Al margen de la crónica

Marzo, un mes perdido

La continuidad de las medidas de fuerza de estatales y docentes santafesinos, sin aparentes posibilidades desde el Estado de atemperarlas o evitarlas mientras se buscan alternativas, hará que este marzo se transforme en un mes donde durante ninguna de las cinco semanas se realicen actividades continuas en las escuelas provinciales o en el ámbito de la administración pública, aun cuando el pago de sueldos esté al día.

Apenas dos reuniones paritarias en febrero y por considerar exigua la propuesta oficial de un aumento inicial del 7 % a los agentes del Estado desató medidas de fuerza iniciales de 72 horas semanales de la docencia y de 48 y 72 de los estatales.

En el medio, un importante sector de ciudadanos afectados y la actividad económica que empieza a deteriorarse principalmente en zonas donde el empleo público es la polea de movimiento. Chicos que no pueden iniciar normalmente el año escolar; transacciones inmobiliarias paralizadas, trámites ante el Registro Civil suspendidos; atención reducida a emergencias y urgencias en hospitales y hasta la imposibilidad de completar trámites de pago de tributos con serias dificultades por “caídas de sistema”.

Ayer se puso en marcha la tercera semana de paros y en caso de existir algún entendimiento, tal vez la actividad busque su cauce en la cuarta semana que tiene en el medio el feriado nacional del 24 y la siguiente será Semana Santa donde para el sector público no cuentan ni jueves ni viernes.

Es esperable que se encuentre una solución que hoy no ameritaría pasar por colocar nuevos impuestos para sueldos que deberán ser aportados por el sector privado que -paradójicamente- vio afectada su actividad por la medida de fuerza de estatales y docentes, medida que para los reclamantes no tiene costo alguno y la certeza de que obtendrán una mejora salarial a la cual sólo resta ponerle el número.