Era líder y guapo, como la mayoría de los que jugaban en ese torneo...

El “Cabezón” Ciaccia y aquellas glorias surgidas de la Federación

Hoy, más de 50 años después, se recuerdan anécdotas y nombres de esos partidos de hacha y tiza en canchas abiertas.

El “Cabezón” Ciaccia y aquellas glorias surgidas de la Federación

El “Cabezón” Ciaccia es el tercero empezando desde la derecha. La foto fue tomada en la cancha de Unión, sobre la platea sur. Lo que se observa de fondo es la tribuna de la Bomba. De izquierda a derecha: Isella, Franco, Rivero, Ponce, Perezlindo, Barrios, Ciaccia, Nanzer y Minen. Fue en la década del ‘50.

Foto: Archivo El Litoral

Tomás Rodríguez

(Especial para El Litoral)

Cuando existían las canchas abiertas de la Federación Santafesina de Fútbol, ubicadas en los distintos barrios de la ciudad, en el sur, en el norte, el este y el oeste, donde la mayoría de los pibes se criaban en los potreros o en los llamados “campitos de siete”, donde los delegados, entrenadores, presidentes o dirigentes de los clubes los alejaban de los peligros cotidianos, surgió un futbolista que luego se destacó en el principal campeonato de ascenso.

Entonces, ese endiablado purrete que, desde “gurí”, vendía pan casero y tortas negras grandes en viviendas de los barrios Sunchales, San Lorenzo y del sur, para con ese sustento poder comprar cuadernos y lápices para ir a la escuela primaria, vestirse y obtener la alimentación de los suyos, jugando para Unión mostró toda su clase siendo luego transferido a River Plate. Su época de esplendor —hace medio siglo atrás— la vivió en Gimnasia y Esgrima de La Plata y culminó su campaña en Racing de Córdoba.

Nacido en cuna humilde

Un verdadero ídolo de San Lorenzo de Almagro en el torneo superior de la Federación fue Luis Gregorio Ciaccia, perteneció a una familia muy humilde, en calles de compacto natural (de tierra), con viviendas precarias: la mayoría ocupada por familias numerosas, entre medio de los pasillos de entonces, donde desde muy purrete había que salir a la calle a “pelearla” para sobrevivir y llevar algún dinero con el fin de poder comer todos los días.

En las calles General López, 3 de Febrero, Dr. Amenábar, Entre Ríos, Uruguay y Jujuy al fondo, al oeste y hasta el terraplén del río Salado, existían dos pasiones: Colón en la AFA y San Lorenzo en la Federación, calando muy hondo en el sentimiento de la gente.

El sur también existe

Ciaccia —todos lo conocían como Sassia— se crió en la cancha “pelada” de San Lorenzo, allí no se conocía el césped, donde él admiraba desde niño a los hermanos Julio César y Bernardo Miguel Angel Cabanillas, un goleador fantástico de los azulgranas que le pegaba a la pelota como si tuviese un hierro; teniendo en su retina el golazo que le hizo al legendario Zamaro en la primera cancha de Liverpool, en las postrimerías de la década del ‘40 del siglo pasado; la garra de “Paco” Barroso y la salida con cabeza levantada de “Chibiro” Sisniega, en el ocaso, tras su paso por Newell’s Old Boys de Rosario.

Las primeras armas las hizo el “Negro” Ciaccia (así lo llamaban los hinchas de Unión) con “Campana” (Carlos González) en San Antonio en los campeonatos infantiles Evita, luego en Copacabana; se fue a Rafaela, donde le pagaban por partido, premios y prima, hasta que fue transferido a Unión; aunque a veces los domingos se escapaba para jugar en su querido San Lorenzo, con otro apellido para la prensa.

Delantera fantástica

El “Cabezón” Ciaccia resultó ser un goleador espectacular desde muy chico, un centrodelantero ambicioso. Cuando vino a Unión lo transformaron en extremo derecho, veloz, hábil, imaginativo, siempre sacaba un conejo de la galera, todo lo había aprendido en los potreros.

