En el edificio escolar no hay actividades y se realizan refacciones
Ballarini: dictan clases bajo precariedad y hacinamiento

Apretados e incómodos. En el Club Cabal, los chicos se acomodan como pueden. El espacio fue dividido con armarios para improvisar aulas.
Foto: Amancio Alem
Los dos turnos se repartieron en la vecinal Sarmiento y en el Club Cabal. Alumnos de varios grados comparten un mismo espacio muy reducido, apretados, incómodos y sin ventilación. Docentes y porteros ayudan a brazo partido para sobrellevar la situación.
De la redacción de El Litoral
Otra vez, la Escuela Nº 76 Camila C. de Ballarini -emplazada entre los barrios Cabal, La Loma y Escarafía, al norte de la ciudad- es noticia. La institución vive por estos días una situación muy particular: como el edificio escolar está inhabilitado momentáneamente por refacciones en el techo y cielorraso, las clases de los dos turnos -mañana y tarde- se dictan, provisoriamente, en dos locales -la vecinal Sarmiento y el Club Cabal-, en condiciones de precariedad, en espacios muy reducidos: esta mañana, en la vecinal, 40 chicos -de radial, más dos terceros grados- tenían clases en un pequeño salón, con dos pizarras y tres docentes. Similar situación ocurre en el club, adonde un sector se dividió con armarios para improvisar aulas. La escuela tiene una matrícula que ronda los 550 alumnos.
Además, ambas instituciones deben continuar con sus actividades sociales. Así, en el club los porteros arman y desarman las “aulas” todos los días, ordenando sillas y bancos para dejar liberado el salón grande, pues luego de las 18 se practican varios deportes. El lunes, cuando ingresaron a clases, los alumnos se encontraron con la suciedad y los desperdicios de una fiesta que había tenido lugar la noche anterior en esas instalaciones -que son alquiladas para este tipo de eventos-.
Falta espacio
“Los chicos están padeciendo una situación de hacinamiento. El espacio disponible es muy escaso para la gran cantidad de alumnos, están muy apretados. A ello se suma la falta de ventilación. En el día a día nos estamos organizando como podemos, porque funcionamos en los dos locales y en horario completo -mañana y tarde-, con casi todos los chicos de la matrícula, con muy poco espacio y sin ninguna comodidad”, comentaron a El Litoral desde la dirección del establecimiento.
Al club van a clases los chicos de 4º a 7º grado, y a la vecinal los de aula radial, 1º, 2º y 3º grado. Ambas instituciones quedan a varias cuadras de distancia de la escuela: “Docentes y porteros tuvimos que acarrear a pie los bancos y las sillas, para acondicionar los locales, porque no teníamos vehículos para el transporte”, dijeron.
Hay un sector del club que se dividió con armarios para improvisar las aulas. “Es muy difícil dar clases así, porque los chicos se dispersan -los ruidos de las otras clases se escuchan-, no atienden. Y no hay ventiladores: el lunes hizo mucho calor. Prometieron paneles divisorios para mejorar y dividir mejor los espacios para que quedaran cuatro aulas, en el espacio central del club”, explicaron en la escuela.
El calor, un problema
“El período escolar termina en noviembre, pero nosotros tenemos todo diciembre para libretas en proceso, clases de apoyo, actos escolares, etc. Imaginate cómo van a sufrir el calor los chicos, en espacios muy reducidos, sin ventiladores. Aquí el problema es que no nos alcanza el espacio para albergar a tantos alumnos”, afirmaron desde la dirección. “Los docentes tienen la mejor voluntad, pero se complica mucho. Tuvimos que hacer una reestructuración horaria para que los maestros especiales no tengan que trasladarse de un lugar a otro. Así nos vamos acomodando, como podemos”.
Por otro lado, la inseguridad sigue apremiando en la zona y es una problemática que se agrava: “Es moneda corriente aquí. Nos manejamos con el 911, pero necesitamos algún tipo de seguridad. El otro día hubo un intento de robo a 20 metros de la escuela. Se vive a diario este problema y para nosotros es un agravante a la circunstancia por la que estamos atravesando”. El comedor escolar sigue funcionando en la escuela -Vieytes al 5300- “pero necesitamos envases térmicos especiales para llevar la leche líquida hasta la vecinal y el club”, requirieron desde la institución.




