último día de un año escolar interrumpido por la gripe a y los paros

Fin de clases con malestar docente y dudas a futuro

Directivos y docentes coincidieron en que la suspensión por gripe A alteró la rutina escolar, aunque “se sostuvo el vínculo pedagógico”. Los paros fragmentaron el proceso de enseñanza y noviembre fue crítico con los cierres de temarios. Recuperar la calidad educativa, el desafío para 2010.

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Rindiendo examen. Esta mañana en la Escuela Normal, los chicos rendían exámenes definitorios de quién aprobaba la materia y quién no.

Foto: Néstor Gallegos

 

De la redacción de El Litoral

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El calendario escolar desembocó en su último día: hoy viernes 27 de noviembre terminaron las clases para los niveles inicial, primario y medio en toda la provincia. Puesta en contexto la fecha no es anecdótica. Indica la finalización del año lectivo, pero también la culminación de un ciclo escolar plagado de interrupciones, con la suspensión preventiva de clases por la pandemia de la gripe A y los nueve paros docentes -más uno de CTA-. Y esta discontinuidad en las clases, tanto para las escuelas públicas como las privadas, afectó en mayor o menor medida los procesos de enseñanza-aprendizaje y la calidad educativa, al decir de directores y docentes consultados.

El Litoral recorrió esta mañana varios establecimientos de la ciudad para conocer la opinión de los directamente involucrados en el tema. “Primero vivimos la convulsión y la paranoia por la gripe A, aunque pese a la contingencia se mantuvo el vínculo pedagógico. Aprendimos a familiarizarnos con la Internet como herramienta de soporte a la enseñanza. Después vinieron los paros que interrumpieron el vínculo pedagógico, se rompió la continuidad”, comentó Luz Marina Quaranta, directora de la escuela primaria Nº 8 Cristóbal Colón.

Consultada sobre el impacto de las interrupciones anuales en la calidad educativa, la directora señaló: “Debemos poner todo en un contexto de situación. Hay que considerar cómo terminan los chicos, los docentes y directivos, cansados y preocupados, y los padres, tensionados. Si queremos que los alumnos reciban calidad educativa, tenemos que sentarnos a dialogar y discutir desde todos los estamentos, consensuar qué estructuras normativas mejorar, atender la cuestión edilicia de las escuelas”, dijo, dando a entender que la pretendida calidad educativa se inscribe en un contexto que excede la evaluación de un sólo año escolar, por más accidentado que éste haya resultado.

En la secundaria

Para la rectora de la Escuela Normal Nº 32, Mónica Bejarano, la calidad en la educación “no siempre está directamente relacionada con el tiempo, con los días de enseñanza, ni tampoco con el tiempo presencial. Pero tantos días perdidos afectaron de alguna manera a la educación”, sostuvo. Por otro lado, consideró que la fragmentación pedagógica se notó en noviembre, con todos los paros a cuestas. “Fue ahí cuando los chicos sintieron la ruptura del proceso de aprendizaje. En esta última etapa, los chicos faltaron más, se quedaron en sus casas, y no se pusieron en estudiar”, señaló.

Noviembre fue un mes crítico con el cierre de los temarios y la recuperación de los alumnos “flojos”, bajo el agravante de los paros. “Nosotras pudimos salir de paso, porque llevábamos al día los temas. Pero es cierto que el cierre se complicó con las huelgas”, coincidieron dos profesoras de ese establecimiento.

Preocupación

En un tono más crítico y reflexivo, el rector de la Escuela de Enseñanza Media Nº 440 Simón de Iriondo, Alberto Roblero, opinó: “Nosotros tratamos de hacer una recuperación pedagógica, pero evidentemente se vio afectada la relación docente-alumno, donde el tiempo de respuesta y las inquietudes, o la resolución de problemas pedagógicos se vieron profundamente afectados. En este período, esa relación dialógica y real entre profesor y alumno se rompió. Y, como agravante, los paros nos complicaron más el cierre del año lectivo”.

“En los docentes hay mucha preocupación de cara al próximo año. Los salarios docentes se vieron impactados por los aumentos en la la canasta básica familiar. Esta situación, más que hacer que se resienta el docente, lo desalienta. También se abre un horizonte de incertidumbre sobre lo que pasará en el próximo ciclo lectivo”, concluyó.


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Actividades múltiples

El Litoral encontró a las escuelas con actividades de todo tipo: exámenes, muestras de fin de año y actos en los preescolares. Los paros aceleraron el ritmo de la última semana.

Foto: Néstor Gallegos

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Protesta al final

En el colegio San Antonio de Padua está prevista una reestructuración institucional, por la cual las divisiones de 4º y 5º años del turno mañana pasarán a la tarde. La situación generó el malestar entre los alumnos afectados. Foto: Luis Cetraro

/// EL DATO

Paritaria

Si bien oficialmente no hay una nueva convocatoria a paritarias, fuentes consultadas señalaron que el gobierno tendría intención de sentarse a dialogar nuevamente con los gremios docentes antes de fin de año. Cabe recordar que el último encuentro se llevó a cabo el lunes 9 de noviembre, antes de que los sindicatos definieran proseguir las huelgas hasta la última semana de clases.

En las privadas

En los colegios de gestión privada de la ciudad, la adhesión a los paros fue desigual y dividida, con la cual, en el balance final, la discontinuidad del proceso de enseñanza “no se vio tan afectado”, sostuvieron varios docentes consultados.

Un caso: esta mañana, en la Escuela San Antonio de Padua -de nivel inicial, primario y medio- la directora Miriam Stivala afirmó que “los docentes adhirieron en la primera semana de paro, pero ya en la segunda muchos de ellos dictaron clases. Creemos, pese a las suspensiones por gripe A y las huelgas, que se sostuvo el vínculo pedagógico”, dijo.