Se explora menos y, por lo tanto, no se descubren nuevos yacimientos de petróleo ni de gas. No hay inversión en nuevas centrales de generación eléctrica, en gasoductos ni en refinerías. Hay un problema técnico para cubrir una demanda que es creciente. También un problema económico porque las tarifas que pagamos no reflejan los costos de producción. Por lo tanto, la demanda crece más de lo necesario y la oferta menos, porque nadie quiere invertir a pérdida. No se cumplen las leyes, sino que nos manejamos con leyes de emergencia. Hay instituciones estatales vaciadas, debilitadas y que no cumplen sus funciones. Tenemos un problema múltiple, al que se le adiciona un problema político, que es un discurso muy confuso, que raya la mentira, el engaño y el no reconocimiento de errores.

Alternativas

— Además del gas y el petróleo, ¿qué otras fuentes energéticas tiene la Argentina?

— Es un país extenso, con una geografía diversificada y con recursos naturales. Tenemos la posibilidad de la implementación de la energía nuclear, eólica, solar y de biocombustibles. Se trata de poner estos recursos en la mira para elaborar un plan energético que los combine de manera satisfactoria.

— ¿Estos recursos podrían ser una alternativa a la importación de gas?

— No creo. La importación de gas es un problema actual, que vamos a tener que resolver. En este momento el 50% de lo que consumimos es gas natural. Por no tener una planificación energética, en vez de darnos cuenta años atrás que esto iba a ocurrir y preverlo, nos dimos cuenta de que faltaba el gas en el momento en que faltó. Ahí es donde la importación va a jugar un rol: de ese 50% que consumimos, una parte va a ser producida por los yacimientos locales y otra parte -un 20-25%- nos tiene que provenir, en los próximos años, de la importación. Pero el gobierno recurre a una importación de ocasión porque importa en cantidades pequeñas, fuera de escala y de manera costosa. Hay una maniobra a corto plazo: cómo introducimos gas importado con un proceso interesante, algo que no se hace en la Argentina. Simultáneamente, tenemos que disminuir la proporción del gas en nuestra ecuación energética, bajando el consumo o no subiéndolo. Si hoy representa el 50% del consumo y la demanda es creciente, la proporción va a bajar a un 45-40% y, de aquí a 15 años, se podría estabilizar en valores mucho menores. Esa proporción la van a tener que tomar otros recursos, que son las fuentes sustitutivas de energía.

—¿Cuáles serían?

— Hay discusiones políticas en este punto. Una opción sería la energía nuclear, pero muchos no la quieren y tienen razones fundadas. Otros la consideran una energía válida. Lo mismo puede pasar con la hidroelectricidad y otras fuentes. Hay que generar una discusión política, a través de un proceso más participativo.

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Jorge Lapeña señaló que la escasez de gas se produce por la falta de una planificación energética a largo plazo.

Foto: Flavio Raina

Marcha atrás con el tarifazo

— ¿Cómo ve la decisión de suspender el tarifazo por dos bimestres?

— Es una decisión ilógica. Estratégicamente, haber dejado congeladas las tarifas lleva a un callejón sin salida, que se da en un momento en que no se pueden sostener los subsidios. Decir que al incremento sólo lo van a pagar los ricos y equivocarse en el modo de discriminar entre los usuarios ricos y los pobres es una decisión mal tomada. Si digo que todo aquel que consume menos de 1.000 metros cúbicos (m3) de gas por año es no pudiente y el que lo supera es pudiente, y ése es el sector que va a soportar aumentos exorbitantes, estoy cometiendo un error técnico. Está mal creer que porque una persona consume menos de 1.000 m3 es no pudiente porque puede tratarse de un soltero. Inversamente, hay no pudientes que pueden superar los 1.000 m3 porque tienen casas difíciles de calefaccionar o con mucha gente viviendo. Como este error maneja una escala de cientos de miles de personas, genera los problemas que hemos vivido y esta preocupación social de la gente que no puede pagar. Volver atrás con los aumentos, y no justificar por qué, nos deja un problema irresuelto y no queda claro quién se equivocó.

/// LA FIGURA

Su currículum

Es ingeniero industrial, egresado de la UBA. Actualmente, es presidente del Instituto Argentino de la Energía General Mosconi y, desde 1985, se desempeña como consultor especializado en temas energéticos.

Ocupó importantes cargos públicos: secretario de Energía de la Nación y subsecretario de Planificación Energética, presidente del directorio de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), presidente y miembro del directorio de la Comisión Nacional de Energía Atómica. Es autor de numerosos artículos y publicaciones en torno a la problemática del sistema energético nacional.