Acusan a patovicas

Denunciaron golpiza en un boliche de Sunchales

Un santafesino de 17 años que el 6 de febrero asistió al recital de la banda No te va Gustar sufrió golpes y contusiones de parte del personal de seguridad. Sus padres recurrieron a la Justicia.

 

De la Redacción de El Litoral

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“¿Es necesario meter mano?”, se preguntó públicamente Alicia Belucci, madre de un joven de 17 años que el 6 de febrero fue a ver un recital de rock a Sunchales y volvió a Santa Fe con la cara desfigurada a golpes. Ese día tocaba en Low Disco el grupo musical No te va gustar, y su hijo Manuel había ido con un amigo y el padre de este último, que los acompañó hasta la entrada y los fue a buscar a la salida del boliche.

“Tenemos la certeza de que esa noche, de las dos empresas de seguridad de Sunchales que están habilitadas, ninguna estaba trabajando en el recital”, sostuvo Belucci, que junto con su marido, Daniel Acosta, cargó contra los patovicas del lugar bailable que regentea el gremio Atilra.

Esa noche había alrededor de 2.000 personas en el boliche ubicado en la entrada de la ciudad, entre la Ruta 34 y un camino de tierra. Para controlarlos “había mucha vigilancia, 17 ó 20 personas, sin identificación, salvo las remeras negras”, relató Belucci.

La mamá del muchacho agredido contó que “hay registro de lo que pasó porque había muchos chicos filmando con los celulares”. De hecho una joven paranaense les acercó el video en el que se ve cuando dos personas se llevan a Manuel.

“Te van a llevar”

“Estaba terminando el recital y paradójicamente la banda tocaba el tema “Te voy a llevar’. Manuel estaba saltando, haciendo pogo, cantando y riéndose”, continuó su madre, entre preocupada e indignada. Defendió a su hijo diciendo que “él no tomó alcohol esa noche porque lo más barato costaba $20, así que no tenía ni para una latita. La única contravención fue haberse sacado la remera, que aunque es habitual en los recitales era el único que estaba sin remera. De todos modos está la palabra, para decirle “ponete la remera pibe”.

“Fue en ese momento cuando se le acerca un patovica. Lo intentan agarrar pero Manuel sigue saltando, hasta que lo toman de la cabeza y le dan vuelta el brazo. Se produce un forcejeo con el público pero se lo llevan detrás del escenario. Ahí le pegaron puñetes y palazos en las costillas, sin ninguna explicación. Lo más grave fue que casi lo asfixian, estuvo tres días con la garganta marcada. Después, de los pelos lo tiraron a la calle”, resumió la denunciante.

Lo encontró tirado el padre de su amigo, que lo llevó hasta el hospital para que le hagan las curaciones. De allí se fueron hasta la Comisaría 3ra. para radicar la denuncia, donde los tuvieron desde las 4 hasta las 9 de la mañana. Además de la denuncia policial con constatación de lesiones, hay una causa en los tribunales de Rafaela y una presentación en la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia.

Chicos maltratados

“No quiero pasar por una mamá enojada porque le pegaron al chico en un boliche” dijo Alicia Belucci. “Prefiero ser la voz de una ciudadana, que en base a lo que le pasó a su hijo trasladarlo a lo que está pasando en los boliches, donde no se cumple la reglamentación, la seguridad no está controlada y los chicos son maltratados”.

Desde Atilra -en cuya sede se vendían las entradas para el recital- le pidieron a los padres un plazo de 48 horas para averiguar que había pasado. La charla la tuvieron el lunes 8 de febrero, se comunicaron con el encargado de eventos de shows, pero la llamada nunca fue devuelta.

“Hay un silencio cómplice afuera, hay muchos pibes golpeados todo el tiempo y nadie dice nada; los padres no dicen nada. Son esa franja que va de los 16 a los 18 años que ligan sopapos, empujones o maltrato verbal que no es necesario. ¿Qué pasa con esos varones que ligan? ¿Es necesario meter mano?”, se preguntó una vez más la mamá.

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Daniel Acosta y Alicia Belucci denunciaron el atropello ante los medios de la capital provincial.

Foto: Alejandro Villar

Clausurado.

El viernes pasado la Municipalidad de Santa Fe clausuró un bowling ubicado en San Jerónimo 2875, a raíz de la denuncia de un muchacho de 21 años, contra un patovica que lo habría golpeado dentro del local. La resolución Nº 34 estableció la “clausura preventiva” hasta tanto el comercio regularice la situación de su personal de seguridad, ya que no se encontraba registrado.