Llegan cartas

Agradecimiento

Mario Alberto Vidolini

DNI. 12.884.571, Santo Tomé.

Señores directores: Tiempo atrás tuve un infarto, fui internado en el sanatorio Santo Tomé y al día siguiente fui derivado al sanatorio Santa Fe. Motivan estas líneas mi real profundo y sincero agradecimiento a todos y cada uno de quienes de un modo u otro me atendieron y cuidaron como si fuera yo un ser especial. Según comentarios de otros pacientes no fue solamente mi sentir sino el de la mayoría de mis “socios en la desgracia”. Para algunos mi caso seguramente fue un trabajo profesional, pero la piel y el corazón sienten cosas que sólo el espíritu vivifica. Por ello gracias a los doctores Sccheggia, Schmuk, Urquiza y Ciro, gracias enfermeras: Rosario, María Rosa, Laura 1 y Laura 2, Cecilia, Walter y Walter de Hemodinamia y 4 Silvias, una cantante tipo alondra de vos dulce y melódica. Gracias también a las “4 mucamas madrazas” que irradian amor y ternura. Gracias en general a toda la Unidad Coronaria del sanatorio Santa Fe, tengo de estos días los lindos recuerdos, uno el haber sido prontamente curado, cuidado y hasta mimado por ustedes, el otro y que quedará por siempre en mi memoria es haber conocido, aun en estas tristes circunstancias, a personas del calibre y rango moral que poseen.

Agradecimiento II

Jorge René Schuster.

DNI. 6.234.738.

Señores directores: Quisiera hacer llegar, por este medio, mi eterno agradecimiento a la señora Laura (Pami), Dra. Crespi, Dr. Márquez, la radióloga señora Cristina y demás colaboradores del Sanatorio Americano de Santa Fe; a la licenciada Liliana Martín, Dra. Alejandrina, Dra. Taborda y sus colaboradores del Pami (Buenos Aires), al personal del Sanatorio Colegiales (tercer piso) y al Dr. Claudio Yampolsky, su equipo de colaboradores, su secretaria Sra. Carolina, todos de Buenos Aires y muy especialmente a la señora Liliana Greco del Pami de Santa Fe, que todos hicieron posible que se me efectúe la operación de alta complejidad, de columna, en Capital Federal. Son mis más fervientes deseos de que en sus vidas privadas, por su extraordinaria comprensión al que sufre, sean premiados por el Todopoderoso en todos los momentos y actos de sus vidas.

Neuronas, ¡por favor!

Dolly Campana

LC: 1.049.195.

Señores directores: Los sabios: ¿qué pretenden?, ¿ser superiores a Dios? Ahora la nueva es decir que las neuronas rigen al alma. ¿Qué es lo que pasa? Cuando me dicen te quiero con toda el alma: ¿hay que pensar en las neuronas? ¡Por favor! El alma es la parte divina del cuerpo y en ella solamente está Dios para hacernos discernir y gozar lo más bello de la vida.