Adolfo Pedernera, el maestro, la figura insigne de la famosa “Máquina” de River Plate, lo pulió y convirtió en el mejor wing derecho de la Argentina en 1962, en una delantera inolvidable de Gimnasia y Esgrima de La Plata (conocido el equipo tripero como “El Segundo Expreso”) con Eliseo Prado, Alfredo Rojas, Diego Bayo (Héctor Antonio) y el peruano Oscar Gómez Sánchez.

Su frustración: el Mundial de Chile

Durante seis temporadas en Gimnasia y Esgrima de La Plata, actuó en 139 partidos anotando 24 goles. Jugó un partido en la Selección Argentina en 1962, cuando llegó Juan Carlos Lorenzo, tras el derrocamiento del presidente constitucional Arturo Frondizi, quien lo desafectó para ir al Mundial de Chile, porque pretendía un hombre máquina, un puntero que corriera a los rivales por toda la cancha, prescindiendo de la creatividad y de la calidad, así le fue porque nuestro país sufrió su segundo fracaso consecutivo (el primero fue en Suecia cuatro años antes), siendo eliminado en la primera ronda clasificatoria.

Aquella gloriosa Federación

En el certamen de primera división de 1954 participaban 12 equipos en la Federación Santafesina, que jugaban en dos rondas enfrentándose todos entre sí. Los equipos fueron los siguientes: Almagro, Arsenal, Central Alto Verde, Granaderos, Jorge Newbery, La Ferroviaria, Liverpool, Presidente Perón, San Lorenzo de Almagro, San Isidro, Sportsman y Tifón.

En segunda división se clasificó campeón el conjunto de Sportivo Roma (el de la camiseta de Peñarol de Montevideo, amarilla y negro a bastones verticales) y en tercera categoría, Atlético de Bilbao.

Tifón

En Tifón, el tricolor, blanco, azul y rojo a rayas verticales que resultó subcampeón, jugaban Villanueva, Julio Warlet, Enrique “Quito” Cupiste (ambos en Unión), Miranda, Hender, Pagani, Cabrera, Villarejo, Aguirre y Oscar Palacín (Ciclón Racing, Unión y Colón). La cancha estaba lindante a la de Los Andes (jugaba en la segunda de la Liga Santafesina), a metros de la entonces nueva avenida Costanera Almirante Brown, a escasos metros de las vías ferroviarias.

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El gran Adolfo Pedernera fue el hombre que lo potenció al “Cabezón” Ciaccia en Gimnasia y Esgrima La Plata. Foto: Archivo El Litoral

Los árbitros

En esa época, los principales árbitros fueron Antonio Vergara, Luis Haquín, Luis Bruno, el “Negro” Benegas, Luque, Segalla (del barrio Roma), Snaidero, Inocencio Villarreal y Dante Tosolini, entre otros; todos ellos enrolados en la rama árbitros de la seccional local de la Unión de Trabajadores de Entidades Deportivas y Civiles (Utedyc), que presidió cerca de cuatro décadas el “Maestro” (con mayúsculas) Raúl Schlisting.

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“Pirito” Gúrpide, uno de los grandes valores surgidos de la Federación que luego triunfó en Colón.

Foto: Archivo El Litoral

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San Isidro

Tercero se ubicó San Isidro (patrocinador de los famosos bailes populares dominicales en “La Tierrita”, sobre calle Córdoba), entonces con sede en el antiguo barrio conocido como “La Lona”, haciendo de local en el reducto casi inexpugnable de Instituto, junto al “Apeadero” del F.C. Gral. Belgrano, actuando como arquero el “Flaco” Rodríguez, Osvaldo “Negro” Avarese (Colón) era el zaguero central, además de los hermanos Leguizamón, Moscardini (Unión) y A. y R. Vega, Manuel “El Manco” Rodríguez (Colón), Lártiga, Víctor “Pirito” Gúrpide (Ciclón Racing y Colón), Monzón, y Gómez.

Jorge Newbery

En Jorge Newbery, otro equipo de la zona, también integrado en su mayoría por trabajadores ferroviarios, cuya casaca presentaba rombos azul y rojo, lucían sus aptitudes el “Loco” Gil como portero; los hermanos Rivadero, Hernández, el “Negro” Cardozo, Cariaga (padre) y el wing izquierdo Buscariol.

