El Sadop denuncia un atropello laboral

El Sindicato Argentino de Docentes Particulares (Sadop) Seccional Santa Fe denuncia un “atropello laboral” debido a la pretensión del Sindicato de Obreros y Empleados de la Educación y la Minoridad (Soeme) y de la patronal católica para que tanto los secretarios como los preceptores de escuelas privadas sean considerados como personal administrativo, y por lo tanto encuadrables gremialmente en el sindicato de los administrativos.

Mediante un comunicado de prensa, el Sadop asegura haber recibido reiteradas denuncias de sus afiliados y advierte que “esa pretensión debe ser rechazada por todos los docentes, involucrados o no”.

Aclara que “nada es más inexacto y caprichosamente intencionado que pretender que quien ejerce un cargo docente, sea considerado un personal administrativo”, al tiempo que sostiene que la intención de fondo es imponer las condiciones de trabajo y salariales del convenio colectivo de Soeme, que establece: “48 horas semanales de trabajo (8 horas diarias, incluidos los sábados), salario inferior al actual establecido por el Consejo Gremial de la Enseñanza Privada, bonificación por antigüedad inferior a la actual, aportes jubilatorios en el Anses (Nación), imposibilidad de jubilarse como docentes, afiliación a la Obra Social Ostep, desconocida y sin servicios en Santa Fe”.

“Este alevoso atropello laboral -denuncia el Sadop- fue expresado claramente en una reciente reunión de directivos y representantes legales del Arzobispado de Santa Fe. Además de lo apuntado, sin pudor alguno, instruyeron a los directivos para que desalienten la participación de secretarios y preceptores en los cursos de capacitación que organiza Sadop”.

El sindicato asegura que no hay razón para dudar de los cargos incluidos en el escalafón docente provincial, entre los que se cuentan el de secretario y preceptor. “Quién sostiene lo contrario es porque lisa y llanamente pretende beneficiarse, perjudicando a los trabajadores”, concluye el Sadop, al tiempo que recomienda a los afectados no ceder ante las presiones.