Gestión
El paradigma de una gerencia 2.0
Las tecnologías disruptivas plantean nuevos desafíos en la gestión y la organización empresaria. La Web 2.0 avanza sobre el ámbito de los negocios. Los expertos dicen que debe aprovecharse la oportunidad
Battistelli y Lucas. Nuevas oportunidades para las pequeñas empresas y los emprendedores.
Foto: El Litoral
Félix Canale
Uno de los más recientes gurúes en estrategias empresariales, Clayton Christensen, acuñó la definición “tecnología disruptiva”, que Wikipedia describe como “tecnologías o innovaciones que conducen a la aparición de productos o servicios que utilizan preferiblemente una estrategia disruptiva frente a una estrategia sostenible, a fin de competir contra una tecnología dominante buscando una progresiva consolidación en un mercado”.
La definición es tan amplia, que es prudente buscar un punto de referencia a partir de cual la noción tenga mayor asidero. De allí, la conveniencia de utilizar el ejemplo de la Web 2.0, cuya virtud básica es que permite la interacción entre el emisor de un mensaje (por ejemplo una empresa) y los receptores de ese mensaje, es decir los clientes.
Para hablar sobre estos temas, a fines de 2009 estuvo en Santa Fe el experto Juan Carlos Lucas, director de Innova Consultig, quien, invitado por la Fundación Transformar que dirige Gustavo Battistelli, dio una conferencia sobre Management 2.0, preparatoria de un curso de 80 horas previsto para el primer semestre del presente año. Durante su visita, Lucas dialogó con El Litoral.
Cultura corporativa
“La lectura que yo hago es que, en el mundo que viene, la innovación disruptiva será cada vez más dominante, y con esto las oportunidades para pequeñas empresas o para emprendedores serán mayores. Uno de los escenarios de disrupción más fuerte tiene que ver con Internet y las opciones de la Web 2.0. Esto influye en casi todas las áreas de la economía y de allí que puede pensarse para generar negocios en muchas escalas”, afirma.
Esa influencia, razona el experto, tiene relación con las formas de comercialización, pero también impacta sobre la gestión interna de la empresa, la cultura de la compañía y la práctica del management. “Ya no será viable gestionar partiendo de la base de que hay uno que sabe y es quien le dice a los demás lo que debe hacerse. Los clientes, dialogando cotidianamente y en tiempo real en la Web 2.0, generan un conocimiento para la empresa que puede superar el de quien supuestamente más sabe”.
De todas formas, Lucas admite que los gerentes no dejarán de existir, pero su rol virará hacia la de facilitadores estratégicos. A su juicio, irá quedando de lado la idea de que la empresa debe funcionar como una máquina, como una línea de producción, para abrir paso a un modelo más parecido a una orquesta de Jazz.
“En esa orquesta nadie le dice al saxofonista cómo tiene que improvisar. Hay un director que arma el contexto, señalando el foco al que quiere llegar, pero que capitaliza la creatividad, la singularidad y el talento único que tiene ese saxofonista, a quien no controla en lo que hace”, argumenta.
Nuevos roles
La teoría sobre las tecnologías disruptivas y su gerenciamiento, modifica los puntos de vista sobre el management científico, cuestionando que éste converge hacia una ortodoxia donde todos hacen lo mismo y nadie se diferencia, con la consecuencia de que la rentabilidad de sectores enteros se evapora.
“Todos usan la misma materia prima, certifican los mismos procesos, piensan en estrategias parecidas, leen los mismos libros de management. Somos todos clones y nadie es diferente. Cuando aparece la innovación disruptiva, suele pasar que quienes eran los líderes pierden ese liderazgo”, dice Lucas, citando conceptos de Gary Hammel, otro de los gurúes de los nuevos tiempos.
Para la gerencia tradicional, el terremoto puede ser devastador cuando asoma algo que hasta ahora parecía un pasatiempo: las redes sociales y los blogs. Comenta Lucas: “Son espacios donde los clientes pueden decir lo que se les antoje. La Web 2.0 no es un tema sobre el que las empresas pueden decidir si se quieren meter o no. Más allá de lo que quieran, habrá grupos de personas que opinarán sobre una compañía y sus productos. Lo que las empresas debiesen preguntarse es cómo se harán cargo de esta realidad”.
Un dato aparte, conocido con posterioridad a la entrevista, es que organizaciones como el Banco Citi, el Galicia y el Standard Bank ya están jugando en el reto de Facebook. También que aparecen novedosos roles gerenciales, como el de digital chanels manager.
Todo lo demás
Es un mundo nuevo, con infinidad de aristas por explorar, imposible de sintetizar en el espacio de esta página. Quedan por verse las normas iniciales de la disrupción, la creación de identidades, las destrezas o dominios requeridos a quienes quieren participar, la invención y la flexibilidad de las ofertas o la resistencia de algunas grandes corporaciones.
Estos temas, tratados en la entrevista con Lucas, informaciones sobre los postulados de Christensen, Hammel, y Anderson, más otras noticias recientes sobre la amplitud que están logrando los negocios en la Web 2.0, pueden consultarse en la versión digital de esta nota en http://blogs.ellitoral.com/empresariosyempresas.