Liverpool

Uno de los conjuntos llamados “grande” y fundador del ente rector del fútbol aficionado, Liverpool, trasladó su reducto del barrio Sargento Cabral Norte hasta su par de Villa Setúbal o Guadalupe Este, contaba en sus filas a Reynaldo Zamaro, luego el “Negro” Favant como arqueros, Rubén Sabotig, Thietz, Falomir, Antas (Colón y Unión), Lanche, Puntillo (Unión), Miguel Angel “El Indio” Mieres (Unión y Estudiantes de la Plata), Lavanchi (Colón y Platense), los hermanos Ciccarelli, y el “Negro” Raúl Olivera (Ciclón Racing y Colón).

Almagro

Otro equipo del barrio sur, Almagro, un desprendimiento de San Lorenzo, debido a la gran cantidad de futbolistas existentes, rival de fuste para los más poderosos, reunía a Bolcatto, el “Negro” Taborda, Beltramini, el “Gallego” Mario López, el recordado “Oso” Arrúa (de remate potentísimo, actuó también en Colón y J. J. Paso, hermano de Cándido, el famoso “Negro Motta” que fuera campeón de básquetbol con Kimberley en 1943, argentino con Santa Fe y sudamericano con la selección de Argentina en 1942 y 1943), el “Colorado” Juan M. Oliva (Colón y clubes de Rafaela) y el “Toto” Maidana.

Central Alto Verde

El golero Duré, Perrota, Peralta, Mazzuchelli, Benítez, Loza, el “Patrón” Zuviría (padre del “Torito”, que jugara en Unión) Raúl Scalzo, el “Chueco” Rodríguez, el “Baby” Díaz; el “Negro de la Coca” Ponce (F.C. Santa Fe y Unión), “Baby” Descalzo (Colón) y Tognola defendían con amor los colores celeste y blanco de Central Alto Verde, guapeaban en todos los escenarios, siendo animadores del principal torneo de la Federación.

Para llegar al “Coliseo” como llamaban los habitantes del distrito a la cancha de Central, había que cruzar en bote desde la parada de “La Sarita”, la lancha que unía Santa Fe-Paraná (no existía el puente “Palito” construido en la gestión desarrollista entre 1958-62) en el Puerto Santa Fe, sobre calle Juan de Garay. Allí no había que achicarse porque solamente ganaban los guapos, aguerridos y los que llevaban muchos adeptos como San Lorenzo o San Isidro, como ejemplo.

La Ferroviaria

El “Negro” Gómez, Cuevas, Colli, los hermanos Pessarini (actuaron en los Pistoleros de Gimnasia y Esgrima y luego en Newell’s Old Boys de Rosario, Chacarita Juniors y otros equipos porteños), el “Negro” José Domingo Martorelli (San Lorenzo de Buenos Aires y Colón) y el “Turco” Issa (Sp. Candioti), clásicos futbolistas de La Ferroviaria, todos ellos trabajadores del riel.

Arsenal

Otra escuadra que le presentaba lucha a los más empinados, resultó ser Arsenal, mostraba el ímpetu, la fuerza y el temperamento de Bauseda, Abbate, Saucedo, Martínez, Nepote, Coccucio y Sosa, entre los más conocidos.

Granaderos

En los “Rojos” de Granaderos, con asentamiento en el barrio Los Hornos, pasando las conocidas cavas, entre las jurisdicciones del entonces callejón de “Los Polacos” y Don Bosco, se desempeñaban, Ponce, Brusa, Cano, Espíndola, el rubio Von der Thussen (actuaba en el equipo liguista de Unión), Marcelo Bordesolle y José “Pepe” Kairuz (recordado puntero izquierdo de Colón, luego emigró a Mendoza y el norte argentino).

Presidente Perón

En Villa María Selva, muy próximo al barrio Jardín Mayoraz, tenía su cancha el club Presidente Perón (fue disuelto por decreto nacional al año siguiente, tras la caída del gobierno justicialista) integrado por futbolistas que militaban en Sportivo Belgrano, Atlético Gimnasia y Esgrima, San Cristóbal, Chacarita Jrs., Sportivo Tránsito y Sp. Guadalupe, entre los que figuraban Meret, los hermanos Barboza y Barbera, el “Loco” Cappocetti (descubridor de Edgardo “Chiva” Di Meola y fundador de San Cristóbal), Palavecino.

