Estampillas y billetes, otra

forma de homenaje

 

Reproducción del billete de quinientos pesos moneda nacional, emisión del 3 de noviembre de 1887. Diseño e impresión original de Bradbury, Wilkinson y Cía., grabadores, Londres.

Nanzi Sobrero de Vallejo

Las diversas culturas del planeta que nos precedieron han dejado ejemplos de las honras tributadas a sus destacados hombres, protagonistas de hechos sobresalientes en el orden militar, científico, artístico. Están enclavados en espacios ceremoniales y sitios públicos, lugares de encuentro y de expresiones populares.

Estas representaciones respondieron a líneas arquitectónicas, escultóricas, pictóricas de la época, ejecutadas con materiales propios o a veces trasladados de lugares remotos y que fueron cambiando de acuerdo con el avance de los tiempos.

En nuestro país, algunos homenajes monumentales están dispersos en su amplia geografía. Recuerdan batallas, la Carta Magna, la bandera, los héroes de la Independencia. Más numerosos son los monumentos y bustos dedicados a los próceres que participaron de luchas emancipadoras, hechos heroicos y aportes en las áreas económicas, educativas y políticas. Están generalmente ubicados en las plazas centrales de las grandes y pequeñas ciudades argentinas, sitios públicos, escenarios de recordaciones históricas.

El General Manuel Belgrano es evocado a lo largo y ancho del país. Tiene la particularidad de ser recordado por los múltiples aspectos de su pensamiento y acción. Sus ideas, dirigidas a las áreas educativa, política y económica, y sus virtudes como militar, estadista, economista, precursor de la educación y fundador de ciudades, explican la amplitud de su evocación. Es por ello que los monumentos lo representan tanto en traje militar y a caballo, levantando la espada, enarbolando la bandera o vestido de civil, portando documentos, libros o con la mano en el corazón. También, pensativo, en posición sedente, ubicado en el más íntimo espacio del Monumento Nacional a la Bandera.

La impresión de monedas y medallas es otra forma de homenaje que se remonta a la antigüedad. De características más íntimas, esta forma de recordación y homenaje, aún con la utilización de otros materiales y diseños más modernos, persiste en la actualidad. Los timbres postales y billetes -con su característica de circulación masiva y permanente- son también difusores efectivos de mensajes y admiración.

Las estampillas y billetes

En cuanto a los sellos postales, en 1867 comenzó a circular la serie “Próceres Nacionales”, de 10 centavos, color verde. Fue impresa en Nueva York por el American Bank Note Company. El mismo tuvo vigencia hasta 1873. Fue el primer sello en el que apareció el rostro de Belgrano. Se tomó a ese fin, el grabado realizado por el francés Narciso Desmadryl quien dibujó y reprodujo su cara con técnica litográfica inspirándose en la obra que el artista francés Jean Baptiste Carbonnier ejecutara en Londres en 1815, pintura considerada en aquella época de autor anónimo.

La misma Compañía Americana imprimió en 1869 los primeros billetes con el rostro del General, también tomado del citado grabado del artista francés. Fueron emitidos el 1º de enero de dicho año por el Banco de la Provincia de Buenos Aires, y correspondían al papel de 200 pesos fuertes en moneda oro de curso legal. Más adelante, en el billete de 500 pesos

Matasellos. Dibujo de Mauricio Rugendas (1845).

Reproducción del billete de quinientos pesos moneda nacional, emisión del 1º de noviembre de 1883, del Banco de la Provincia de Buenos Aires. Aparecen Belgrano y San Martín. Fotos: Gentileza Nanzi Sobrero de Vallejo

impreso en 1883, aparece acompañado por el retrato del Gral. San Martín. Otra variante, de 1888, del mismo valor, ostenta un diseño barroco de reminiscencias clásicas.

Debemos recordar que a mediados del siglo XIX se radicaron en Buenos Aires numerosos litógrafos. De sus talleres, secundados por diestros dibujantes, nacieron las primeras colecciones de láminas dedicadas a los hombres relevantes de la época, como así también escenas conmemorativas de batallas, vistas de la Gran Aldea, sus habitantes y sus costumbres.

Otras series de sellos postales y billetes se imprimieron en sucesivos años recordando fechas emblemáticas de la historia, con el retrato del prohombre acompañado por otras figuras relevantes y diversas alegorías que reproducen la figura del gaucho y otros signos que aluden a la naciente industria y a las riquezas de nuestro suelo.

