AL MARGEN DE LA CRÓNICA

La pastilla del amor

El fosfuro de aluminio al tomar contacto con la humedad del ambiente produce un gas tóxico, la fosfina. Los químicos llaman al fosfuro de aluminio “precursor” de la fosfina, porque si se cuenta con esa substancia se obtendrá el gas, que sirve para matar gorgojos y otras plagas de los cereales y de otros granos, como la soja.

El agroquímico ha sido noticia en los últimos días, en el sur santafesino. Las muertes de dos camioneros y el grave cuadro de intoxicación de un tercero pusieron el foco en esa substancia. En realidad, luego se comprobó que uno de los dos casos fatales, fue por muerte natural (un infarto) en una playa de espera para ingresar al área de acopio.

La noticia trajo nuevas palabras, además de la aséptica “precursor”. Los camioneros y los empleados del sector (el paso previo al puerto y el embarque) hablan de “pastillar” la carga. Es que cuando aparecen los gorgojos u otros indeseables se hace algo prohibido: usar fosfina en el transporte terrestre (además de conjugar como si fuera un verbo, un sustantivo).

Del tema hablaron los medios, algunos senadores y diputados, y autoridades del área de higiene y salud del Ministerio de Trabajo. Todos señalaron que el problema existe y que controlarlo es tan difícil como vieja su práctica.

El producto viene en tabletas, como los medicamentos. Por eso lo de “pastillar”, sin las condiciones adecuadas. El gas fosfina “huele a ajo” o a “pescado podrido” según las narices de Wilkipedia y sus metáforas olfativas, que parecen incompatibles.

Una idea de lo tóxico que resulta ese producto mal utilizado es que al precursor (el fosfuro de aluminio) se lo llama en Centroamérica la “pastilla del amor”. La expresión -como se verá- es tanto cáustica como romántica.

El término nació en Nicaragua. En 2004, se suicidaron 334 personas al ingerir la “pastilla de curar frijoles”. La gente (seguramente también los periodistas) supusieron que sólo el amor pudo mover tantas decisiones incomprensibles. En 2009, fueron 56 los nicaragüenses que la ingirieron. La importación fue prohibida por Nicaragua, en 2005.