Banfield se trajo un punto de Uruguay
Al compás de James
Igualó con Nacional en el cierre de la fase de grupos de la Copa Libertadores de América. El colombiano Rodríguez, la figura.
Redacción de El Litoral
Télam
Banfield, puntero sin compañías del Grupo 6 de la Copa Libertadores, dio una verdadera muestra de carácter al empatar anoche 2 a 2 con Nacional, de Uruguay, en el mítico estadio Centenario, de Montevideo, por la tercera y última fecha de la primera rueda de la fase de grupos del torneo subcontinental.
El primer tiempo se llevó todo: las emociones, los goles, el buen juego y hasta los errores. Para el segundo quedaron el conformismo de ambos y los recaudos, después de haber pasado por todos los estadios posibles. Banfield, tomado como referencia, empezó perdiendo, pasó a ganar y después le empataron.
El Taladro empezó a dar muestras de que sufriría por vía aérea, ya que la mayor talla de volantes, zagueros y delanteros locales superaba la de los centrales visitantes Jonathan Maidana y Víctor López. Un centro desde la derecha fue bien capitalizado por Gustavo Varela para conseguir de cabeza la apertura del tanteador.
Luego, los dirigidos por Julio Falcioni empezaron a contrarrestar el avance del rival con una mayor tenencia de la pelota mediante el colombiano James Rodríguez y Walter Erviti. Otro jugador que entró muy bien en el circuito de juego albiverde fue el delantero Rubén Ramírez, quien desbordó por izquierda y lanzó un preciso centro al medio del área que Rodríguez clavó en la red con una palomita.
A partir de esa conquista, ya la pelota empezó a permanecer más tiempo en el terreno de Nacional que en el de Banfield, que 20 minutos después del empate movió muy bien una pelota de izquierda a derecha, que terminó en un centro de Marcelo Quinteros para el uruguayo Sebastián Fernández que fue empujado por Alejandro Lembo.
El consecuente tiro penal fue convertido por la figura de la cancha, James Rodríguez, quien tomó la posta del uruguayo Santiago Silva en eso de rematar desde los doce pasos (fue el primero que le cobraron a Banfield desde que el goleador del pasado Apertura volvió a Vélez Sarsfield).
Con la ventaja, Banfield intentó frenar el ida y vuelta constante en que se había convertido el partido, ya que, después de empatar, tuvo la encomiable actitud de buscar la victoria ante un rival tan importante (es el mejor equipo uruguayo de la actualidad) y en un escenario con tanta historia.
Sin embargo, los locales volvieron a ganar de arriba sobre los 40 minutos, cuando un cabezazo de Sebastián Coates (1,96 metros) dio en el travesaño y Mario Regueiro tomó el rebote de zurda y sin marcas para doblegar a un Cristian Lucchetti que recién se estaba levantando del piso.
Ésta fue la última imagen emotiva que dejó el primer tiempo, pero la multitud que copó el Centenario (Banfield llevó más de mil hinchas) no imaginaba que sería también irrepetible en el segundo tiempo.
Nada más
En la segunda mitad, los argentinos volvieron a ser el campeón del Apertura, ya que le cedieron un tramo del terreno a su rival y apostaron al contraataque vía Sebastián Fernández, aunque “Papelito” pasó inadvertido en su primera vez con un equipo extranjero en el Centenario.
Los minutos fueron transcurriendo con la pelota alejada de los arcos y mostrando dos caras de una misma moneda: la solidez menos ambiciosa del Taladro y la búsqueda plagada de impotencia de los anfitriones.