Sportsman

En Sportsman, tenía su cancha a un costado de Atlético Gimnasia y Esgrima, en el sector este del barrio Ciudadela, ratificaban su capacidad individual, futbolistas de la talla del cuidapalos Bolzani, Héctor y Orlando Mercado (actuaban en Ciclón Racing y Colón), el puntero derecho Raúl Algosino (comenzó en Los Pistoleros, fue compañero del “Chengo” Cantelli en Colón), el “Chiche” Di Teodoro, Kuriol y Leyes.

Un torneo que dejó su sello y el recuerdo, el de las canchas abiertas y los escuadrones custodiando la seguridad. Con mucha ferocidad en los campos de juego y una imagen futbolera que hoy se extraña en muchos de aquellos muchachos que recuerdan a la vieja Federación con un dejo inevitable de nostalgia.

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Raúl Olivera y Miguel Angel Mieres repasan el archivo de El Litoral y recuerdan aquellos viejos e inolvidables tiempos.

Foto: Néstor Gallegos

Victorio, Eulalio y “Ploto”

San Lorenzo de Almagro, uno de los decanos de la competencia, fundado en las inmediaciones de la emblemática Escuela Normal Nº 1 Gral. San Martín, el 23 de febrero de 1923, en la calle que lleva su nombre y Juan de Garay, fue uno de los equipos de mayor renombre y éxito en esa vieja Federación, obteniendo el título a mediados de los ‘50.

En el ganador de esa competencia, que estaba afincado desde hacía más de tres lustros en las calles Dr. Amenábar, Entre Ríos, Roque Sáenz Peña y Lamadrid, tras un lapso no muy extenso en Guadalupe, en Lavalle 7025, donde había edificado y cerrado la cancha, pero debido a la distancia resolvieron volver a sus raíces con el fervoroso apoyo del aficionado afincado en el tradicional sector suroeste, cuyos vecinos le pusieron como nombre a la barriada: San Lorenzo (aunque le sacaron de Almagro).

El vencedor en forma indiscutida, tenía en sus filas a Escobar (Oscar Canteros), Macaudieri y “Nucho” Pavón; el “Negro” Correa, Julio Fernández e Higinio Ramón Veiga; Souza, R. Veiga, Luis Gregorio Ciaccia (Sasia salía en los diarios), Martín “Pirinchito” Sánchez y Lucas “Boquita” Sánchez.

En el conjunto azulgrana fundado por los hermanos Ramón y Pedro Lofeudo, Tomás y Juan “Puchito” Rodríguez, los Desimone, Sensosti, Borda, actuaron figuras de renombre en el balompié santafesino, entre ellos, Juan Antonio Rivarola, Alberto Galateo, Jerónimo Ramírez, Roberto “Tucho” Casabianca, Agustín “Meño” Flores (River Plate), Ramón “Moncho” Astudillo, Armando “Chueco” Gatti”, Albino Martínez, Martín “Pirincho” Sánchez (padre), los hermanos Julio y Bernardo M.A. Cabanillas, Eladio Vaschetto (jugó cuatro años en River Plate en la década del ‘30, con 37 goles), Juan Jesús Sisniega (N.O. Boys de Rosario), el paraguayo Benjamín Laterza (Colón y River Plate), etcétera.

Temporadas posteriores también lo hicieron Oscar Armando Cantero, Eulalio Gómez, Carlos “Chiche” Rebecchi, Jorge “Nene” Gómez, Victorio Nicolás Cocco, Mario Rubén Mendoza, Orlando Roa (triunfó luego en Francia, cambiándose el apellido por Robinet), el malogrado “Juanchi” Martínez (Estudiantes de La Plata); los tres hermanos Antonio “Mandrake” (Tigre, N. Chicago, Temperley y Unión), Orlando Edgardo (Unión, Chacarita, All Boys, Chaco For Ever, G. y Esgrima de Mendoza y Alianza Juventud Pringles de San Luis) y Juan Carlos Genolet (Huracán), el “Gallego” Pedro Utrera, el “Chino” Alegre, Demetrio “Ploto” Gómez, los hermanos Pasculli, Mellit y Olivares.