Hace siete años gran parte de la ciudad quedaba bajo agua
Santa Fe recuerda la inundación de 2003
Ante un nuevo aniversario del desborde del río Salado, los integrantes de la Carpa Negra de inundados y de la Marcha de las Antorchas convocan esta tarde a recordar los siete años de la inundación del cordón oeste de la ciudad.
Aquel 29 de abril, todo el cordón oeste quedó bajo el agua del Salado, que ingresó al casco urbano por una brecha en la defensa del cordón oeste.
Foto: Archivo El Litoral / Alejandro Villar
De la redacción de El Litoral
La ciudad de Santa Fe conmemora hoy el 7mo. aniversario de la peor inundación de su historia. Por eso, los integrantes de la Carpa Negra de inundados y la Marcha de las Antorchas convocan a los vecinos a las 18 a un acto central en Plaza de Mayo. Durante el acto recordarán a los fallecidos en aquellos tristes días y renovarán el pedido de justicia.
Tal como sucede cada año, días atrás emplazaron su carpa que es símbolo del pedido constante que hacen a la Justicia y al gobierno provincial para que finalmente se determine si hubo o no funcionarios responsables de la catástrofe.
Durante la inundación murieron como consecuencia directa 23 personas en la ciudad, otras tantas fallecieron un tiempo después producto de las secuelas sufridas, mientras que un gran número de vecinos padeció en vida las consecuencias. La Casa de Derechos Humanos de Santa Fe elevó la cifra de fallecidos como consecuencias directas a más de 100.
Esta tarde, en un escenario ubicado esta vez en 3 de Febrero y San Martín por las remodelaciones que se llevan adelante en la Plaza de Mayo, se realizará el acto central que recordará a las víctimas de la inundación y mantendrá vivo el reclamo de justicia.
Aquel inolvidable 29 de abril
La inundación de 2003 se produjo cuando el agua del río Salado ingresó a la ciudad por una brecha en la defensa del cordón oeste de la ciudad. El agua comenzó a ingresar el domingo 27 de abril por la noche y llegó a su peor momento el martes 29. En pocas horas todos los barrios del oeste quedaron bajo agua, incluido el nuevo Hospital de Niños.
Miles de vecinos salieron expulsados de sus viviendas -con lo puesto, a pie o en canoas- y se refugiaron en improvisados centros de evacuados. Otros, generalmente los jefes de familia, permanecieron en los techos durante semanas para cuidar las pocas pertenencias que habían logrado salvar.
La catástrofe conmocionó a la ciudad entera. Los chicos no asistieron a clases durante más de un mes debido a que la mayoría de las escuelas alojó a los damnificados. Muchos vecinos que no se habían inundado colaboraron como voluntarios para atender las urgentes demandas de los evacuados.
Las pérdidas materiales fueron inmensas. El gobierno provincial debió gestionar fondos a la Nación y se creó el Ente de la Reconstrucción para resarcir a los damnificados. En paralelo, la Justicia comenzó a investigar las responsabilidades. Hoy los afectados que demandaron al Estado continúan pidiendo justicia.