El lunes, en ATE Casa España

Unidos por la gracia de Haendel

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Sergio Siminovich volverá a ponerse al frente del ensamble de coro y orquesta, como ya lo hiciera el año pasado con el oratorio “Belshazzar”, del mismo compositor.

Foto: Archivo El Litoral

El oratorio “Sémele” reunirá nuevamente al Coro Polifónico Provincial de Santa Fe con La Barroca del Suquía, junto con algunos solistas de la Sociedad Haendel de Buenos Aires.

 

De la redacción de El Litoral

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El próximo lunes a las 19, en ATE Casa España (Rivadavia 2871), el Coro Polifónico Provincial de Santa Fe interpretará el oratorio “Sémele”, de Georg Friedrich Haendel. En la ocasión, estará acompañado por algunos solistas de la Sociedad Haendel de Buenos Aires y la orquesta cordobesa La Barroca del Suquía, dirigida por Manfredo Kraemer. Todo esto bajo la dirección general del maestro Sergio Siminovich. La entrada será libre y gratuita.

Teatro musical

Julio Barreto, Darío Casanovas y Guillermo Wertheimer, alumnos del Instituto Superior de Música de la UNL (bajo la coordinación de la profesora Cintia Cristiá, de la cátedra de Investigación Musicológica), realizaron una investigación sobre la mencionada obra. Allí comentan: “A diferencia de su contemporáneo Johann Sebastian Bach, Georg Friedrich Haendel desarrolló una carrera internacional. Su producción más relevante es la referente al teatro musical. Haendel compuso óperas según la tradición italiana desde 1705 (‘Almira’) hasta 1741, siendo ‘Deidamia’ su última creación dentro de este género. Junto con las óperas, los oratorios conforman el núcleo de su producción musical”.

“Compuestos entre 1737 y 1752, sus oratorios se diferencian de las óperas esencialmente por tres aspectos: la ausencia de escenificación, el libreto en inglés (debido a que el compositor se radica en Londres y obtiene, en 1727, la nacionalidad británica), y el papel primordial que ocupan los coros en su estructura. Las temáticas elegidas por el compositor también pueden organizarse en tres categorías: ‘Sansón’ (1743) e ‘Israel en Egipto’ (1738), por ejemplo, desarrollan argumentos provenientes de la historia sacra, específicamente del Antiguo Testamento; ‘Actis y Galatea’ (1731) y ‘Hércules’ (1745) se cuentan entre los oratorios que apelan a temas mitológicos; ‘Ocassional Oratorio’ (1746) y otros, conforman un grupo de tipo alegórico. En un principio, conforme a los gustos de la burguesía inglesa de la época, el compositor alemán había pensado sus oratorios con puesta en escena, pero finalmente debió descartar esa idea debido a que la Iglesia británica prohibía la escenificación de temas bíblicos”.

El público de su tiempo

Cuentan los estudiantes que “ ‘ Sémele’ corresponde a los oratorios basados en temáticas mitológicas y fue compuesto entre el 3 de junio y el 4 de julio de 1743, sobre un libreto realizado por William Congreve en 1706, a partir del tercer libro de las Metamorfosis de Ovidio. La obra fue estrenada en Londres, en el teatro real Covent Garden, el 10 de febrero de 1744, “in the manner of an oratorio’ (a la manera de un oratorio), es decir, sin representación escénica. El relativo fracaso de esta composición podría atribuirse a la incompatibilidad entre la obra y las expectativas del público del momento. El carácter erótico presentado en ‘Sémele’ y su texto en inglés provocaron la irritación de la clase aristocrática que, acostumbrados a la ópera de tradición italiana, consideraron la obra como una ofensa, lo que llevó al compositor más tarde a intercalar arias en italiano y suprimir las líneas explícitamente sexuales”.

La historia

El trabajo de Barreto, Casanovas y Wertheimer concluye con el relato del argumento mitológico: “Basado en el mito de Sémele, este oratorio está compuesto de tres actos que contienen a su vez arias, duetos, cuartetos y coros. Sémele, hija de Cadmus, rey de Tebas y Harmonía, recibía a Zeus en sus habitaciones; secretamente, pues éste estaba casado con Hera, que no era precisamente una diosa permisiva. Harta de las aventuras amorosas de su esposo, Hera adoptó la forma de la anciana Béroe, nodriza de Sémele, se puso canas en las sienes, surcó de arrugas su piel, arrastró su encorvado cuerpo con tambaleantes pasos, cascó su voz, y ya era Béroe en persona, la nodriza epidaura de Sémele. Entonces, acudió a Sémele intentando convencerla de que abandonara la relación con su consorte. Como no lo consiguió, le dijo que su amante no era Zeus, sino un hombre corriente que se aprovechaba de su ingenuidad. Ante la incredulidad de Sémele, le aconsejó que le pidiera alguna prueba de su divinidad. Persuadida, Sémele le pidió a Zeus que le demostrara su poder y éste, encantado porque Sémele iba a darle un hijo, le prometió concederle cuanto le pidiera.

“Aleccionada por Hera-Béroe, le pidió que se le manifestara con todo su poder. Aunque Zeus intentó convencerla de que cambiara su pedido, ella se negó y él tuvo que cumplir su promesa. Al aparecer en todo su esplendor, por ser el dios del rayo, su fuego abrazó a Sémele, quien pereció en el acto. Cuenta la historia que apareció entonces Hermes y, arrancando al hijo nonato del vientre de Sémele, lo cosió al muslo de Zeus. Varios meses después nació el niño y fue llamado Dionisio (‘dos veces nacido’) y también Demeter (‘el de dos madres’).

“Se dice que, más tarde, Dionisio logró rescatar a Sémele del Hades (el ultramundo), y la hizo inmortal como diosa del matrimonio dándole el nombre de Tione (en griego, ‘la ardiente’). Para ello, descendió al Tártaro, donde sobornó a Perséfone con el regalo de un mirto para que dejase en libertad a su madre difunta. Sémele ascendió con él al templo de Artemisa, donde se ocultó definitivamente, según había sido acordado entre Dionisio y Zeus para evitar el enojo de Hera. Sémele es, además, la diosa fundadora de la raza negra, pues subió al cielo ennegrecida por el fuego que le causó la muerte”.

Intérpretes

Los solistas vocales en la ocasión serán: Silvana Guatelli (soprano), Mario Martínez (tenor), Adriano D’Alchimio (contratenor), María de los Ángeles Novau (soprano), Pablo Travaglino (contratenor) y Mariano Fernández Buztinza (bajo).

La Barroca del Suquía se integra de la siguiente manera: violines I: Manfredo Kraemer (también director), Hebe Asrin, Pablo López, Mauro Asís; violines II: Graciela Chamale, Valeria Martín, Verónica Caeiro, Leandro Liuzzi; violas: Alberto Lepage, Juliana Rufail; violoncellos: Nina Diehl, María Jesús Olondriz; contrabajo: Daniel Becerra; oboes: Horacio Laria, Yvonne Diehl; trompetas: Carlos Saccanell y Dimitri Siminovich; fagot: Alejandro Aizenberg; tiorba: Dolores Costoyas; clave: Federico Ciancio; órgano: Manuel Marina; timbales: Federico Figueroa.