Recordaciones en el aniversario de la Patria

El 1º de mayo de 1910 aparece un sello conmemorando el Primer Centenario de la Revolución de Mayo. Grabado e impreso por la Compañía Sudamericana de Billetes de Banco, muestra a Belgrano acompañado del miembro de la Primera Junta de Gobierno, Juan Larrea. Ramas de laurel y otros sencillos ornamentos completan el diseño de la estampilla de 30 centavos de valor.

Los 150 años de nuestra Nación son rememorados por el Correo Aéreo Argentina con un timbre postal de diseño y letras más modernas y la imagen del Cabildo completando el espacio. Impreso en la Casa de la Moneda con el procedimiento de hueco-grabado y autoría de Migliavaca-Grand. El mismo está fechado el 28 de mayo de 1969 y su valor es de 5 pesos. El retrato de Belgrano inspirado nuevamente en la pintura del artista francés fue acompañado en esta ocasión por el rostro de Juan José Castelli también miembro de la Primera Junta.

Otros homenajes

En 1994, se cumplió el Cincuentenario del Instituto Nacional Belgraniano. Este hecho motivó la concreción del II Congreso Nacional Belgraniano. En adhesión a ese acontecimiento, el Correo Argentino concretó la edición de un matasellos. Tomó como modelo el rostro del General dibujado por Mauricio Rugendas, artista alemán radicado en nuestro país a mediados del siglo XIX. En 1845, dibujó con lápiz de plomo el rostro del creador de la bandera inspirado en la obra del artista francés Carbonnier. El dibujo original se exhibe en el Museo Histórico Provincial Julio Marc, de Rosario.

En otro momento, la Asociación Argentina de Compañías de Seguros colaboró económicamente para la financiación de un monumento a concretarse en el barrio de Belgrano, iniciativa nacida en 1910. Su inauguración se concretó recién el 24 de septiembre de 1961. Ello originó una emisión extraordinaria de estampillas, titulada “Monumento al General Belgrano” que se editó el 17 de junio de 1961, que reproduce el perfil de la obra escultórica, trabajo que se delegó en el artista plástico Héctor Viola. El resultado es una estampilla de impronta más actual, de color azul y -por primera vez- con el rostro de perfil, imagen que abandona el clásico retrato inspirado en la obra de Carbonnier.

Al respecto el autor, en una misiva fechada el 26 de octubre de 1994, expresa, “...Inspiré mi tarea en un trabajo escultórico...”. “...El original fue realizado en grafito para imprimirlo en un solo color...”.

Henry Stein fue un dibujante y grabador francés que se radicó en Buenos Aires alrededor de 1860 para trabajar en uno de los talleres litográficos en boga. Fue autor de dos retratos del creador de la bandera. Uno de ellos, el inspirado en la obra de Andrea Macaire de Bacle fue impreso en los Talleres Litográficos de Ortega y Radaelli y fue reproducido en el último sello postal con la imagen del prócer editado por la Casa de la Moneda en 1984. Su dibujante fue la Sra. María A. C. de Servidio que en una de sus cartas nos explica, “...el sistema con que se realizó el impreso se denomina calcografía. La técnica empleada para grabar es la talla dulce, trabajo que combiné con punta litográfica, retocado con buril...”.

Nos hemos detenido en los sellos postales que muestran sólo el rostro del creador de la bandera. Otros reproducen la estatua ecuestre emplazada en la Plaza de Mayo de la ciudad Autónoma de Buenos Aires, el grabado de Téodhore Géricault concebido en Francia, también el relieve de José Fioravanti ubicado en uno los laterales del Monumento Nacional a la Bandera.

Si bien el uso de las estampillas ha caído casi en desuso por el auge de otros sistemas más modernos, es totalmente actual el uso del billete de diez pesos del Banco Central de la República Argentina que porta el rostro de Belgrano. El papel monetario, similar al actual, comenzó a circular en valores de 1, 5 y 10 pesos Ley 18.888. El dibujo y ejecución de la plancha pertenece a José Nicastro, dibujante de la Casa de la Moneda.

Con la utilización de las máquinas timbreadoras y otros recursos acordes con la velocidad y el pragmatismo actual, la costumbre de “pegar estampillas” ha caído prácticamente en desuso. Los hombres ilustres, los acontecimientos relevantes, los héroes, tenían reservados en esa superficie sus lugares de recordación y homenaje, lo que permitía popularizar su conocimiento y valorar su legado de constructores de la Nación.